Entrevista
Mamen Mendizábal vuelve a laSexta: “Me costaría hacer una 'Anatomía de' TVE, esa guerra está lejos de terminar”

Mamen Mendizábal en una imagen promocional de 'Anatomía de...'

Gabriel Arias Romero

laSexta estrena este domingo 7 de abril (21:30 horas) la segunda temporada de Anatomía de..., el programa de reportajes con el que Mamen Mendizábal desempolva algunos de los acontecimientos más sorprendentes ocurridos en España en los últimos 30 años. Su objetivo es, dice, “descubrir la historia tras la historia”, poner bajo la lupa los pequeños detalles que se vieron sepultados por los grandes titulares.

Los medios de comunicación, que tuvieron un papel crucial en el caso de Marta Chávarri, el primero que se abordará en la nueva temporada del programa, han cambiado mucho en estas tres décadas: “Somos mucho más respetuosos y menos morbosos que la televisión de antes”, sostiene la presentadora de Atresmedia, que dice ser consciente de que los avances tecnológicos son una herramienta muy útil para los periodistas, pero también entrañan algunos riesgos en la era de la inmediatez: “Los tiempos para reflexionar han disminuido, y eso puede ir en detrimento de nuestra profesión”.

Profesión que en las últimas semanas se ha visto sacudida por la crisis ocurrida en la cúpula directiva de RTVE, empresa para la que ella misma trabajó entre 2004 y 2006 al frente de 59 segundos. La historia de RTVE “es un terreno en el que da miedo meterse”, lamenta Mendizábal cuando se refiere a las “guerras politizadas” que sacuden a Torrespaña: “Me costaría hacer una Anatomía de TVE porque me temo que esa guerra está lejos de terminar”.

Otros son los temas elegidos para este segunda temporada. Anatomía de... vuelve a laSexta con Marta Chávarri, la “víctima perfecta de un juego de poder” en la élite española, y después pondrá el foco en la tragedia del Madrid Arena, “un desastre que se podría haber evitado”.

Pero la periodista madrileña también ha tirado de olfato periodístico para investigar el incidente ocurrido en la central nuclear de Vandellós en 1989, y el rescate del Alakrana, el barco pesquero que fue liberado “con la intervención de misteriosos personajes del CNI y del Gobierno”. Y llama la atención sobre dos nombres, los de Enric Marco y Tania Head: dos historias que resultaron ser un engaño.

¿Qué nos trae la segunda temporada de Anatomía de...?

Trae historiones. Todas son buenas historias que han ocurrido en los últimos 30 años de nuestro país. El objetivo del programa es descubrir 'la historia tras la historia', porque conocemos una parte de lo que ha pasado, pero muchas veces no sabemos completar lo que ha ocurrido porque nos hemos fijado solamente en el titular. Volvemos con un programa sobre Marta Chávarri. Anatomía de una foto [nombre del primer capítulo] es mucho más que una foto, es el juego de poder que hay detrás de esa fotografía, cómo Marta Chávarri fue utilizada por los hombres más poderosos del país, los que manejaban el dinero, en sus juegos de poder. Su foto estuvo guardada en un cajón durante seis meses hasta que ocurrió algo que veréis en el programa, que hizo que esa foto pasara a formar parte de la historia de España como portada de Interviú. Fue la víctima perfecta de un juego de poder.

Tras la experiencia de la primera temporada, ¿habéis puesto en marcha alguna nueva técnica para abordar los casos?

No. La primera temporada siempre sirve para ver qué es lo que más le gusta al público, lo que más te gusta a ti, y para evitar temas que sabes que después se convertirán en un escollo. Por ejemplo, para nosotros es fundamental el archivo, y por debajo del año 85 encuentras muchas dificultades. Es importante que los testigos sigan vivos, que tengas acceso a los protagonistas. Son requisitos que parecen obvios, pero son básicos para contar una buena historia: que haya imágenes y que los protagonistas te la cuenten. Nos alejamos de temas de política dura, pero sí llevamos asuntos que tocan la política.

Cuando echas la vista atrás para investigar estos casos te enfrentas a la cobertura mediática que se les dio. Visto ahora con perspectiva, ¿estamos los periodistas a la altura de lo que ocurre, o dejamos mucho que desear?

Ha cambiado todo. Las imágenes que utilizamos de la tragedia brutal de Biescas y del Madrid Arena son la mitad de la mitad de lo que se emitió. Ahora somos mucho más respetuosos con los menores, con la tragedia, y mucho menos morbosos que esa televisión de antes que estaba empezando y que iba sin control en ese sentido. Creo que ahora tenemos más límites de lo que puede hacer daño, de lo que puede herir sensibilidades y de lo que hay que proteger. No sé si ha cambiado la calidad del periodismo; creo que ha cambiado el periodismo, que ahora está muy mediatizado por las redes sociales, por el directo permanente. Los medios tecnológicos ayudan y han cambiado nuestra manera de trabajar, la han hecho más fácil, pero los tiempos para reflexionar han disminuido, y eso sí puede ir en detrimento de nuestra profesión. Darle una segunda pensada a las cosas siempre ayuda.

Somos mucho más respetuosos y menos morbosos que la televisión de antes

Mamen Mendizabal

A juzgar por lo que tú y otros periodistas contasteis en el programa de Évole sobre el 11-M, los medios de comunicación no estuvieron muy atinados en aquellas fechas, especialmente TVE. Ahora la cadena está sumida en una fuerte crisis por los enfrentamientos en su cúpula directiva. Hay tantas intrigas en Torrespaña que dan para uno de vuestros programas.

[Ríe] Ese es un terreno en el que da miedo meterse. Para que algo pueda ser contado tiene que haber terminado, y por desgracia, la historia de nuestra televisión pública, los escándalos y la confusión, la falta de objetivos: informar, entretener, generar una sociedad más culta y un territorio más unido; se pierden en estas guerras internas tan politizadas. Me costaría mucho hacer una Anatomía de TVE porque mucho me temo que esa guerra está lejos de terminar.

¿Hay alguna historia que se te haya resistido, algún caso difícil o imposible de abordar?

Sí. Hay temas con los que estoy obsesionada y no salen porque hay alguna pieza que falta. No te los voy a decir porque soy muy cabezona y no he desistido. Que no salieran el año pasado y no hayan salido este no quiere decir que no vayan a salir. Hay historias y contactos a los que hay que dejarles tiempo para que salgan. Confío en que el buen hacer dará buenos resultados.

¿Cómo convences para que hable a alguien que no quiere hablar?

Casi nunca se convence a alguien que no quiere hablar, y si le convences estás cometiendo un error. Que alguien hable sin ganas en estas entrevistas tan profundas que hacemos, te va a llevar al vacío. Yo no fuerzo a nadie para que lo haga. El resultado tampoco va a ser satisfactorio para mí. Prefiero esperar, decirle que ya conocerá el programa y verá sus resultados. Esa es nuestra mejor seña de identidad, la de un equipo que pone muchas ganas para hacer el mejor producto.

Los true crime están de moda, especialmente en el formato podcast, ¿eres seguidora de alguno de estos programas?

He seguido muchísimo a Carles Porta, su programa de TV3 nos ha llevado a los grandes crímenes, pero nuestro true crime se aleja mucho de otros. Para nosotros, el true crime es la narrativa, pero la materia prima sobre la que tratamos no tiene que ver con los sucesos sino con hechos noticiables de la historia de España que necesitan una anatomía. Lo que compartimos es la narrativa, ese ritmo frenético, la novela policíaca, pero los temas son muy diferentes. Nosotros no nos dedicamos a los sucesos sino a revisar los temas que quedaron inconclusos en los últimos 30 años de la historia de España.

Si convences para que hable al que no quiere hablar, estás cometiendo un error

Mamen Mendizabal

Desde que dejaste la actualidad diaria con Más Vale Tarde has hecho trabajos más reposados como Palo y astilla, Encuentros inesperados y Anatomía de.... ¿Te pide el cuerpo seguir en esta línea, o echas de menos el ajetreo de la última hora?

Me pide el cuerpo seguir en esta línea. Estoy muy contenta con programas como este que te permiten investigar, que te permiten dedicarles mucho tiempo y trabajar con el equipo de esta manera, asimilar talentos de parcelas que yo desconocía. Toda la vida he trabajado en la televisión en directo, en caliente, y ahora estoy disfrutando mucho y me gustaría seguir haciéndolo un tiempo porque he dedicado 25 años a la televisión y la radio en directo, así que creo que no pasará nada si no lo hago unos años. Al contrario, creo que me viene muy bien, y también viene bien a los espectadores que se renueven las caras [de la televisión] y los contenidos. Eso es muy sano para la televisión; y para los profesionales que nos dedicamos a ella. Los cambios son buenísimos si se saben aprovechar bien.

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