Timothy McVeigh, será ejecutado mediante una inyección letal el próximo 16 de mayo por su participación en 1995 en un atentado con explosivos contra un edificio en Oklahoma que causó 168 muertos. En una carta publicada el pasado mes de febrero por el diario The Daily Oklahoma, pidió que su muerte fuera retransmitida por televisión. Y una empresa de webcasting para adultos quiere hacer su deseo realidad. De momento, la administración de prisiones norteamericana ha expresado su negativa a esta retransmisión en directo. David Marshlack, jefe ejecutivo de Entertainment Network, ha anunciado que su compañía no descansará hasta que obtengan esos derechos de emisión. Por ello ha interpuesto una demanda contra el Fiscal General John Ashcroft y la administración penitenciaria. “Creemos que el gobierno actúa de forma anticonstitucional. Los ciudadanos tienen derecho a ser testigos de esta ejecución”. La corte del distrito de Indianápolis será el lugar donde el próximo 17 de abril se escuchen los argumentos para ambas partes. Desde la cárcel, Timothy McVeigh también justifica la retransmisión. “Se ha dicho que 'toda Oklahoma' fue víctima del atentado. Que toda Oklahoma vea entonces la ejecución”, pidió en su carta. Entertainment Network pretende cobrar unas 360 pesetas a cada persona que quiera ver la ejecución. Según Marshlack, la retransmisión no interferiría el transcurso de la ejecución y no estaría permitida la entrada a los menores de edad.