Antena 3 ha adquirido los derechos para España de la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea. Concluidas las negociaciones con la cadena RCN, la privada tiene en sus manos uno de los fenómenos sociales del momento, que ha arrasado en las televisiones de toda América Latina y las hispanas de Estados Unidos. La trama del culebrón gira en torno a Betty, una joven muy inteligente pero poco agraciada, que ve triunfar a compañeras de trabajo por su belleza, mientras ella queda relegada a pesar de ser una magnífica profesional, intelectual y con afán de superación. La historia se complica cuando se enamora de su jefe y éste la rechaza. Con esta serie, Antena 3 pretende hacer frente a todas las telenovelas con las que TVE1 se ha vuelto imbatible. Podría parecer un género algo pasado de moda si consideramos que la primera que triunfó en nuestro país, Cristal, se emitió a finales de los ochenta. Sin embargo la cadena pública no ha retirado nunca este tipo de programas de su parrilla, acogiendo a todos aquellos espectadores que gustan de seguir fielmente las aventuras y desamores más impensables. Aunque la cadena afirma no tener ninguna información al respecto, fuentes cercanas a Antena 3 aseguran que la compra del programa ya ha sido realizada. No sin polémica El desembarco de Betty en España podría despertar suspicacias, como ocurrió en alguno de los países por donde ha pasado. Un psicólogo de San José, Costa Rica, ha presentado un recurso de amparo ante la Sala Constitucional de su país hace apenas dos semanas para solicitar la retirada de la telenovela de las pantallas. Su nombre es Alberto Cabezas Villalobos, y alega que la serie es discriminatoria y justifica el rechazo a una persona basándose exclusivamente en su físico. El desenlace de la historia pasa por el progresivo embellecimiento de la joven a medida que pasan los capítulos y su éxito a todos los niveles, ya al final del culebrón, coincide con la presentación de la bella mujer que se escondía detrás del patito feo. Cabezas afirma haber escuchado en los colegios de su ciudad a niños atacar a compañeros menos agraciados con las palabras “Betty la fea” para ellas y “el novio de Betty la fea” para ellos. El psicólogo teme que tal emisión pueda “alterar la cultura, comportamiento y conducta de las personas a favor de una discriminación masiva sin límites contra las personas feas”.