Nuevo naufragio del método “Casados a primera vista”: solo un final feliz
Casados a primera vista ha cerrado su cuarta temporada con la decisión final de sus protagonistas: divorciarse o seguir con el matrimonio.
Aunque fueron seis parejas las que empezaron esta cuarta edición, durante el camino y antes de la decisión final ya se divorciaron dos de ellas: la formada por Noelia y Raúl y la de Tamara y Álvaro.
Por lo que en este último programa, solo cuatro parejas decidieron si continuaban o no.
Carolyne y Sheila lo tenían claro: divorcio
Tanto Sheyla como Caroline tuvieron muy clara su decisión: firmar los papeles de divorcio. Ambas estaban de acuerdo en que lo más coherente era separarse tras no haberse esforzado en que la pareja funcionara.
Aún así, las dos aseguraban haber aprendido de la experiencia y sentirse orgullosas de cruzarse en el camino.
Dámaris y Gabriel, la inseguridad que llevó a la separación
Gabriel llegaba muy seguro de su decisión y sin saludar a Dámaris, lo que según ella, significaba que había firmado los papeles.
Él era el primero en descubrir que ella no había firmado y segundos después ella confirmaba que él sí lo había hecho.
Dámaris, dolida y enfadada, explicaba que “con la firma me demuestra que tantas ganas no tenía”. Mientras que Gabriel aseguraba que lo había hecho “por dolor, desilusión y porque ya tenía que mirar por mí”.
Alessandra y Adrián, un esfuerzo que valió la pena
Alessandra y Adrián estaban hechos un mar de nervios y necesitaron los consejos externos para tomar su decisión final.
Ella fue la primera en mostrar unos papeles que no había firmado, y después él también descubría los suyos que reflejaban su deseo de seguir.
“Estoy super contenta, no me lo puedo ni creer”, confesaba ella. “El cuento ha acabado bien, un final feliz y había empezado mal”, decía Adrián que también transmitía su felicidad.
María José y Julián, el desacuerdo con las puertas abiertas
María José y Julián vivían una decisión final agridulce ya que él estaba seguro de que ella iba a firmar los papeles de divorcio y acabó firmándolos él. Pero ella quiso seguir con el matrimonio y no los firmó.
Cuando Julián lo descubre se derrumba: “No iba a firmar pero me has confundido mucho, no sabía cómo hacerte feliz”, explicaba a su ya ex mujer. “Me ha dado una sorpresa porque ella no ha firmado. Pero para mí ha llegado tarde”, acababa concluyendo.
Aún así, ella le animaba y le decía de seguir conociéndose, aunque fuera sin anillos.