“Lo que distingue a 'Sorpresa, sorpresa' es que no abusa del morbo”
Isabel Gemio regresó este domingo a Antena 3 con el mítico “Sorpresa, sorpresa”, el “formato de su vida” como ella misma ha reconocido en varias ocasiones, aunque será sólo con dos especiales que se convertirán en programa si la acogida es buena. Vertele.com ha hablado con la periodista y presentadora de cómo afronta su regreso a la pequeña pantalla.
Dos años y medio después de su último trabajo en televisión, ¿tenía ya “mono” de volver?
La verdad es que no. Nunca tengo “mono” porque he decidido aprovechar al máximo el presente. Creo que es mejor disfrutar y vivir intensamente lo que tienes en cada momento. Además, soy muy feliz en la radio, donde permiten hacer el programa que quiero y con los temas que, creo, interesan a la gente.
Entonces, ¿no pensaba regresar a televisión en todo este tiempo?
Así es, pero porque no encontraba un proyecto en el que yo creyera o me sintiera identificada. No iba volver a tele por volver haciendo algo que no me gustara o apeteciese.
¿Por qué no presentaría un programa como “Gran Hermano”, por ejemplo?
Me tantearon en su día pero no me interesa, no me veo y no me aporta nada nuevo. Lo respeto muchísimo y creo que Mercedes Milá lo hace extraordinariamente bien, pero creo que cada uno debe saber lo que debe aceptar y rechazar. A estas alturas de mi vida tengo muy claro, sobre todo, lo que no quiero.
En un programa tan emotivo como “Sorpresa, sorpresa”, ¿el presentador debe o no controlar sus sentimientos?
Hago un gran esfuerzo y me salgo de cámara cuando creo que me emociono demasiado. El protagonista siempre es el invitado y no yo. De todas formas, soy un ser humano, y muy sensible por cierto, por lo tampoco me reprimo ni me avergüenzo de las buenas emociones.
Los reencuentros familiares están muy presentes en las talk shows desde hace años, ¿qué diferencias aporta “Sorpresa, sorpresa”?
Nuestra peculiaridad es cómo y con qué limpieza se ofrecen las sorpresas. Sin forzar la máquina, sin abusar de nadie, sin tener al protagonista media hora esperando ni abusando del morbo. Éste es un programa muy respetuoso con la gente y no deja en mal lugar a nadie.
¿Cómo le sorprenderían a usted si acudiera a un programa como éste?
Conociendo a Marlon Brando, aunque eso ya es imposible. Pero bueno, me gusta también Richard Gere, Al Pacino… y George Cloney, que tampoco me importaría me sorprendieran con él. También me gustaría reencontrarme con algún amigo al que le he perdido la pista. También me encantaría tener un encuentro con el Dalai Lama, o entrevistar al Comandante Marcos en mi programa de radio. O también que me organizaran un cumpleaños sorpresa, de estos que te organizan todo y sale un chico de la tarda (entre risas).
De la primera etapa de “Sorpresa, sorpresa” ¿qué momentos le han quedado en la retina?
Un montón. Me acuerdo de cuando casi me rompo una pierna al entrar a caballo en el escenario, o cómo reaccionó aquel niño cuando le trajimos la tortuga. También recuerdo cuando estuvo Burt Reynolds y se le cayó el peluquín o cuando vino Jerry Lewis y no entraba la música…
Parece que “Sorpresa, sorpresa” no es un programa nada fácil de presentar…
Así es. La verdad es que es un programa muy complejo para todos, desde la producción hasta la presentación, pasando por la redacción, y por eso creo que lo disfrutamos tanto. Es un programa en el que siempre tienes que tener los cinco sentido alerta porque ocurren muchas cosas y pequeños detalles.
En el nuevo “Sorpresa, sorpresa”, ¿el programa también ofrecerá historias fueras del plató?
Sí. Recientemente estuve en Estados Unidos donde grabamos una sorpresa preciosa... Una sorpresa de “altura, altura” pero no te puedo contar nada más.
Si el programa sigue adelante, ¿dejará su magacín de radio en Onda cero?
No. La radio no la voy a dejar. Ferrari me dio la oportunidad de volver a la radio, algo que deseaba muchísimo, y pienso cumplir mi contrato hasta junio aunque me quede sin dormir. Si “Sorpresa” sigue buscaría la forma de compatibilizarlo.
Comentó hace algún tiempo que la gente le paraba por la calle para pedirle que volviera con “Sorpresa, sorpresa”
Sí, pero yo les decía que eso no estaba en mis manos sino en la de los jefes. Pero bueno, ahora esto se hace realidad y más vale tarde que nunca.
¿Qué le pide al nuevo año?
Calidad de vida. Vivir y hacer cosas que me hagan sentir a gusto. La verdad es que la radio me cubre bastante ese deseo y en televisión ya tuve mucho éxito. Ahora quiero más calidad que cantidad.
¿No se ve presentado un magacín diario en alguna cadena?
Se me ha tanteado para hacer la mañana en varias ocasiones pero es difícil que lo hiciera porque es muy dura. Admiro a la gente que se levanta a las seis de la mañana. La tarde ya es otra cosa. Reconozco que me gustan mucho los magacines porque te permiten hablar de muchas cosas, de actualidad… de hecho, es lo que estoy haciendo en la radio y me encuentro muy cómoda.
¿Y haría una tarde con polígrafos, que es lo que ahora se lleva?
Ah, eso no. Por su puesto que haría mi tarde. Pero claro, es difícil que una cadena apueste por algo diferente. Cuatro lo está haciendo con Concha García Campoy… ¿Cuánto aguantarán?, no lo sé pero Concha es una gran profesional y está haciendo un buen producto con el que creo se siente identificada.