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'El juego del calamar' inspira una manifestación masiva en Corea del Sur por los derechos de los trabajadores

Redacción/ Europa Press

Si bien El juego del calamar ya fue el protagonista de una protesta contra las macrogranjas aquí en España, ahora este fenómeno pop de Netflix ha servido como estética y para difundir un mensaje en las manifestaciones de los trabajadores de Corea del Sur.

Miles de trabajadores y miembros de sindicatos han salido a las calles del país asiático vestidos como en la exitosa serie. La finalidad ha sido protestar en defensa de sus derechos laborales, exigiendo una mayor seguridad en los centros de trabajo y aumento de salarios, así lo ha informado The Straits Times.

El medio estima que han sido unas 80.000 personas, miembros de la Confederación de Sindicatos de Corea del Sur. Los participantes procedían de 13 ciudades diferentes del país, y han iniciado protestas y una huelga este miércoles 21 de octubre, pidiendo al gobierno de la nación que imponga mejores condiciones laborales para los trabajadores que viven en situación irregular y también un aumento del salario mínimo.

A pesar de que el presidente surcoreano, Moon Jae-in, alentó a la ciudadanía a no ejercer el derecho básico de protesta por la pandemia del coronavirus, eso no ha impedido que varias ciudades del país asiática se llenaran de protestas. Solo en Seúl, 27.000 personas se congregaron en la manifestación, lo que provocó que las autoridades locales desplegasen a unos 12.000 agentes para instales 'muros de contención' y cerca para el control de las multitudes, especialmente en la plaza Gwanghwamun, donde concurren la mayor parte de las manifestaciones.

Ellos “también” están “luchando para ganarse la vida”

Lim Yun Suk, de Channel News Asia, compartió un vídeo de las protestas, donde los sindicalistas declaraban que, como en el perverso juego de la serie de Netflix, ellos “también” están “luchando para ganarse la vida”.

 Aunque el derecho a la protesta es uno de los derechos básicos, la manifestación se produjo en clara violación de las estrictas políticas de distanciamiento social que hay impuestas en Corea del Sur para combatir la pandemia del COVID-19, pues solo se permiten reuniones de hasta ocho personas y solo si cuatro de ellas tienen la pauta completa de vacunación, cifra que asciende a 10 personas en ciertas regiones.

Como sucedió en su momento con La casa de papel, la serie ha impulsado las manifestaciones, pues en la sociedad surcoreana ha recordado que “los trabajadores tienen jornadas de 44,6 horas por semana de media”. “Tienen más horas de trabajo semanales que el promedio (32,8) de los países miembros de la OCDE”, reveló International Journal of Occupational and Environmental Health en un reportaje de julio de 2016.

“Algunas escenas eran muy difíciles de ver”, declaró a ABC News Lee Chang-keun, extrabajador de Ssangyong Motors, empresa que despidió a miles de trabajadores cuando se declaró en quiebra en 2009. “En El juego del calamar, ves a personajes luchando por sobrevivir después de ser despedidos de sus trabajos, luchando para trabajar en puestos de pollo frito como conductores 'daeri' [un servicio similar a Uber o Cabify que consiste en llevar a borrachos a sus casas en sus propios automóviles]”, añadió Lim. “Esto me recordó a compañeros de trabajo que han muerto”, sentenció.