Paloma Zorrilla, tras dejar Vox: “El partido es una vergüenza, no creen que una mujer pueda tener ideas propias”
“Están resucitando la Inquisición”, ha declarado la abogada a eldiarionorte.es. “Una verguenza. Me parece de dictadura tercermundista, más propio de una secta. Vox es un timo, una estafa. No creen que una mujer pueda tener ideas propias”.
Paloma Zorilla, habitual de programas de Telecinco, laSexta o Trece, llevaba dos semanas como militante y era una de las caras conocidas del partido en Navarra. La letrada y su marido José Miguel Gurrea presentaron su baja del partido de Santiago Abascal el pasado jueves 7 de febrero, tras recibir la abogada una denuncia por la actividad profesional de su pareja.
La sanción se impuso por el hecho de que el esposo fuese propietario de una clínica ginecológica en la que, entre otros servicios, se practican abortos. La contertuliana ha reivindicado su “clara trayectoria en defensa de la vida, bastante más larga que la del partido de Santiago Abascal”. “Soy una persona independiente, con ideas, vivo de mi trabajo en mi despacho de abogados y estoy casada en régimen de separación de bienes con mi marido”, ha añadido.
“Sorprendida” y “humillada”
La exmilitante de Vox se ha mostrado aún “sorprendida” por el expediente, ya que “oficialmente nadie me ha notificado nada”. Un amigo fue quien le avisó de la apertura del procedimiento sancionador, y llamó al presidente de la Comisión Gestora en Navarra. “Javier Horno me confirmó que me llegaría el expediente, que era una cosa muy delicada. Que les parecía que como soy una persona muy mediática estar casada con quien estoy podía ser un escándalo para los afiliados”, ha asegurado.
Paloma Zorilla ha insistido en expresar su malestar, al haberse sentido “humilllada como persona, como mujer”. “Es antijurídico”, ha exclamado, “debe de creer que una mujer piensa igual que su marido desde que se casa. Es repugnante”.
Respecto al motivo de la denuncia, ha explicado que en las 100 medidas propuestas por el partido en su página web, dicen sobre el aborto que “quieren sacarlo de las prestaciones de la Seguridad Social, pero no hablan nada de derogar la Ley de Zapatero, y mi marido tiene una clínica privada, así que no sé dónde está la incoherencia”.
La clínica ginecológica en cuestión ha sido objeto de boicot por parte de grupos ultrarreligiosos, explicación que para la abogada es “más coherente” que la de ultraderecha: “Estoy convencida de que ni Le Pen en Francia, ni Salvini en Italia harían esto, es patético”.