Wyoming lucha desde 'El Intermedio' contra la desinformación: “Se intenta confundir entre un error y una mentira”

El Gran Wyoming en el Atresplayer Day

Sergio Soriano

Atresplayer Day (Gran Canaria) —

En un ecosistema televisivo cada vez más preocupado por la confrontación política, El Intermedio celebra dos décadas en laSexta como una rara avis: sátira diaria, humor por doquier y, lo más importante, sin abandonar su esencia. Mientras tanto, El Gran Wyoming encabeza un equipo en guardia contra una desinformación que hace tambalear los cimientos de nuestro sistema de gobierno. El presentador incluso denuncia haberse visto obligado a acudir a los tribunales por “cosas que no ocurrieron”, recordando las calumnias a las que se enfrentó en el pasado.

La intención del programa siempre fue erigirse como un traductor de la actualidad a través del humor, sin diluir el mensaje. Ese papel se convierte en algo esencial a juzgar por el momento político que atraviesa el país, y el comunicador aborda precisamente esta cuestión en un encuentro con verTele y otros medios en el Atresplayer Day: “La democracia va de la mano de la información. Sin ella, no puede existir”. Además, añade una idea que vertebra su discurso: “La democracia no es un sistema electoral, es un sistema moral”.

Para justificar su planteamiento, el presentador de El Intermedio comparte distintos ejemplos del todo contundentes: campañas de difamación y manipulación para contaminar una profesión fundamental en las democracias modernas. “De mí han dicho que era cocainómano o que traficaba. Estas cosas no deberían ocurrir. Yo vivo solo de mi credibilidad”, señala. Además, hace uso de su humor irónico para insistir en que “no se puede amartillar así” por un motivo destacable: “Hay argumentos para echarle para abajo mucho más coherentes”.

El espacio nocturno de laSexta está “mirado con lupa” por su destacada relevancia: “He tenido que ir dos veces a juicio por cosas que no habían ocurrido. Esto da un índice de la calidad del programa”. Lejos de lamentarse, Wyoming se muestra positivo a la vez que comparte una doble lectura: “Eso significa que el resto está todo bien. Entonces, para mí es la prueba del algodón”. Las difamaciones acabaron en dos procesos judiciales con un mismo recorrido. No hubo condena en ninguna ocasión.

Sandra Sabatés y El Gran Wyoming en el Atresplayer Day

La judicialización como forma de desgaste

Ese mecanismo —la utilización del sistema judicial como herramienta de desgaste público— busca amedrentar. “¿Por qué el juez lo acepta? Para que te des el paseo y los medios saquen tu foto”, responde, poniendo en el centro la idea de que lo importante en estos casos parece ser el espectáculo. El presentador no pierde oportunidad para destacar que “no hubo ni siquiera sentencia”, puesto que el propio magistrado interpretó que “era una estupidez”.

En el año 2009, el periodista Hermann Tertsch demandó a El Gran Wyoming, laSexta y Globomedia por una supuesta vulneración de su derecho al honor tras la emisión de distintos sketches satíricos. El Juzgado de Primera Instancia desestimó íntegramente la demanda, argumentando que esos vídeos se enmarcaban dentro de un espacio de humor. También señaló que ningún espectador medio confundiría esos montajes con la realidad.

La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos presentó una demanda en 2017 contra el presentador y Dani Mateo por un chiste sobre el monumento. Como resultado, la Justicia archivó la querella, considerando que no constituía delito contra los sentimientos religiosos. De nuevo, se hizo hincapié en el carácter satírico de un formato de humor que gira alrededor de la actualidad. Algo similar ocurrió en 2018, cuando la Fiscalía de Madrid acordó el archivo de las diligencias de investigación por una denuncia de la Fundación Francisco Franco.

¿Por qué el juez lo acepta? Para que te des el paseo y los medios saquen tu foto

El Gran Wyoming

Democracia, información y manipulación

El papel de El Intermedio se torna especialmente relevante en el contexto actual. Para Wyoming, la mentira deliberada quiebra las bases del contrato democrático entre políticos electos y ciudadanos. Para reforzar la gravedad de lo que está ocurriendo, el comunicador califica como “terrible” la situación de Estados Unidos y apunta al error que fue el Brexit: “Ganó por muy poco margen, pero luego se demostró que la mayoría de las cifras que dieron los que ganaron eran radicalmente falsas”.

“No pasa nada, ¿cómo que no pasa nada? Algo tenemos que decir los profesionales de la comunicación. Yo desde luego lo digo. Si hubiera podido, ese referéndum lo hubiera invalidado”, asegura. Aquí es donde entra en juego el papel del humor, de la sátira, que funciona como una herramienta fundamental que el poder político no puede controlar. El Intermedio no se limita a hacer reír a los espectadores, sino que se presenta cada día como un repaso ácido que no tiene impedimento alguno en señalar las vergüenzas de aquellos que no respetan las reglas del juego democrático.

El Gran Wyoming, en 'El Intermedio' de laSexta

Verdades, mentiras y un gran peligro: la desinformación

Uno de los diagnósticos más severos de Wyoming apunta directamente al periodismo: “Se intenta confundir a la gente entre lo que es un error y lo que es una mentira”. Según su criterio, esa confusión es una de las grandes lacras de nuestros días: “Yo me puedo equivocar. Hay una sección en el programa que se centra en mis errores, ¡y es diaria! Pero una cosa es estar equivocado y otra es mentir”. En esta misma línea se pronunció en los Premios Ondas 2025: “Quiero que un periodista sea garante de la verdad”.

El problema, señala, es que se ha instalado la idea de que “la verdad es subjetiva”, como si de una opinión se tratase. Y no es así. “Un profesional que no sepa distinguir la mentira de la verdad debería dedicarse a otra cosa”, asevera, retratando a los que llevan por bandera este planteamiento: “Seguro no están de acuerdo cuando hablan con sus parejas, con sus maridos o con sus mujeres, y sí distinguen”. Es más, tiene claro que a sus hijos no les dicen que “la verdad no existe”: “Sí que existe. Les enseñan que mentir está feo”.

'El Intermedio' y su buen momento en audiencias

Sea como fuere, El Intermedio abandera los mismos valores desde el arranque de sus emisiones: “Somos un programa complementario, no competimos. Llevamos 20 años en prime time, y con el contenido que hacemos es completamente inaudito”. Para reforzar esta idea, Wyoming recuerda un mantra para esta franja en la industria televisiva: “La gente viene muy cansada, no quiere problemas. Lo que quiere es relajarse”. Sin embargo, este programa “es todo lo contrario y demuestra que la gente también quiere saber”.

El espacio de access de laSexta atraviesa un buen momento en audiencias, enfrentándose a los grandes titanes El Hormiguero y La Revuelta. Pero este buen rendimiento confirma algo esencial pese a los ataques sistemáticos: la televisión sigue siendo un campo de batalla política, aunque algunos se empeñen en cuestionarlo. Y su presentador, por muchos ataques que reciba, seguirá en pantalla luchando contra la desinformación.

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