'Supervivientes 2025' expulsó a una de sus influencers y vivió el peor reencuentro de pareja que se recuerda
La sexta entrega de Supervivientes 2025: Conexión Honduras cumplió el deseo de Gala Caldirola: convertirse en la tercera expulsada definitiva de la edición. La influencer llevaba días rogando su salida y, por fin, este domingo la audiencia la ha hecho realidad.
En el otro lado de la moneda estuvo Laura Cuevas que vivió una pesadilla al reencontrarse con su marido. Una visita que suele ser muy celebrada por los concursantes - como Almácor y su novia la pasada semana-, pero en esta ocasión discutieron sin parar. Convirtiéndose en el peor reencuentro que se recuerda hasta la fecha.
A la espera de la unificación, el próximo martes, Álvaro Muñoz Escassi decidió que fuera Laura Cuevas la que se marchara a la otra Playa para “compensar” equipos. Una noticia que, tras la mala pasada con su chico, le dio una alegría.
Gala, tercera expulsada definitiva de 'Supervivientes 2025'
Gala, Manuel, Nieves y Makoke eran los habitantes de Playa Misterio de esta semana, tras el destierro de la viceversa el pasado jueves. Los cuatro jugaron la prueba de líder y la ganó la ex de Kiko Matamoros, por lo que se convirtió en inmune.
Así, se jugaron la continuidad Gala, Manuel y Nieves. De los que solo la viceversa transmitió sus ganas de marcharse: “Yo no puedo más, estoy agotada. Le pediría a toda la gente que me quiere que no me salve y deje a mis compañeros porque se lo merecen y para mí sería un premio acabar hoy este ciclo”.
“El primer salvado de la expulsión es Manuel”, anunció Sandra Barneda y él lo celebró. Minutos más tarde, la presentadora sentenciaba: “La audiencia ha decidido que debe continuar en la aventura Nieves”. Por lo que el público cumplía los deseos de Gala.
“Estoy feliz. Necesito abrazos de mi familia, estar en casa, reencontrarme con mi hija. Es todo lo que necesitaba. Estoy muy agradecida”, decía ella con toda su alegría. Preguntada por las razones reales de su cansancio: “Hace un par de años tuve crisis de pánico, me traté, logré estar bien y estos últimos años decidí volver a los realities. Este es el tercero en un año y medio. Aunque física y emocionalmente tenía ganas de estar aquí creo que no estaba preparada. Ha sido mucho más duro de lo que imaginaba, he tenido ansiedad, miedo...” respondió.
Laura Cuevas y su marido, el peor reencuentro de pareja
Carlos Calderón, el marido de Laura Cuevas, había estado viajando durante muchas horas para llegar de España a Honduras y “enfrentarse a la realidad de su matrimonio”, explicaba Barneda.
Cuevas no sabía que su marido estaba escondido y fue respondiendo a varias preguntas para abrir puertas con comida. La última fue sobre lo que se encontró su marido el pasado verano. “Nos habíamos dado un tiempo y yo estuve haciendo mi vida como él, y me vio con otro”, explicó la joven. Le dejaron abrir la tercera puerta y se encontró con su pareja.
Ni se dieron un abrazo y menos un beso. Lo primero que soltó él al verla fue: “Sigues mintiendo. Estábamos juntos cuando te pillé. No paras de mentir en todo menos en que no haces nada con tu vida”. Ella se puso a la defensiva: “Este verano sí nos estábamos dando un tiempo. Viniste cuando empecé a hacer mi vida”.
Y empezó una lluvia de reproches imposible de frenar para la presentadora. Él le recriminaba la forma de hablar sobre él: “Me estás dejando como una mierda, porque yo estoy fuera por trabajo, lo que tú no haces. Saca tu vida laboral que no tienes ni 5 minutos cotizados. Que te pago todo yo. Yo estoy estudiando y trabajando. Yo me desvivo por ti”.
Pero Laura tenía otra versión: “Nunca tienes tiempo para mí y me quedo en casa encerrada. Llevo una vida de mierda que no tengo ganas ni de levantarme. La relación de pareja ¿para cuándo? Lo único que he dicho es que quiero cambiar mi modo de vida, pero no que seas tú el malo”.
Aunque Barneda intentó hacerles entrar en razón, que se escucharan, que se entendiera, no fue hasta que les dijo que debían despedirse cuando pararon los gritos. Se abrazaron y ella se derrumbó. Se separaron y cuando ella llegó junto al resto de compañeros pidió que la echaran que se quería volver a casa: “Me quiero ir de aquí, que me echen este jueves. Ya he vivido la experiencia y estaré agradecida por la oportunidad, toda mi vida”, lamentó llorando.