Una concursante gana el “50x15” tailandés por un error informático que le daba las respuestas correctas
A muchos espectadores siempre les quedan dudas cuando los concursantes de la tele cumplen su sueño y se convierten en millonarios de la noche a la mañana. Una desconfianza hacia los apaños y triquiñuelas que se montan en algunos concursos televisivos, asunto que ya abordó Robert Redford en el filme Quiz show. Los tailandeses, a los que les ha llegado también la fiebre de los concursos culturales, ya no tienen ninguna duda. Desde el viernes pasado saben que, en el mundo de los sueños, todo es posible. Fue el día en el que la dirección de Who Wants To Be a Millonaire? (¿Quiere ser millonario?) desveló que la concursante que había ganado el premio más alto, un millón de bahts (26.230 euros), conocía todas las respuestas. La ganadora de tal premio, Lertlak Panchanawaporn, ha tenido que renunciar al sueño dorado de convertirse en millonaria. Los responsables del programa, que en España ha emitido Telecinco con el nombre de 50x15 ¿Quiere ser millonario? y que lanzó a la fama a su presentador, Carlos Sobera, aseguraron que un error informático había sido el responsable del incidente. En el monitor de la señora Panchanawaporn aparecieron las respuestas correctas, destinadas sólo al presentador del programa. La fugaz millonaria se aprovechó de las circunstancias y acertó las 16 preguntas de la versión tailandesa. En este país del sureste de Asia se representó, además, una nueva fábula sobre la ambición. La ganadora tuvo que reconocer que jugó con ventaja cuando los productores del Canal 3 sospecharon de que una sencilla vendedora ambulante hubiese llegado hasta el final sin inmutarse. “Los organizadores me dijeron que un error técnico en sus sistemas de computadoras me dejaban ver las respuestas correctas y que por eso no me podían conceder el premio”, ha explicado posteriormente la breve millonaria. Asia se apunta a la moda de los Quiz shows
Los concursos culturales han llegado con fuerza a las televisiones asiáticas, que ya parecen haber olvidado los concursos de violencia y mal gusto que pusieron de moda los japoneses. Las diversas versiones de “50x15” pasan por ser las más populares y los canales que emiten el programa se han convertido en líderes de audiencia en varios países. Para hacerles frente, las televisiones rivales han importado otros formatos acogidos con parecido entusiasmo por los telespectadores. Sin embargo, los productores han tenido que adaptarlos a la personalidad asiática. La versión de uno de los concursos más seguidos en Gran Bretaña y Estados Unidos, The Weakest Link (El eslabón más débil) ha recibido implacables críticas por su dureza. En este show son los concursantes los que eligen quién es eliminado al final de cada fase y el presentador le expulsa diciendo que es el eslabón más débil de la cadena. En Hong Kong rebajaron el tono del programa para ganar audiencia y en Tailandia se introdujeron cambios “porque no se adaptaba a la amabilidad del país”. La última aventura de los concursos culturales, la fábula de la breve millonaria tailandesa, ha terminado con final feliz. “Me dijeron que volviera a jugar y no me importó porque no quería que ellos tuvieran problemas”, ha contado Lertlak Panchanawaporn, de 44 años. En la repetición, contestó correctamente seis preguntas, por lo que se embolsó 25.000 bahts (656 euros). Gonzalo Aragonés
Artículo publicado en La Vanguardia el 24/03/02