Jordi Évole: “Que te saque el New York Times da gustirrinín”
'Salvados' regresa con gran expectación y tras el éxito de la anterior temporada...
No sé si hay tanta expectación, ¿tú crees? Nosotros no estamos tan pendientes de eso, ojalá, pero la verdad es que no lo noto.
¿Es el momento de 'Salvados' con el listón más alto?
Yo siempre pensé que Salvados sería un programa para minorías, jamás imaginé que se fuera a convertir en lo que es ahora. Para mí, empezar la temporada es empezar de cero, no cuenta nada de lo anterior. Es cierto que cada vez está el prime time más competido. Ojalá superemos el listón, pero si no, no pasa nada.
¿Entrevistará en el primer programa a Arturo Pérez-Reverte o hará un Iniesta?
No, no, esto no es un “Iniesta” (Risas). Entrevistamos a Arturo Pérez-Reverte, será la guinda para un programa en el que trataremos de explicar cómo es posible que en un momento actual tan convulso como el que vivimos, no pete todo. Visitamos, por ejemplo, un barrio del extrarradio de Barcelona, al que todos denominan 'Villa Desahucios' por la situación extrema en la que están sus habitantes. Y allí descubrimos la fuerza de la red social entre vecinos para conseguir da una salida a a la gente.
¿Qué novedades vamos a ver esta temporada? ¿Cuál es el principal reto?
Esta nueva temporada tendrá el mismo sello de las anteriores. La novedad es que vamos a profundizar más en los temas, buscando desentrañar la complejidad. Contar las cosas de tal manera que lo entienda mi madre, para que os hagáis una idea.
Tiene un nuevo eslogan: 'Tenemos temas de sobres. Perdón, de sobra'… Con ese guiño a las financiaciones de los partidos políticos, ¿seguirá contando con entrevistas a políticos o cada vez les cuesta más contar con ellos?
Sí. Nos cuesta más, pero no es nuestra obsesión para hacer Salvados. Los que quieran venir, vendrán, tienen la puerta abierta. Y los que no, no pasa nada. Parece que los únicos que pueden decir cosas interesantes son los políticos, y a veces vienen y no cuentan nada. A mí me interesa la gente que aporta. Puede venir alguien de fuera y contar cosas interesantes, y es mucho mejor que tener a un alto cargo que no cuenta nada. Como digo, que vengan políticos no es nuestra obsesión. Si vienen, que sea para contar cosas interesantes. La verdad es que la pasada temporada hubo muchas entregas que, sin grandes nombres, interesaron mucho, como por ejemplo el reportaje de la educación en Finlandia. Lo que sí te puedo avanzar es que en el segundo programa tendremos a Pablo Crespo, el presunto número 2 de la trama Gürtel y mano derecha de Correa, que estuvo 3 años en la prisión de Soto del Real de Madrid.
Comentaba en una reciente entrevista, que le gustaría entrevistar al Príncipe Felipe, Luis Bárcenas y Esperanza Aguirre. ¿Cómo van las negociaciones?
Las que están más avanzadas son las del Príncipe y Esperanza Aguirre. Y todo se andará si puede andarse. Creo que sería muy positivo para la Casa Real una entrevista, que se abran y hablen a la gente.
¿Qué le preguntaría al Príncipe?
Le preguntaría sobre la relación con su padre y las posibilidades de abdicación. También me interesaría saber cómo le va a su cuñado (Iñaki Urdangarin).
‘Crisis’ es una de las palabras que más se oye en todos los lados. En casa, en la calle... ¿Qué postura adoptará en 'Salvados' en estos tiempos difíciles que vivimos? ¿La del optimista o la del pesimista?
Yo intento mirar con perspectiva todo. Estamos obligados a resistir, a no tirar la toalla. Soy de los que piensan que se pueden hacer otras cosas, que podemos conseguirlo poco a poco. Tener fuerzas y energía, y tirar.
Su entrevista a Julian Assange causó revuelo y eco mediático. ¿Seguirá 'Salvados' saliendo fuera y hablando de temas de calado internacional?
Vamos a salir fuera de tanto en tanto. Hay temas que nos pueden servir de ejemplo y para compararnos con otros países, en qué coincidimos y en qué no. Por ejemplo, como cuando fuimos a Finlandia a hacer el reportaje sobre la educación como contraste a lo que ocurre aquí. Seguiremos saliendo para enseñar cómo hacemos las cosas de manera diferente, o no. Para la nueva temporada, hemos ido a Francia para estar con un sindicalista, que luchó y logró sus reivindicaciones. Lo tomamos como ejemplo de resistencia, que es algo cada vez más difícil de encontrar.
¿Cuál cree que es la clave del éxito de 'Salvados'? ¿Cuánto le preocupan a Jordi Évole las audiencias?
Las audiencias preocupan, siempre. No se puede negar, y especialmente para los que trabajamos en televisión. Siempre nos levantamos al día siguiente nerviosos. Yo los lunes estoy en pijama con el café delante del ordenador esperando; otras veces me lo mandan al móvil. Arrancas el lunes, entras a vuestra web, y te pones a mirar simplemente una cifra. Ese momento te inquieta, estás esperando la nota del día después. Quizá los que nos dedicamos a esto, deberíamos moderarnos un poco y no usar la audiencia como arma arrojadiza. A veces solo decimos cuando nos va bien. O no decir nada nunca cuando va mal.
Comparte el prime time de los domingos de laSexta con Ana Pastor. ¿Hay 'piques' entre ustedes sobre quién lo va a hacer mejor?
(Risas). Nada de piques. La relación con Ana es buenísima. Hace poco que hice una entrevista en El Periódico de Cataluña donde ella también colabora, y siempre nos gusta vernos y quedar. Hablamos de temas de actualidad, de la situación que vive el periodismo, de nuestro trabajo... Los dos somos unos apasionados. Lo disfruto mucho cuando hablamos. La relación es buenísima, me encanta verla.
¿'Salvados' puede seguir creciendo o ya ha tocado techo?
Mantenernos es el reto absoluto. Nos ha sorprendido siempre la acogida. Puedes pensar que tu audiencia va a ser de minorías, que no vas a gustar a todos. La gran acogida puede ser puntual, nunca lo podemos saber. Igual pasó en ese momento y luego no vuelve a ocurrir. No vamos a flagelarnos si nos va mal. No lo sé si subiremos o bajaremos. Lo importante es querer hacer bien nuestro trabajo, e intentar gustar al mayor público posible, pero sin obsesiones, y sin más presión de la audiencia. Prefiero obsesionarme con conseguir buenos temas y personajes interesantes que puedan aportar, que estar pendiente tanto tiempo del numerito que hacemos.
'Salvados' en laSexta, en una cadena comprometida con la actualidad y la política, y dentro de un grupo como Atresmedia. Muchos afirman que su programa se ha beneficiado del desencanto de la ciudadanía con el sector de la comunicación, pero sobre todo, con la TV pública. ¿Está de acuerdo?
Bueno, nosotros pertenecemos a Atresmedia, y ese es un gran grupo de comunicación. Eso es algo que algunos pueden llegar a pensar, pero yo creo que por ahí no van tanto los tiros, no ha pasado tanto eso. Me estoy acordando ahora mismo que el otro día un señor me paró por la calle y me comentó que 'Salvados' era un fallo del sistema, que estábamos en una islita haciendo nuestras cosas, a nuestro rollo, y sin que nadie dijera nada. Que hacemos un programa fuera y distinto a lo que pertenecemos. Luego me llegó a decir lo contrario y que no estaba del todo de acuerdo con nosotros. Yo le dije que en qué quedábamos entonces. Me comentó al final que siguiéramos así, que no cambiáramos. Me gustó su frase, que somos un fallo del sistema. Me quedé con eso.
Reuters, Canal+ Francia, The New York Times… Está teniendo eco internacional y recibe premios por doquier. Hasta le han llegado a llamar el Michael Moore español. ¿Cómo sobrelleva tanta atención mediatica?
Te viene grande. Es que estas palabras son gordas. Que te saque el New York Times no niego que tenga un punto de 'gustirrinín'. Pero ojo, a veces frivolizamos las cosas. En la redacción de 'Salvados' cuando vimos el artículo lo primero que pensamos es que el diario no tendría muchas cosas que publicar para tener que sacarnos a nosotros. Es como nuestra broma interna. (Risas). Aunque no lo niego, luego vas a tu casa a ver a la familia y te encuentras a tu padre con el artículo online y te dice que él no entiende mucho por el idioma, pero que sales tú... En ese momento te dices, “¡Ostras, para esto vale!”, y te da orgullo. Todo lo que venga y te digan, o menciones que tengas, bienvenido sea. Nosotros vamos a seguir trabajando igual.
¿Qué contesta a las críticas que afirman que sus reportajes pueden ser sesgados en opinión?
Nosotros intentamos que no lo sean. Intentamos no ser partidistas, queremos ser honestos. Sabemos que objetivos no podemos ser, partiendo de la base de que conseguir la objetividad es algo difícil. Para conseguir reportajes redondos, necesitaríamos muchas más horas de las que tenemos, y esto también tiene que ver con el ritmo de la producción en televisión. Necesitaríamos mucho más para captar todo, y todas las opiniones. Los ritmos en televisión son así. Por ello, me conformo con informar e intentar aportar argumentos interesantes para la audiencia. Informar con honestidad ante todo.
Dice que “el periodismo empieza a tener tan poco que perder, que está perdiendo hasta el miedo”. ¿Se ve usted como modelo en la profesión y modelo para futuro jóvenes?
Para nada, para nada. No me veo modelo de nadie, de verdad. La idea que tenemos es mantener en 'Salvados' nuestro compromiso con los ciudadanos y mantenerlo siempre.
¿Cómo lleva la fama? En la calle le dicen que trabajan 'fuera del sistema'. ¿Qué mas le cuentan?
La gente es muy amable. Despertar simpatías y encontrarse con cariño y agradecimiento en estos momentos es brutal. Ostras, es que te sientes halagado, hay que dar las gracias por hacer tu trabajo y encima guste.
¿Qué reto se pone fuera de 'Salvados'?
Fuera del programa estoy pensando más en algo que no me conlleve estar delante de las cámaras, sino detrás. Espero no tardar, que sea en breve. Estaría bien.
*Fotos: Ester Delgado