Aunque habitualmente suele recibir quejas por apoyar y amparar únicamente a periodistas vinculados con la derecha, en esta ocasión la Asociación de la Prensa de Madrid ha hecho caso al clamor en contra de los ataques a los hijos de periodistas para intentar difamar a sus padres.
El principal ejemplo, como recogimos este lunes, ha sido el de Xabier Fortes, cuyo hijo Daniel Fortes está terminando unas prácticas en RTVE y fue señalado por Carmen Sastre para acusar a su padre de haberle “enchufado”, inventándose que era con contrato y que así le favorecía de cara a las oposiciones. Incluso el Consejo de Informativos de TVE intervino, aunque sin nombrar a ninguno de los dos Fortes.
En un fin de semana en el que agitadores ultra como Javier Negre, miembros de Vox, y medios vinculados a la ultraderecha han fomentado esa campaña; otros periodistas como Esther Palomera, Isaías Lafuente y Jesús Maraña han sufrido ataques y señalamientos similares, utilizando a sus hijos y acusándoles también de “enchufismo” por sus carreras profesionales.
Así que la APM ha difundido un comunicado denunciando que “considera deleznables los ataques difundidos en redes sociales contra hijos de periodistas”. Además, y teniendo en cuenta que la campaña la inició Carmen Sastre, añade: “De manera especial, la APM deplora que sean otros profesionales quienes utilicen esa táctica, contraria al respeto que toda persona merece”.
Sin embargo, la Asociación de la Prensa de Madrid personaliza en Javier Negre, recalcando que hizo “una acusación directa -sin ningún tipo de pruebas- de que el hijo de Xabier Fortes ha comenzado a trabajar en esa cadena gracias a su padre”. Tras sólo nombrar a Negre, explica: “No es la primera vez que suceden situaciones similares, que ponen en la diana a personas que comienzan su andadura profesional y pueden ver hipotecado por ello su futuro laboral”.
Antes de concluir, el comunicado extiende lo ocurrido también a las críticas recibidas “al menos” por los hijos de los periodistas Jesús Maraña, Isaías Lafuente y Esther Palomera. Y no quita el derecho a crítica, sino que lo acota: “Las críticas han de ser realizadas con argumentos y en el ámbito del trabajo informativo y profesional, no en el plano personal y mucho menos familiar”.
El cierre del texto aclara el posicionamiento de la asociación: “La APM condena rotundamente estos comportamientos y muestra su apoyo a los compañeros aludidos”.