'Vikings' 3x03 Review: dos reyes cuestionados y una cosecha celebrada en sangre

Por Marta AiloutiMarta Ailouti

Mientras 'Vikings' continúa de algún modo estancada en las tierras de la actual Inglaterra, a la espera de una nueva oleada que lleve a los hombres del norte por otros derroteros, la serie nos presenta este tercer episodio que sirve para poner algún punto. El destino del guerrero tiene un poco de todo, más de algún buen momento, y las primeras notas discordantes hacia el liderato de los dos hombres más poderosos de la ficción, cada uno a su manera.

(¡Cuidado SPOILERS!)

La sombra de las dudas

Y es que a medida que los norteños avanzan por los reinos de Wessex y Mercia, empiezan a surgir las dudas entre los hombres de ambos lados sobre esa extraña asociación que ha conseguido unir por el momento a vikingos y cristianos en un único bando. Sin embargo, mientras que para el rey Ecbert se trata de una sociedad totalmente provechosa e interesada, a través de la cual poder acceder al trono de la región más grande de Inglaterra, a Ragnar le mueve una motivación algo más noble. Porque para él, más allá de la ambición, se trata de sus hijos y el futuro que está dispuesto a legarles, uno en el que no haya espacio para un conflicto eterno entre las dos culturas.

No obstante, en estas, se va a encontrar una y otra vez con Floki, o tal vez contra él, que no ve posible ningún tipo de reconciliación entre sus dioses, lo verdaderos, y aquel al que llaman Cristo. Lo que más le molesta al más imprevisible de nuestros protagonistas es el hecho de estar librando las batallas que les pertenecen a otros con un saldo más que elevado. Para él y para todos. También para mí. Que pierdo con este capítulo la primera de las apuestas que hice la semana pasada. Y qué manera de perder. Torstein ha muerto. Y su muerte se merece por lo menos unas líneas.

El destino del guerrero

Sirva el título de este episodio pues, El destino del guerrero, como homenaje para él. Y es que una vez que los hombres del norte han llegado finalmente a lo alto de la colina de la Ceniza, donde se ocultan el príncipe Burgred y su ejército, es precisamente él, consciente de sus nulas posibilidades de sobrevivir, el primero en avanzar hacia los arqueros. Lo que sirve un poco como acto de distracción es en realidad el deseo de Torstein, que nos deja uno de los mejores momentos de todo el episodio, de enfrentarse a la muerte dignamente como lo que es, un guerrero, y encomendarse así a Odín, no sin antes llevarse con él la vida de alguno de ellos.

Así las cosas, después del suplicio de este personaje interpretado por Jefferson Hall y que en realidad nunca tuvo demasiado peso en la trama, aunque habrá a quien - yo me incluyo - le habría ganado por completo en los últimos capítulos, llega la conquista de Mercia en un duelo en el que los vikingos ponen el cuerpo a cuerpo y los cristianos los arqueros con una estrategia sencilla que deja en cierto modo vendido al cobarde hermano de Kwentrith, al que Ragnar perdona la vida a petición de la princesa.

Consecuencias del combate

Las consecuencias de la batalla, sin embargo, han sido otras. Por segunda vez, vemos a Floki encararse a su líder hasta el punto de atreverse a cuestionar la fe del descendiente de Odín, al que responsabiliza directamente de la muerte de Torstein y acusa de dejarse llevar por la influencia del joven Athelstan, del que siempre ha desconfiado, hacia ese Dios que no forma parte de los suyos.

Sin embargo, se olvida Floki que no es el único que ha perdido a un buen amigo. Además, como bien le recuerda el propio Ragnar, todos ellos, que escogieron estar allí y combatir a su lado libremente, están predestinados para morir un determinado día. Tiene sentido. De hecho, es más que probable, aunque puede que me equivoque, que el concepto de culpa, tal y como lo conocemos hoy propio de la cultura cristiana, no tuviera ningún sentido para los norteños, al contrario que el poder del destino.

Sea como sea, el mismo discurso que le sirve al rey Lothbrok para cerrarle la boca literalmente a Floki, no le vale minutos después para consolar a su hijo mayor, que llora por el grave estado en el que se encuentra Porunn, la otra consecuencia de este combate. Y es que nada le importa más a Ragnar, ni le vuelve más irracional a veces, que su posible descendencia. Por ese motivo dejó a Lagertha por Aslaug y por esta razón no le perdona ahora a Bjorn, con quien se comporta de manera cruel desdiciéndose por completo de todo lo dicho anteriormente, que la dejara participar en la pelea si existía una posibilidad de que ésta estuviera embarazada.

Me temo que mucho pesarán estas palabras entre padre e hijo si el destino finalmente no sonríe a la que fuera esclava, ahora guerrera. De momento el que sí tiene palabras amables y de consuelo para su sobrino es Rollo, al que esperemos que la vacante de Torstein le ceda algo de protagonismo de nuevo.

“Veo una cosecha celebrada en sangre”

Y mientras en Mercia lloran, en Wessex celebran. Lo mejor que nos ha dejado esta parte de la serie hasta ahora es el contraste entre los métodos agrarios y las bendiciones de la tierra entre la cultura cristiana y la vikinga. Lo peor, ya lo he dicho otras veces, ese perpetuo cortejo que al fin parece dar sus frutos entre el rey Ecbert y Lagertha, a la que noto algo apagada esta temporada, y que tiene lugar en unos baños romanos -donde por cierto se nombra Paris por primera vez -, bajo la tensa mirada de Judit y Athelstan, cuya atracción mutua más que evidente va en aumento y no tiene pinta de acabar de otro modo que no sea el obvio.

Por su parte, ya lo he dicho, Ragnar no es el único que está teniendo problemas de liderato en este capítulo. El rey cristiano también empieza a ser cuestionado por sus propios hombres que se impacientan ante las costumbres paganas y su resistencia a hacerles convertirse al cristianismo. Y es que para celebrar la victoria en Mercia, y más aún para asegurar el éxito de la nueva cosecha, Lagertha y los vikingos han decidido sacrificar un buey en honor al dios de la fertilidad.

Esta escena, además de devolvernos unos minutos de gloria de nuestra guerrera, con esa maravillosa interpretación, en la que se barniza en sangre mientras ora a Freyr, nos deja una secuencia, cuya estética es potentísima, que evidencia las diferencias, aparentemente insalvables, entre ambas culturas, al tiempo que nos revela el enigma de la primera parte de la profecía del oráculo sobre el destino de nuestra vikinga favorita. “Veo una cosecha celebrada en sangre”. Lo lógico, por tanto, es que lo próximo, si todo sigue un orden, sea esperar al embaucador cuya arma la atraviese.

Unas inquietantes palabras

El otro enigma que nos dejaba el episodio de la semana pasada es la identidad de este nuevo y genial personaje, divinamente interpretado por Kevin Durand, que es el vagabundo, con cuya llegada las tres mujeres de Kattegat habían tenido el mismo sueño. Su nombre es Harbard y, aparte de lo evidente, sabemos que es todo un contador de historias, casi encantador de serpientes. La única que desconfía en un principio de este merodeador es Siggy. Y quizás lo más interesante sea precisamente el intercambio de miradas entre estos dos que no terminan de fiarse demasiado el uno del otro, mientras Aslaug y Helga permanecen ajenas a toda esta situación.

Lo cierto es que Harbard asusta. Y mucho. Demasiado imprudente es la princesa al confesarle la ausencia de Ragnar y dejarse engatusar ante el modo que tiene de calmar a su hijo Ivar. Que al día siguiente aparezcan los cuerpos de dos niños muertos podría ser una extraña coincidencia, pero no lo creo. Por lo pronto Siggy decide acudir al visionario en búsqueda de respuestas. Sus palabras, que sirven para cerrar este episodio, son inquietantes y no parecen darle consuelo. “Es cierto - le dice-. Nadie os puede ayudar”.

Os dejo la promo de Scarred, el capítulo de la próxima semana, donde tras la conquista de Mercia, Ragnar y sus hombres regresan a Wessex y el destino vuelve a cruzar a los dos reyes, lo que nos da a nosotros la oportunidad de ser testigos de ese grandioso intercambio que vemos en el tráiler. Y eso sí, se espera con impaciencia:

'Vikings' 3x03 Review: dos reyes cuestionados y una cosecha celebrada en sangre 360

Sobre este blog

Etiquetas
stats