La respuesta de Fernando Simón a si es de derechas o de izquierdas: “Creo que se me nota”

Cuando se cumple un año de la declaración del Estado de alarma para hacer frente al Covid-19, Lo de Évole entrevistó a Fernando Simón, uno de los protagonistas de estos últimos 12 meses en nuestro país. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAES) del ministerio de Sanidad, y responsable de la gestión de la pandemia, hizo balance de la gestión en general y de su trabajo en particular.

Jordi Évole le preguntó por la obligatoriedad o no del uso general de mascarillas, la falta de equipos de protección para el personal sanitario y la vacunación de las infantas, entre otras polémicas, pero también por su ideología política, su aspecto físico y hasta su sueldo.

Además, el experto también reflexionó sobre lo que ha sido para él pasar, de la noche a la mañana, de ser un funcionario semidesconocido a uno de las personas más conocidas del país. Habiendo vivido su “particular Gran Hermano” como dijo el presentador, hasta respondió si participaría en algún reality.

“Fue muy dura la semana anterior al 13 de marzo”

Évole pidió a Simón que hiciera memoria sobre lo que vivió la semana anterior al 13 de marzo: “Fue una carrera por conseguir información para tomar unas medidas que hasta dos o tres días antes eran impensables. Fue una semana dura para todos los trabajadores sanitarios de España”, explicó el entrevistado.

Preguntado por el momento exacto en el que tomó consciencia de que había que tomar esas medidas drásticas, lo tuvo claro: “Entre el 8 y 9 de marzo supimos que había que cambiar la forma de funcionamiento del país por salud. Eran decisiones muy duras, confinar a la gente en sus casas y controlar libertades individuales. Fue muy duro”, reiteró.

También rememoró la reacción de Pedro Sánchez al ser informado de lo que había que hacerse: “Recuerdo una respiración profunda del presidente, asumir la posición de jefe del estado y decir que si hay que hacerlo a ver cómo lo hacemos. Yo cambié mucho mi forma de percibir a los gobernantes, en ese momento les admiré”, confesó.

La ideología política de Fernando Simón

Évole señaló a Simón que su figura se ha polarizado mucho, que para la izquierda es casi alguien “intocable” y para la derecha es casi un “inútil”. Una opinión que no compartía el epidemiólogo: “Creo que es un discurso que usan para la confrontación política pero no lo es lo que piensa la población”, explicó. “Cientos y cientos de personas me han parado en este año y pico y solo dos me han dicho algo desagradable”.

Tras hablar de su gestión con la crisis del Ébola con el PP, y ahora con el coronavirus y el PSOE, Évole quiso saber si Fernando Simón es de derechas o de izquierdas. Una pregunta que hizo sonreír al entrevistado: “Creo que se me nota. Soy muy social, tenemos que preocuparnos por las personas que tienen necesidades. Evitar pensar en dos grupos distintos, somos una población, y no entiendo cuando parecen de otra especie los grupos con menor nivel económico. Creo que tenemos que romper ese círculo vicioso”, subrayó.

Sobre su aspecto físico: “Me aburro en las peluquerías”

En la línea de las preguntas personales, Évole señaló que su imagen había sido una de las claves de alzarlo como uno de los protagonistas del año, ya que no es habitual ver en ruedas de prensa a alguien vestido de calle y sin peinar. Algo que Simón normalizó: “Deberíamos empezar a pensar que las personas, los que salen en los medios, son más normales de lo que mucha gente se piensa”.

Y añadió algo muy claro: “Yo soy como soy y si me piden que comunique lo haré siendo Fernando Simón. No intentaré nunca ser otro. No creo que sea buena uniformar a los comunicadores. Un exceso de estandarización porque se acaba diluyendo la personalidad de los que comunican”.

Sobre su pelo, desveló curiosidades de juventud: “Hasta los 15 años tenía el pelo muy lacio y de repente se me rizó, como si me hubiera hecho la permanente, y se me hizo muy difícil peinarme y lo dejé. Me aburro en las peluquerías. Intento ir poco”.

Su sueldo, los realities y la fama

No dudó en detallar el ritmo de trabajo que ha sufrido junto a su equipo, al ser preguntado por si le había compensado económicamente: “Hemos trabajado un promedio de 14 a 16 horas los siete días de la semana, si los fines de semana valen más y la noche también, he estado trabajando lo equivalente a 2 o 3 años de trabajo, en horas”. A lo que añadió: “Ahora seguimos trabajando entre 12 y 14 horas diarias, cuando estamos en el periodo relajado. Estoy haciendo mi trabajo por la población de mi país, eso es lo único que pienso. En la parte económica, no tengo problemas de no comer a final de mes. No necesito que nadie me haga rico”.

Tras esa reflexión, confesó: “Yo estoy muy cansado, muy cansado. Quemado desde el punto de vista físico como mucha gente de grupos sanitarios. Pero psicológicamente lo aguantamos. Es cuestión de conocer tu trabajo, tu responsabilidad y aceptar a donde puedes llegar. Entender que si eres el responsable de hacer esto hay que acabarlo, no vale bajarse del barco de cualquier manera”.

Preguntado por si echará de menos la fama cuando acabe todo: “La fama será adictiva para otros, para mí no. Nunca me ha llamado la atención la fama y nunca he sido adicto a nada”. Mucho menos, entonces, aseguró que aceptaría participar en un reality: “Ni loco. Estuve con Calleja y si alguien me ofrece una actividad de las que a mí me gustan en sitios que me gustan, podría. Pero realities no”.

Para finalizar, Évole le preguntó cómo le gustaría que le recordaran: “Me gustaría que se olviden de mí, no creo que mi persona tenga mayor misterio e interés”, zanjó.

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