Un soltero de 'First Dates' rompió mobiliario para conquistar a su cita: “No os enfadéis, por favor”
Sara llegó a First Dates con ganas de encontrar una pareja, con la mente abierta, que no tuviera problemas porque ella se dedicara a su canal de erótico. Por lo que el programa le presentó a David que buscaba una relación abierta y complicidad sexual.
El primer impacto gustó a los dos, que se sentaron en la mesa con ganas de conocerse. Ambos coincidieron en que el ser humano no está hecho para ser monógamo ni fiel, por lo que en eso se entendieron. Igual que él no tuvo reparo cuando ella le explicó que hacía contenido online subido de tono con el que ganaba 1.000 euros al día.
Pero parece que fue lo único en lo que coincidieron porque en el resto eran muy distintos. Si ella aseguraba ser “muy casera y pasar el 90% del tiempo en su hogar”, él lamentaba escucharlo porque no paraba quieto en el exterior.
Ella aseguraba que le gustaba la música, pero ni bailar y mucho menos el reggaetón. Algo con lo que él aseguraba sentirse totalmente identificado porque había crecido escuchándolo y bailándolo. Por todo ello, aunque él seguía deslumbrado por ella, la joven notaba decaer su interés.
Pero se dieron una última oportunidad en el reservado, donde jugaron con las Bolas del Amor. Ella abrió una y en el papel decía que recibiera un beso en la parte del cuerpo donde le gustara más. Algo que él no tardó en decidir y le dio uno en los labios. Cuando le tocó el turno a él y cogió una bola, se le complicó el abrirla y decidió tirarla al suelo y romperla: “No os enfadéis por la bola rota, por favor, que no se abría, tío”, decía entre risas en los totales.
“Dame un beso picante”, leyó pero ella se negó. Y es que, en la decisión final, Sara confesó que no “sentía una atracción física grande”. Por lo que se negó a leer más bolas y a tener una segunda cita con David: “Necesito que me nazca mucho el interés por alguien para seguir conociéndolo y forzarlo no sale bien”, respondió quizá por “forzar” la bola del amor.