Goenkale se ha convertido en la serie de televisión más longeva de toda España al resistir durante 10 años el duro enfrentamiento con las ofertas de las cadenas generalistas. Sus peripecias han conseguido seducir dariamente a 100.000 vascos en horario de máxima audiencia (21.45 en ETB-1). Las andanzas de los habitantes de la imaginaria población de Arralde ya son una referencia habitual para buena parte de los espectadores de Euzkadi. Goenkale, una serie en euskera que nació en 1994, tenía formato de culebrón en sus inicios, aunque ha evolucionado considerablemente y actualmente apenas nada tiene que ver con la que los vascos vieron en su gestación. Su director actual, Alex Ezkurdia, reconoce que “excepto en el nombre, todo lo demás ha cambiado”. Se han renovado los actores, han cambiado los directores e incluso la manera de trabajar. Los capítulos eran inicialmente de 20 minutos y ahora se mueven en una duración de entre 30 y 40. La concepción inicial era de una serie íntegramente rodada en interiores y ahora se sale mucho más a la calle. Las cifras que acompañan a Goenkale dan vértigo: la serie ha ofrecido, en estos diez años de vida, 1.870 capítulos. Algo insólito, no solo en euskera, sino en cualquier otra lengua de España y bastante excepcional en el mundo de la televisión. Iñaki Eizmendi, productor ejecutivo de la serie, producida por Pausota, apunta al diario El País que el año 2003 fue “buenísimo” en audiencia, con una media diaria de 100.000 espectadores, una cifra muy importante si se considera que el programa se emite a través de ETB-1, en euskera, en una lengua con un reducido número de hablantes. Goenkale trata todo tipo de asuntos de actualidad, “como el sida o las parejas homosexuales”, excepto uno: “Arralde es un pueblo idílico”. No se discuten cuestiones políticas o no se trata sobre el terrorismo, pero “se da por sobreentendido”. “La gente está asqueada y quiere evadirse”, añade Iñaki Eizmendi.