Curtis: “Cuando baja la audiencia, se nota en las caras del equipo”
Fede Celada es uno de los actores más veteranos de “Los hombres de Paco”. Presente desde hace siete temporadas, da vida a Curtis, el policía de las patillas y la mata de pelo con poco aspecto de agente del orden.
En una entrevista concedida a Antena 3, repasa la nueva temporada, la evolución de su personaje, el secreto del éxito de la serie y los mejores y peores momentos de la ficción que encabeza Paco Tous. ¿Cómo ha afrontado esta nueva temporada?
Como todo en mi vida: con muchas ganas. Si de algo puedo presumir es de ser una de las personas con más ilusión del mundo. Las carencias de otro tipo que pueda tener, las contrarresto con el entusiasmo que tengo. Por eso, tanto Fede como Curtis afrontan todo lo que hacen con desbordante ilusión.
¿Cómo lleva los rodajes?
Muy bien, requieren tiempo y una tensión especial porque está cuidado hasta el mínimo detalle. Lo bueno es que llevamos mucho tiempo juntos (tres años y medio) y ya tenemos interiorizados a los personajes.
Aún así, las grabaciones son muy intensas y detalladas. Hay días más ligeros y otros más pesados que llegas a las ocho de la mañana y son las diez de la noche y sigues allí. Los exteriores, por ejemplo, son más sacrificados que el plató.
¿En que ha cambiado Curtis en estas siete temporadas?
Comienza a verse su lado más humano y sentimental. Hasta ahora siempre había sido una especie de señor vestido de una manera extraña, que siempre está en la retaguardia protestando, poniendo pegas y teniendo ideas descabelladas.
¿Cree que va a llegar a conquistar a Pepa?
Desde luego él está convencido de que sí. Es la primera vez que se enamora desde los 17 años porque su vida amorosa ha sido diferente. Esta es la primera vez que quiere de verdad.
Pero en la primera temporada tuvo algo con Bernarda, el personaje que interpretaba Neus Asensi…
Sí, en el capítulo 4 me dejaron al cuidado de la familia Miranda argumentando que estaba moribundo y me iba a morir. Entonces Bernarda, en un acto de buena fe, pensó: “Que se muera agustito y en paz” (risas). Pero no estaba enamorado de ella, sólo era por seguir el operativo, cumpliendo órdenes del inspector Miranda.
¿Cuál es el secreto para que la serie sume tantas temporadas?
Hay un reparto maravilloso, el guión está muy bien... Es un milagro y un logro viendo lo que pasa hoy en día con series y compañeros maravillosos con los que la audiencia no se engancha y cuyas producciones son retiradas.
¿Cuáles han sido el mejor y el peor momento de estos años?
El mejor es casi todos los días que aprendes algo. A diario, cuando me voy a dormir me pregunto: “¿Con qué me quedo de hoy?”. Lo peor, esos momentos de incertidumbre en los que la audiencia está un poquito baja. Eso se nota en el ambiente y en las caras del equipo.
¿Qué le parece el salto de uno de sus directores, Fernando González Molina, al cine con “Fuga de cerebros”?
Me parece muy bien, hace un trabajo genial y seguro que le va a ir estupendamente en el cine. Vi la película en el estreno y me parece que está muy bien hecha. Fernando es un señor con el que merece mucho la pena trabajar; sabe de qué va esto. Va a llegar a rodar cosas muy importantes.
Por cierto, ¿por qué Curtis casi nunca va de uniforme como la mayoría de sus compañeros?
Porque es una especie de Frank Serpico, el personaje de Al Pacino. Es un policía al que el uniforme le restaría operatividad. Curtis es el Serpico de “Los hombres de Paco”, con un aspecto casi de vagabundo con ese pelo y esas patillas.
¿A cuál de sus compañeros le podría quedar bien su look?
A ninguno, porque hay cosas que hay que serlas y no parecerlas (risas).
¿Cuál es su capítulo favorito de los casi 100 que han rodado?
A mí me gusta muchísimo el capítulo 8, un episodio de la primera temporada que se titula “Un lugar en el mundo” (emitido el 27 de noviembre de 2005) por su nivel de humor. Lo disfruté mucho como espectador porque como actor apenas intervine.
El final de hace un par de temporadas titulado “Traca final” con disparos y demás estaba muy bien, pero si tuviera que decantarme por alguno, aquel capítulo 8 me dejó con la sonrisa en boca durante mucho tiempo.
Desde que está en “Los hombres de Paco”, ¿los policías le ven con otros ojos?
Sí, me ven y les veo de una forma totalmente distinta. Valoro mucho más la labor que realizan, que muchas veces es incomprendida. Y a la inversa, me ven de una forma totalmente diferente.
Yo tengo un aspecto dispar desde que tenía 14 años; siempre me ha gustado el rock y la vida bohemia, he tenido patillas y bigote toda la vida. La policía me ha parado unas 250 veces para pedirme el carné de identidad y ahora, gracias a esta serie, lo hacen para hacerse fotos conmigo (risas).