'Supervivientes' sobrecogió con Pelayo en el puente, el reencuentro de Damián con su mujer y la continuidad de Joshua

La décima gala de Supervivientes 2025: Conexión Honduras empezó con el bajón de los concursantes y acabó con el subidón de varios de ellos. La entrega arrancó, tras 67 días de aventura, con los ánimos por los suelos por aguantar varios días de temporal “sin comida, sin fuerzas y con frío”, explicó Borja.

Sin embargo, el programa les dio una recompensa - a algunos de ellos- que les cambió la opinión de golpe. Sobre todo a Damián que, tras hacer un reto casi olímpico, se reencontró con su mujer.

Además, Pelayo cruzó el Puente de las Emociones relatando sus épocas de luces y sombras. Sandra Barneda anunció que Terelu Campos volverá el martes con una misión, como ya publicamos. E infomaron a Joshua de la decisión del equipo médico, tras su evacuación:

“En los ultimos dias Joshua ha presentado una evolución satisfactoria y el brote ha remitido porque lo que puede volver a la playa con la medicación. Ya está curado de herpes zóster y puede volver con sus compañeros”, palabras que el joven celebraba.

Pelayo: “Tengo muchas cosas gracias a que David Delfín se fijó en mí”

Tras unos días reflexivos de Pelayo, en los que confesaba que estar sin el móvil cerca le había parecido “un lujo”, esta noche le tocó cruzar el puente de las emociones. En su primer peldaño habló de sus primeros años de vida: “Gracias a la infancia que he tenido estoy donde estoy. Me fui de casa hace 20 años porque perseguía el sueño de estudiar moda en Londres. Mi padre me prometió que si accedía me ayudaba a quedarme, y lo conseguí. Fue la primera vez que le vi llorar. A los 20 años sentí a mis padres verdaderamente orgullosos de mí”.

Aunque no todo fue de color de rosa en esa adolescencia: “Estudié 14 años en un colegio de monjas donde lo pasé muy mal. No fui un santo, fui muy travieso, pero el bullying que sufrí no lo debería vivir nadie. Era el enano, maricón, nadie me escuchaba, no me escogían para jugar, y las monjas pidieron que no me hablaran las niñas porque tenía que hablar con niños”.

Sobre todas esas vivencias aseguró arrastrar traumas que le están “costando años de terapia y poco a poco lo voy cambiando”.

Preguntado por el éxito Éxito: “Tiene sus luces y sus sombras. Tenía claro que iba a conseguir la vida que quisiera y la estoy viviendo. Ser mi propio jefe, trabajar en el mundo de la moda... con el programa Cámbiame la fama fue tan del día a la mañana que no sé si lo supe gestionar”.

Hasta el momento en el que le preguntaron por David Delfín y Bimba Bosé: “A Bimba le voy a estar agradecido toda mi vida porque ella me presentó a David Delfín. Yo le admiraba desde adolescente, era mi inspiración. Estuvimos carteándonos seis años hasta que ninguno tuvo pareja y nos fuimos a cenar juntos. Estuvimos cuatro años hasta que lo dejamos. Cuando murió fue terrible, siento como que está de viaje y en algún momento volverá y nos pondremos al día. Tengo muchas cosas gracias a que se fijó en mí”, recordó emocionado.

Finalizó hablando del amor y del futuro: “He sido super afortunado en el amor. Mis parejas todas han sido unos caballeros, todos me han enseñado algo. Me llevo genial con todos. También sé estar bien solo, pero ahora estoy super enamorado, empezamos a distancia y tengo claro que quiero ser papa con él, formar una familia, volver a casarme”.

El reencuentro de Damián con su mujer desde hace 16 años

Damián tuvo que protagonizar uno de los retos más complejos para llegar a reencontrarse con su mujer: nadar un kilómetro en diez minutos. Lo logró y allí se puso una medalla de oro, sin darse cuenta que por detrás había un baúl que se abría y del que salía su pareja, con la que lleva 16 años de relación.

Ambos se abrazaron, emocionados, se besaron y él no dejó de agradecer y alucinar por tenerla en Honduras. “Estamos orgullosos de ti, empezaste más tímido pero ahora dices lo que piensas, a tu manera educada, pero no te callas. Eso nos gusta”, le decía ella.

El deportista también le preguntó por su bebé, al que dejó de ver con solo un mes: “Tranquilo porque todo está genial, ahora ya pesa 6 kilos y se parece mucho a ti”, le respondía ella, con los ojos llorosos de ambos.