Entrevista

Javier Peña: “Hay muchas más cosas en la cocina que lo que se ve en MasterChef”

Javier Peña se dio a conocer televisivamente por su participación en Top Chef, el talent culinario de Antena 3 desde el mantiene una relación de “muy buen rollo” con Chicote y que, como él mismo nos explica, le abrió las puertas a cumplir un objetivo: “Comerse el mundo es mi sueño cumplido y realizado”.

Hablamos con el chef “televisivo” para repasar su carrera en la pequeña pantalla ahora que podemos verle cada día en Cocina al punto junto a Tamara Falcó, sobre la que reconoce que al principio “no la conocía de nada, y tampoco ella sabía quién era yo”.

El cocinero repasa con Vertele cómo se plantea el futuro de sus dos formatos, cómo ve este “matrimonio” que mantienen la televisión y la cocina, y como propietario de dos restaurantes muestra su preocupación por la pandemia: “Lo único que te planteas es decir: mira, no merece la pena, punto y aparte, y hasta aquí”.

En este matrimonio bien avenido que desde hace años tienen la TV y la cocina, ¿te consideras ejemplo de cómo formatos como 'Top Chef', en tu caso, abren puertas?

Visto así, la verdad es que toda la gente que pasó por aquellos programas está triunfando. Cada uno a su forma, y como ha querido. Yo tuve la suerte de acabar en la tele y hacer lo que yo quería, porque tampoco acabar en la tele significa que estés haciendo lo que quieres. Pero yo sí estoy haciendo lo que quiero.

Por seguir tu trayectoria televisiva, más tarde llegó 'Comerse el mundo'. ¿Ese formato era y sigue siendo como cumplir tu deseo?

Pues hilando respecto a lo anterior, yo cuando estoy en 'Top Chef' suelto la frase de que a mí me encantaría grabar un documental alrededor del mundo. Pero haciéndolo un poco a título personal. Esto lo recogió alguien, y años después en una reunión en Madrid con la productora, se me propuso y me acuerdo que me pusieron esa frase en una pantalla para decirme que si quería cumplir ese sueño. A veces los astros se alinean.

'Comerse el mundo' es mi sueño cumplido y realizado. Y esperemos que siga, si todo va bien con el tema del coronavirus que tenemos encima.

¿En qué estado se encuentra ahora mismo?

De momento la tercera temporada la hemos dejado a medias. Nos faltan ocho programas tovadía, solamente tenemos grabados cinco. Que además para la tercera temporada renovamos con tres programas más, y en vez de diez serán trece. Pero está parada. A TVE le ha gustado mucho el formato, esta temporada hemos querido ser más auténticos todavía, y evidentemente yo con 'Comerse el mundo' tiro para adelante [ríe]. Espero que dure muchos años.

¿Es compatible con 'Cocina al punto', donde podemos verte actualmente en La 1?

Es compatible, pero no teniendo el mismo formato que tenemos ahora en verano. Estamos en un formato de 50 minutos, que no creo que lo tenga ningún programa de cocina similar a esas horas. Es verano, hemos querido también hacer un guiño al productor español, al turismo español, a los cocineros españoles, y por eso nos alargamos y nos extendemos un poquito más. Pero yo creo que para el futuro, si siguiera, sería un poquito más corto. Aunque eso es un suponer.

La nueva temporada televisiva empieza ya, ¿sigue 'Cocina al punto'?

Puedo decir que hemos renovado un mes más. El formato estaba hecho para este verano, como un formato fresquito con presencia como decía de ciudades, productores y demás españoles, y hemos renovado por un mes más. Así que estará en pantalla yo creo que hasta mediados de octubre. Y a partir de ahí, no tengo ni idea.

¿Es buena señal para que pueda seguir adelante?

Sí, la verdad. La franja de TVE en ese horario estaba bastante floja. Nosotros hemos empezado piano piano, despacito, y hemos logrado fidelizar y cada vez va subiendo un poquito la audiencia. Tenemos mucha esperanza de que en septiembre, cuando todo el mundo vuelve de vacaciones y ve más la televisión, terminemos de afianzar y subir un par de puntitos más. Por ese lado, trabajo que no falte. Lo haremos lo mejor posible.

¿Qué te está suponiendo y aportando a ti este tipo de formato?

Es un trabajo durísimo, más que nada porque normalmente este tipo de programas se graban en dos-tres días los de toda la semana, pero claro yo grabo esos dos-tres días en Madrid, y luego me voy a dar vueltas por España. Así que tengo el cuerpo... [Ríe].

Y luego además lo compatibilizo con mi restaurante. Uno de ellos lo tengo abierto, el otro no, así que cuando llego a Valladolid también me toca trabajar. Estoy que me duelen hasta las pestañas [ríe de nuevo].

¿Cómo ves a Tamara Falcó, se nota el nivel que se adquiere en 'MasterChef'?

A ver. Lo primero, tengo que decir que yo a Tamara no la conocía de nada. Yo de tema corazón y personajes del corazón, ni idea. Así que yo a Tamara la he tratado desde el primer día como una persona. Y eso me vale para haber conectado con ella. Me costó nada, una semanita. La primera semana de rodaje, y luego ya hemos empezado a funcionar bastante mejor. Tampoco ella sabía quién era yo a nivel cocineros, quizás se movía más en las “altas esferas” de los cocineros, por decirlo así [ríe].

Y sobre 'MasterChef', bueno, no nos olvidemos que es un show de cocina. Se aprende lo que se aprende, evidentemente. Hay muchas más cosas en la cocina que lo que se ve en 'MasterChef'.

Lo bueno que tiene Tamara es que le gusta la gastronomía. Y que le gusta cocinar, y que encima le gusta aprender. Y a mí enseñar me encanta, así que el programa va solo en ese sentido. A mí me gusta enseñar todo lo que hago, creo que es lo más bonito que le puede pasar a un cocinero, mostrar sus habilidades. Y Tamara está aprendiendo, siendo en parte como si fuera un espectador que lo está viendo y está cocinando conmigo. Con Tamara ha habido muy buen rollo desde el principio.

¿De cara al futuro, qué te gustaría hacer en televisión?

Es que yo creo que la cocina tiene el recorrido que tiene, vamos a ser sensatos. Puedes hacer el pino-puente con la cocina, pero con un sentido. Yo soy una persona que si me gusta el proyecto lo cojo, y si no me gusta absolutamente nada no lo cojo porque no me veo. De momento me veo en lo que estoy haciendo, y el futuro ya veremos. Pero creo que tendría que ir muy encaminado a 'Comerse el mundo' y a hacerlo muy auténtico, que cada vez sea más como ese aventurero que se mete dentro del meollo y quiere ver la gente.

Tienes dos locales en Valladolid. ¿Cómo estáis llevando esta época tan dura por el coronavirus?

Pues está complicado, si soy sincero. Tras ver lo que ha dicho el Presidente, por mí lo dejaba. Estoy preocupado porque no tenemos un aviso de cuándo va a terminar. Si supiéramos que el 15 de septiembre podemos empezar a funcionar, te puedes plantear cosas. Pero ahora mismo no te puedes plantear nada. Lo único que te planteas en ese sentido es decir: mira, no merece la pena, punto y aparte, y hasta aquí. Porque lo que nos va a pasar es que vamos a estar dos años muy jodidos. Porque el que piense que después de todos estos meses se va a abrir y va a volver todo igual... Tiene una visión muy diferente a la mía.

Chicote, que te “juzgó” en 'Top Chef', también lo está pasando mal y ha tenido que cerrar por un caso positivo. ¿Mantenéis el contacto? ¿Es verdad que en general hay buen rollo entre los cocineros?

Lo de Chicote me ha dado mucha pena. Me enteré el otro día, y además con él tengo muy buen rollo. Desde que salí del programa tengo muy buen rollo, y me ha dolido un montón que le haya pasado eso. Porque encima lo primero que piensas es que te puede pasar a ti.

Y sí, suele haber bastante buen rollo. Suele. Yo es que soy muy buenrrollista, entonces tampoco busco el mal rollo. Cuando voy al restaurante de un amigo no voy buscando el criticar, sino que sé el trabajo que hay detrás, y no suelo ser de los criticones. Valoro mucho lo que se está haciendo.

Con Chicote compartes también tu pasión por el rugby. ¿Los valores del deporte son importantes para la cocina, y para la televisión?

Lo que te enseñan en el rugby vale para todo, sobre todo para la vida. Compañerismo, esfuerzo, sacrificio... Todas esas cosas son aplicables a cualquier ámbito de la vida, y da igual en la tele, en la cocina o en lo que sea. Y yo lo llevo muy en boga, sí.