Una periodista de 'El programa de AR' consigue refugio en Ucrania en el búnker de una familia

Putin ha atacado Ucrania esta madrugada. Según ha indicado esta mañana el presidente ruso, el objetivo de la operación militar “es proteger a las personas que han sido objetivo de intimidación y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años”. Un genocidio que desmienten tanto Ucrania, como la UE, la OTAN y Estados Unidos. Las cadenas de televisión han desplegado sus coberturas para poder informar sobre la última hora que se está viviendo en el país atacado.
En el caso de El programa de AR, ha conectado en directo tanto con su reportera Sol Macaluso, como con un joven ucraniano que vive a 30 km de la frontera con Rusia. “Estamos intentando procesar lo que estamos viviendo, porque está siendo surrealista en estos momentos”, ha reconocido la periodista a Patricia Pardo, “estamos intentando mantener la calma”. “Afortunadamente, nos ha acogido una familia ucraniana de este vecindario”, ha añadido, “nos están dando provisiones”.
Macaluso ha explicado que la familia vivía en varias viviendas cercanas pero que, “a partir de los bombardeos de esta noche, han decidido reunirse en una sola”. Casa que han elegido “porque tiene búnker”. En ella conviven con varios niños pequeños.
“Al preguntarles cómo se sienten, lo primero que cuentan es que están sorprendidos”, ha compartido, dado que “nunca pensaron que Putin pudiera llegar tan lejos”. A su vez, ha indicado que realmente “sólo les importa la seguridad de sus hijos”.
“Tengo mucho miedo”
El Programa de AR ha entrevistado también a Vlad Beskorovayny, un joven local que vive a tan sólo 30km de la frontera con Rusia, y que está ejerciendo de fixer con el equipo del programa. Se trata de una figura que ejerce de guía e intérprete para ayudar a periodistas a establecer contactos y orientarles en la zona. De hecho, fue él quien acompañó a los compañeros a un lugar para refugiarse durante el ataque ruso.
“Todo está bajo presión”, ha señalado, “aquí la gente se está preparando para salir a otra ciudad, al extranjero. No quieren quedarse aquí”. “Tengo mucho miedo”, ha confesado, “ya fui testigo de la guerra de 2014”. En su caso, cuenta con un búnker familiar en su garaje, donde en este momento se encontraba almacenado su coche. Preguntado por el apoyo que espera de la OTAN, ha sostenido que “no nos ayudarán con los militares. No van a luchar por nosotros contra Rusia”.
