Agustín Almodóvar ha sido elegido nuevo presidente de la Academia de Cine por la Asamblea General de dicha institución, en una votación que tendrá que ser ratificada mañana por la Junta Directiva de la Academia, y siempre después de que el propio Agustín Almodóvar decida aceptar el cargo. “No sé si voy a aceptar. Esta tarde lo pensaré” – por el domingo-, fueron las palabras con la que Agustín Almodóvar respondió a la prensa, momentos antes de que él y la hasta ahora presidenta de la institución, Mercedes Sampietro, decidieran dar esquinazo a los medios de comunicación y salir por otra puerta. En la Asamblea General de hoy han votado unos 200 académicos, de los más de mil miembros de dicha institución con derecho a voto. “En esta Asamblea no ha habido una reflexión sobre lo que está pasando en la Academia. Hemos seguido las pautas de los Estatutos” señaló, por su parte, Mercedes Sampietro. La situación por la que atraviesa la Academia de Cine es totalmente nueva, ya que nunca, hasta ahora, había tenido que recurrirse a los Estatutos para elegir al nuevo presidente de la institución, siendo ésta una misión que, tradicionalmente, el presidente saliente dejaba resuelta, al hablar antes con los posibles nuevos sustitutos. Sin embargo, en esta ocasión, Mercedes Sampietro, que no ha querido presentarse al cargo por razones de trabajo, no dejó cerrada ninguna candidatura para sustituirla a ella en el cargo y a los dos actuales vicepresidentes, Agustín Almodóvar e Isabel Coixet. Por todo ello, la Academia decidía hoy, en su Asamblea General, elegir a la nueva junta presidencial entre los miembros de la Junta Directiva, compuesta por dos representantes de cada apartado profesional cinematográfico y todos los ex presidentes de la institución. Agustín Almodóvar ha sido el más votado, seguido, “a distancia notable” -según comentó el director Gerardo Herrero, miembro de la Junta Directiva-, por José Luis Borau, Mercedes Sampietro y David Trueba, quienes han obtenido el mismo número de votos cada uno. Una rara coincidencia, ya que los dos nombres que recabaran más votos, después del presidente, serían los vicepresidentes primero y segundo, respectivamente. En un “ambiente tranquilo” se celebró la Asamblea General, que reunió sólo a medio centenar de académicos, mientras que el resto, hasta 200, votó por correo. “Entiendo el vacío de poder porque la presidencia es un trabajo ingrato y duro. Además, estos últimos años han sido especialmente duros, por los acontecimientos con que hubo que lidiar. Nosotros somos profesionales de otras cosas y no políticos. Yo no volvería a ser presidenta”, declaró Aitana Sánchez Gijón, ex presidenta de la Academia y como tal miembro de la Junta Directiva. “Doscientos votos no es una mala participación. Es domingo, muchos están fuera de Madrid, otros rodando... Lo que no hay es voluntad de presidir la Academia, porque la gente cree que no tiene nivel suficiente o que se expone a demasiadas cosas que se dicen y se hacen. Demasiados marrones tuvieron que soportar las presidentas en los últimos años”, señaló Herrero, haciendo referencia, igual que Aitana Sánchez Gijón, a los roces entre el mundo del cine y el Gobierno del Partido Popular, con motivo de las dos últimas galas de entrega de los Goya. Agustín, el productor Manchego de 49 años y padre de dos hijos, ha trabajado siempre a la sombra de su hermano, el director de cine Pedro Almodóvar. Pero Agustín está en todos los proyectos de su hermano y es copropietario de la Productora El Deseo S.A. desde 1985. Licenciado en Químicas, llegó a trabajar como profesor de colegio, pero con el paso de los años decidió dedicarse al cine. Agustín Almodovar ha hecho cameos en producciones como “Laberinto de pasiones”, “Entre tinieblas”, “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”, “Matador”, “La ley del deseo” o “Hable con ella”. Como productor, ha trabajado en títulos como “Átame”, “Tacones Lejanos”, “La flor de mi secreto”, “Carne trémula”, “Todo sobre mi madre”, “Hable con ella” o “La mala educación”. La productora “El Deseo” nació cuando los dos hermanos decidieron empezar a producir sus propias películas para que Pedro “tuviera más libertad”. Así surgió “La ley del deseo”, que tuvo un gran éxito. Hoy “El Deseo” aborda nuevos proyectos, como series de televisión y cine documental.