'Salvados' relató la versión sobre la muerte de Alejandro Jiménez Cruz contraria a la de la Legión

Salvados

Paula Hergar

La entrega de Salvados de este domingo en laSexta intentó volver a hacer justicia a la verdad, con un nuevo caso que añade a su historial de programas que remueven consciencias. Para ello, en esta ocasión, Gonzo se adentró en la Legión para conocer qué pasó con Alejandro Jiménez, un joven que murió durante unas maniobras en 2019.

El legionario recibió el impacto de una bala durante dichas maniobras. La versión oficial, sostenida por toda la compañía a la que pertenecía el fallecido, era que la causa fue un desafortunado accidente. Un relato que no se ajustaba a lo que declaró uno de los testigos, el también legionario Fran Jordi.

Con este compañero del fallecido, y presente en esas maniobras, habló el presentador para escuchar por primera vez en televisión la versión que contó a la Guardia Civil: “Cuando él [Alejando] estaba tirado en el suelo inconsciente, intentaban reanimarle, me gritó el sargento diciendo '¡No llores maricón de mierda que aquí has venido a morir y si no te vas a trabajar al Mercadona!'. Esa reacción no me la esperaba”, lamentó.

Ese mismo sargento fue el que, según la versión de Jordi y del padre del fallecido, disparó la bala que acabó con la vida del joven de 21 años: “Me dijeron que mi hijo había tenido muy mala suerte, que una bala había rebotado, le había entrado por la axila, justo por donde no protege el chaleco”, versión que mantuvieron hasta que el forense le contó la verdad.

“Le llevan mintiendo desde el minuto cero”, empezó diciéndole tras la segunda autopsia. “El sargento empieza a tirar el abanico y uno de esos tiros salió del fusil del sargento cuando el ejercicio había terminado, y uno de esos balas le entró por el pecho a mi hijo y le reventó” explicó el padre.

Mientras Jordi confesó que “el capitán nos pidió que mintiéramos sobre nuestras posiciones a la Guardia Civil. Nadie se atrevía a desacatar la orden ilegal del capitán. Por temor a represalias a mi integridad física, a delatarles sin pruebas, era un simple soldado”. Aunque fue el único que empezó a grabar las conversaciones para acabar entregándoselas a los encargados de investigar la muerte de su compañero.

Finalmente, el padre señaló las consecuencias del caso: “Todos absueltos menos el sargento, que por matar a un chaval de 21 años, le cayeron 2 años y 8 meses. ¿Dónde está la justicia? La justicia militar no existe. Se equivocan de aplicar una justicia de otro régimen, de cuando eran dioses en este país. Lo mismo Defensa se cree que hace bien defendiendo a la institución, no, la estás manchando”, senteció.

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