Probamos los juegos de 'Supervivientes' y su 'cerebro' se defiende de la sombra del tongo: “La culpa siempre del árbitro”
Todo amante de los juegos de mesa, de los rompecabezas y puzzles, o incluso de los arcades y videojuegos, ha soñado o imaginado alguna vez con convertirse en desarollador o diseñador de sus propios pasatiempos o retos. Estanislao Pérez, actual guionista de juegos de Supervivientes All Stars, nunca pensó que acabaría teniendo la oportunidad de transformar uno de sus principales hobbies en su oficio y, mucho menos, a la gran magnitud que exige uno de los formatos más grandes y exitosos de la televisión.
En los últimos años, Supervivientes ha dado un claro golpe de timón, otorgando un mayor protagonismo a las pruebas físicas a las que se enfrentan los concursantes edición tras edición. En esa intención de conceder todo el protagonismo a lo que ocurre en Honduras, una de las premisas con las que Cuarzo asumió en 2024 la producción del reality de Mediaset en relevo de Bulldog TV, el programa presentado por Jorge Javier Vázquez celebra en cada temporada dos o tres juegos en cada gala semanal emitida en directo en Telecinco.
Así, en Supervivientes 2025, entrega emitida durante la pasada primavera y en la que Borja González se llevó la victoria, la productora creó un total de 106 juegos a lo largo de los tres meses de estancia de los robinsones en la isla. Un trabajo de magnitudes faraónicas que sólo es posible, por un lado, gracias a una meticulosa planificación, organización y coordinación, como veremos en este reportaje, y por otro, a la plena disposición y cooperación de una sección propia en la que figuran 15 personas.
“Dentro del departamento de Taller hay de todo: hay soldadores, pintores, carpinteros, electricistas... Todos saben de todo, pero luego siempre hay uno que sabe un poco más de cada especialidad”, nos explica Estanislao Pérez, al que pillamos manos a la obra durante la visita de verTele a los Cayos Cochinos, preparando uno de los juegos de Supervivientes All Stars que tuvimos incluso la suerte de probar antes que los participantes, tal y como explicamos al final del artículo y te avanzamos en el siguiente vídeo.
Ángeles Villamarín, directora de Producción de Cuarzo, nos aclara que en esas 15 personas, además de los trabajadores de Taller que construyen los juegos, se incluyen también a los compañeros de Arte que “embellecen” las estructuras y plataformas utilizadas, y a una persona de Producción encargada de conseguir los materiales y herramientas, como maderas o clavos, para la puesta a punto de los retos. “Siempre nos intentamos ayudar, porque a lo mejor Arte tiene mucho trabajo y Producción menos, o viceversa, y nos ayudamos los unos a los otros”, explica Pérez.
Estanislao Pérez [que se nos presenta como Estanis, tal y como se refieren a él todos sus compañeros] capitanea todo ese equipo de la mano de Leonardo Cancu Coplin, jefe de Taller conocido como Eddy dentro del equipo. Digamos que Estanis es el cerebro de las pruebas de Supervivientes y Eddy su brazo ejecutor. “Somos teoría y práctica, porque yo creo que así los montajes son más fáciles. Eddy lleva aquí unos 10 años. Él hizo desde el primero al último, ha hecho miles de juegos. Yo llevo aquí desde 2024, desde que entró Cuarzo”, recuerda el joven, que empezó siendo redactor en playa en Supervivientes 2024 y asumió el cargo de guionista de juegos de forma inesperada en Supervivientes All Stars 2024 tras la salida de su predecesor.
“Había una persona que estaba en mi posición. Esa persona tuvo que irse, en ese momento había que sustituirle y me tocó a mí. Y desde ahí me quedé. Ahí se abrió una ventana que a mí personalmente, más allá de lo profesional, me gusta muchísimo. Me gusta muchísimo crear juegos, probarlos, intentar cosas nuevas... Soy una persona que de base practica mucho deporte, deportes muy distintos. Me gusta todo lo que son arcades, juegos... siempre me ha gustado. Aquí se presentó la oportunidad de crearlos y, vamos, sin pensarlo fui a por ello”, declara entusiasmado el madrileño, vinculado a Cuarzo desde 2022, participando de otras producciones de la compañía (como La isla de las tentaciones) antes de desembarcar en Supervivientes.
Los juegos de 'Supervivientes', condicionados por el directo
Estanis explica que su trabajo en Supervivientes arranca en Madrid siempre un mes y medio o dos antes del arranque de la edición, ideando y planificando las pruebas de las primeras semanas de concurso. Hasta Honduras se traslada a 15 ó 20 días del estreno para ultimar sobre el terreno los preparativos de la primera gala en la que se suele inaugurar la aventura con un espectacular juego de enormes dimensiones que busca sorprender y enganchar al espectador. Para la versión española del formato el reto es mayor que en ningún otro país del mundo, ya que es la única adaptación de la franquicia que emite el programa -y sus pruebas- en directo y en tres noches diferentes de la semana.
Ambos factores condicionan evidentemente la producción de las pruebas pero, sin duda, el de que su realización sea en vivo es el más determinante, puesto que hay que adecuar su duración a la escaleta de cada emisión: “Fuera no tienen tantos problemas, aquí tenemos que ajustarnos a todo. Por eso cada juego tiene un montón de condicionantes, de quitar un pie, un brazo, etc., para que se pueda ir resolviendo”, recalca Juanra Gonzalo, director general de Cuarzo, enumerando algunas de las formas empleadas para agilizar la conclusión de los desafíos. “Hay que calibrar el juego para que esté más o menos ajustado al tiempo del programa”, añade Estanis sobre unos retos que no suelen superar los 10 minutos de duración.
Y ahora llega una de las preguntas clave: ¿de dónde surgen las ideas para llevar a cabo tantos y tantos juegos diferentes cada año? Pues bien, Pérez revela que hay, al menos, tres posibles fuentes: las pruebas originales creadas por él y por su equipo, las pertenecientes al “catálogo” del propio formato Survivor y las de otros programas de aventura que se replican y adaptan a las circunstancias propias de la producción en los Cayos Cochinos. “Suelo fijarme más en otros formatos de otros países que en juegos de otras ediciones de Supervivientes, porque esos suelen ser juegos que ya se han hecho aquí”, presume el joven, asegurando que, pese a ello, sí que han conseguido “traer juegos muy grandes que se hacen en el Supervivientes de Estados Unidos o en el de Australia”.
El guionista, que asegura que su equipo tiene “toda la libertad” para hacer los juegos que considere y que no existe “ningún tipo de imposición” por los responsables del formato Survivor, desvela entonces cómo es el momento de 'venderle' las pruebas pensadas a sus jefes, tanto al citado Juanra Gonzalo como a Ángel Ludeña, director de las galas en Honduras. “Ellos no les dan más importancia a que sea un juego de un formato Supervivientes o no. Si les gusta el juego, les gusta el juego. Da igual que sea de un formato, de otro, que sea 100% mío o que sea 50-50. A ellos, si les gusta el juego, lo hacemos”, declara.
'Supervivientes', entre las pruebas originales y las adaptadas
Respecto a los que se traen de fuera, Pérez asegura que “siempre se adaptan” porque de verlo por televisión a hacerlo tú mismo “hay todo un mundo”: “Nosotros solo vemos una imagen, nadie viene a contarnos cómo se construye ese juego. Entonces tenemos que adaptarlos a nuestros materiales, a nuestro tiempo, a nuestra gente, a todo”. “Es que aunque todos los juegos estuvieran en el formato, luego cada producción es de una manera. Esta producción tiene la particularidad de que todo el reality y los juegos se desarrollan en una isla y el taller está en el continente”, aporta David Cardona, subdirector de Producción Ejecutiva del Área de Entretenimiento de Mediaset, también presente en Honduras durante nuestra visita.
El directivo recuerda así, como desarrollamos en este otro reportaje, que Supervivientes se graba en Cayo Menor, uno de los 15 cayos que conforman los Cayos Cochinos, mientras que el hotel donde se hospeda el equipo, y en el que se encuentra el taller de construcción del programa, se ubica en la ciudad costera hondureña de La Ceiba. “Por ese pequeño matiz, para montar nuestro equipo un juego que hayan visto en otro territorio, dicen: 'Vale, muy bien. ¿Pero esto cómo lo armamos nosotros?'. Puedes ver la dinámica del juego pero luego tiene que adaptarse a su realidad”, añade Cardona, explicando que uno de los hándicaps extra que se encuentran es el de trasladar los materiales y las estructuras premontadas a través del mar mediante las pequeñas embarcaciones de las que dispone la productora.
Entre los juegos originales creados por Estanis y su equipo, el guionista recuerda una prueba de la pasada edición en la que, al estar patrocinada por Donuts, llenaron toda la playa de flotadores en un reto que a la vez servía como promoción: “Desarrollamos un juego original en base a esa acción comercial”, afirma Pérez, que también reconoce haberse inspirado en algún juego de 'arcade' que luego llevó a la vida real: “Era una mesa repleta de agujeros en los que tenías que subir una pelotita. De hecho, había incluso un reto parecido en Instagram en pequeña escala. En Instagram hay muchos retos a pequeña escala que luego tú lo piensas en grande, lo desarrollas, y de ahí puedes sacar un juego”, añade el responsable, apuntando a los videojuegos también como “una buena fuente” de la que aprender, de cara a diseñar futuros retos para el programa de Telecinco.
Un tipo de juego para cada prueba o gala de 'Supervivientes'
Una vez ideados y aprobados por los directores, toca distribuir los juegos en 'nevera' a lo largo de las tres galas semanales que ofrece Supervivientes y en los más de tres meses que dura su versión habitual (dos meses en el caso de esta segunda edición de Supervivientes All Stars). ¿Y qué criterios se siguen para este reparto? Pues los hay de todo tipo. Por ejemplo, según Estanis, en el Conexión Honduras de los domingos se suelen celebrar pruebas “no de menos intensidad, pero sí un poco más adaptadas a todos los concursantes”. “Y que sean un poco más dinámicas, con más recorrido y más coloridas. Es un juego que puede hacer casi todo el mundo bien”, admite.
Sin embargo, para el Juego de líder de los jueves la cosa cambia: “Debe ser un juego en el que tienes que meter más tensión. Porque es un juego de líder, se están jugando el liderazgo de la playa. Hay que crear más tensión, hay que hacer un juego más duro y que se vea que lo que se está jugando es algo importante”, explica. En cambio, para las pruebas grupales, aquellas en las que todos los robinsones luchan juntos por un mismo objetivo, hay que facilitarles a todos por igual las opciones de competir. “No podemos pensar un juego grupal para que solo a dos o tres se les dé muy bien y al resto no. Entonces, tienes que repartir un rol para cada uno para que todos puedan participar y todos puedan luchar. En los Tierra de Nadie es por una recompensa, y las recompensas son para toda la playa”, expresa el madrileño.
Pero como ya sabemos, y pudimos comprobar en primera persona, en Supervivientes hay que estar prevenidos para cualquier imprevisto, como el de tener que recurrir a un juego de última hora por algún cambio de escaleta: “Ahí voy a mi agenda y digo 'qué queremos hacer'. En este caso, también teniendo en cuenta el guión. Si en el primer juego tenemos agua, pues en el segundo no queremos repetir agua. Entonces ya pienso en juegos que se puedan hacer fuera, en este caso en el helipuerto, que puedan ser de competencia individual, que lo puedan hacer todos más o menos de la misma manera, que sean divertidos... Siempre surgen juegos de última hora, pero ya están pensados”, apunta el responsable.
Sostenibilidad, seguridad y alerta ante las trampas
Además, la construcción de las pruebas, como ocurre en todos los ámbitos de la producción, es un trabajo artesanal a la par que ecológico: “Los materiales son todos de aquí, de Honduras, del continente”, revela el guionista. Solo los elementos más específicos, como los arneses, mosquetones o redes, son llevados a la isla desde Madrid. El resto se consigue y se fabrica con recursos locales, siempre bajo la supervisión de la Fundación Cayos Cochinos, que establece estrictas normas medioambientales en su misión de proteger la biodiversidad natural del territorio y todo su entorno.
“La madera se fumiga antes de traerla al cayo y hay que informar a la fundación de cuándo se ha fumigado; las pinturas son biológicas e incluso la crema solar que usan los concursantes también está regulada”, detalla Ángeles Villamarín, que coincide con Estanis en que la sostenibilidad es clave: “Reciclamos siempre los materiales. Tenemos una buena cantidad de troncos, pero con esos troncos hacemos todos los juegos. Son los mismos siempre, repintados, adaptados o reciclados”, ejemplifica antes de poner en valor las medidas que se toman para que las pruebas sean seguras para los participantes.
“Lo comprobamos siempre mientras lo construimos”, promete, asumiendo que la responsabilidad última en ese sentido es tanto suya como de Eddy, el jefe de Taller. “Luego tenemos también a nuestro compañero, el 'Doc' [Jorge Cerame, el médico de Supervivientes], que él siempre ve cosas que pueden preceder a lesiones que nosotros no vemos. Porque nosotros estamos pendientes del juego pero él sabe cómo funciona más el cuerpo humano”, señala, desvelando que “unos días previos al montaje yo le paso el informe del juego y el de los posibles riesgos”. “Y él me pasa un informe y nosotros lo pulimos. Luego él está en el ensayo y siempre, hasta un minuto antes del directo, si pasa algo se corrige”.
Como 'mastermind' de los juegos, Estanislao Pérez tiene además una labor añadida, la de ser 'juez en la sombra' durante la celebración de las pruebas: “Yo vigilo las trampas o las cosas que no estén haciendo bien. Si alguien coge dos bolsas en vez de una, aviso a Control y Laura lo corrige en directo”, explica. Esa vigilancia se refuerza con la ayuda del equipo de producción, y en caso de dudas mayores, las revisiones en vídeo se realizan desde Madrid, ya que en Honduras no tienen capacidad en la sala de Control para grabar y 'rebobinar' en la emisión.
Año tras año, son muchas las ocasiones en las que algunos sectores del público ponen el grito en el cielo, acusando de tongo al reality o de beneficiar a uno u otro robinson durante estas pruebas. Unas quejas a las que Estanis afirma no dar excesiva importancia: “Yo personalmente no suelo mirarlo. Al final, las redes sociales son las redes sociales. Yo sé que hay gente a la que le gusta más un concursante que otro y si el tongo hubiera sido para el concursante que le gusta, no hubiera puesto ese comentario. Entonces, siempre la culpa es del árbitro”, asume el joven, que añade con humor pero tajante: “Juro delante del todo el mundo que nunca un concursante ha sido favorecido”.
Comprobamos en nuestra piel la dureza de las pruebas
Y haciendo nuestra aquella máxima de Samanta Villar en 21 días de que “como no es lo mismo contarlo que vivirlo”, toda esta inmersión en la preparación de las pruebas de Supervivientes culminó con la oportunidad de convertirnos en 'concursantes' por un día, probando dos de los retos que el reality había preparado para los participantes en una de sus últimas galas: Los Pilares de la Atlántida y La astucia de Hermes. Durante los ensayos que el equipo realiza por la mañana, como ya explicamos en este otro artículo, horas antes de la llegada de los robinsones a la zona de juegos, testeamos junto a otros periodistas desplazados a Honduras la dificultad de los dos desafíos que formarán parte de una prueba de recompensa en dos partes clasificatorias.
En la primera, la de los pilares, se competía por equipos (Caos y Armonía) con el grupo vencedor pasando a la segunda fase, ya individual, en la que sus integrantes luchaban entre sí por una apetitosa hamburguesa. En ambos casos, disputamos el juego en un ensayo tanto para Laura Madrueño, que aprovecha el momento para memorizar las explicaciones que daría a la audiencia sobre la prueba, como para el equipo de realización del reality, que terminaba así de fijar tanto la posición de las cámaras como la combinación de planos que se ofrecerían en emisión durante la gala.
Enseguida, descubrimos que el principal hándicap es el calor asfixiante y húmedo que se vive día a día en el cayo, lo que acentúa la fatiga que se va sintiendo en el desarrollo del juego. En nuestro caso, además, lo disputábamos tras comer y dormir en condiciones normales, dándonos cuenta enseguida del mérito de los participantes de enfrentarse a estos retos tras días o incluso semanas de nula alimentación y escaso descanso. Entendemos entonces, tal y como explicamos, que a los robinsones se les proporcione algo de comida -medio huevo duro, tres nueces o medio plátano- para tener algo de energía antes de la competición.
En la primera -y fallida- prueba, Los Pilares de la Atlántida, cuyo vídeo hemos avanzado al comienzo de este artículo, la dificultad es máxima, ya que se requiere de una coordinada destreza tanto para los encargados de mover las columnas como para la persona que ha de cruzar a través de los pilares. La elección de esta última es clave y fue nuestro principal error, ya que debimos haberla hecho pensando en la complexión física de la misma, puesto que cuanto más ágil sea el participante, más fácil será para él moverse en equilibrio sobre 'el puente' y para sus compañeros sostenerlo a lo largo del recorrido. También comprobamos el riesgo que suponía el desafío, ante la posibilidad de que un participante se precipitase sobre sus compañeros, accidente que presenciamos más tarde en directo con Fani como perjudicada.
En cambio, la segunda y última, La astucia de Hermes, se erigía mucho más accesible para todos los participantes, con el cansancio que se va sintiendo en la yincana -que se incrementa a medida que se avanza por el aumento del peso con el que se carga- como principal escollo. Un agotamiento que es clave en la parte final del reto, donde la tranquilidad es fundamental para asegurar la puntería que, según se puede ver en el siguiente vídeo, es clave para el derribamiento de la torre de cubos que otorga la victoria al primero en conseguirlo. Y sumándonos -entre bromas- a eso de que “la culpa siempre es del árbitro”, se echó en falta en el ensayo la misma rigurosidad en el control del cumplimiento de las normas que se tuvo con Tony durante la gala, lo que permitió al ganador del reto (un cariñoso saludo a mi compañero Berto Molina, de El Confidencial) a hacerlo pese a tirar todos sus lanzamientos por delante de la línea establecida para los 'disparos'.