'Masters of Sex' 3x07 Review: el paciente más sorprendente
Por Juan Carlos López SáezJuan Carlos López Sáez
El que podría haber sido el episodio más divertido y surrealista de 'Masters of Sex', ha resultado un quiero y no puedo debido a que, a pesar de tener tramas interesantes, el ritmo y un guión poco inspirado, han producido el episodio más aburrido de esta irregular temporada.
(¡Cuidado Spoilers!)
Tenemos de vuelta a Sarah Silverman, y tenemos a un gorila como paciente de Masters y Johnson, pero los guionistas no han sabido como utilizarlos en ninguno de los casos. Estos errores de guión se dan desde el gran salto temporal, que benefició a los protagonistas, pero produjo que secundarios como Betty pasaran a ser meros acompañantes, y no sepamos nada de su situación, cuando la secretaria pide a gritos más minutos desde hace tiempo..
2 mujeres contra el mundo
Descubrimos que tras el salto temporal, Betty vive una relación en secreto con Helen (Sarah Silverman), su gran amor, y que hacen frente un gran dilema para una pareja homosexual, el como tener un hijo. La única con posibilidades de poder concebir es Helen, debido a que Betty no puede quedarse embarazada, pero no se decide de que modo conseguirlo. Además, legalmente, dos mujeres solteras no pueden adoptar, ni mucho menos recurrir a tratamientos de fertilidad.
Tras descartar una fecundación in vitro que pensaba realizar la propia Betty a su pareja, recurren a un viejo amigo para que sea el donante.
Resulta curioso que Virginia sea demasiado fértil sin desearlo, y Libby (en toda la primera temporada) y Helen tengan tantos problemas para conseguirlo cuando lo desean más que nada.
Ni Virginia ni Bill saben lidiar con sus hijos, con Tessa siempre de morros criticando a su madre, y el hijo de Bill quemando su preciada colección de cromos como venganza.
El estancamiento de Libby
Parecía que Libby iba a romper con todo esta temporada, pero esta resultando ser lo contrario, no deja de dar vueltas a lo mismo, y por enésima vez, la vemos disculpándose y tratando de ayudar a su vecino, al que confesó que su mujer pretendía abandonarlo. Sino acaban emparejados, esta trama carecerá de sentido, y habrá resultado ser tiempo malgastado.
Subiendo el autoestima
Dos casos de disfunción eréctil se dan en este episodio, uno con un compañero de Bárbara (que había desaparecido hasta ahora), y otra con un gorila de un zoo.
Para el animal, Virginia y Bill recurren a su antigua cuidadora, de la que corren rumores de procedimientos poco éticos para favorecer la gestación entre gorilas. La cuidadora aconseja fomentar la virilidad del primate, y Virginia sigue su consejo, engrandeciendo mendiante elogios al animal. Pero cuando éste comienza a responder, se descubre que lo que realmente lo excita es el pecho de una mujer, obligando a Virginia a descubrir sus senos ante la atenta mirada de Bill.
En el caso del amigo de Barbara, simplemente se soluciona con la entrega de ésta para crearle un entorno agradable y sereno en el que él se excite sin prisas ni agobios.
El mareo de Dan
Josh Charles se anunció como un fichaje estrella, pero a pesar de ser amante de Virginia, y suponer una amenaza para Bill, cuando le otorgan escenas para sí mismo, parece que esta por estar. Deambula por la clínica escuchando los comentarios de Tessa sobre su madre, y persiguiendo arriba y abajo a Virginia, pareciendo lo que se conoce como un perrito faldero, y eso que prometía ser un personaje con personalidad y mucho que ofrecer.
Lo único destacable y ameno se da en el final, cuando Dan intenta sorprender a Virginia vestido de gorila.
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