La RAI podría dividirse en dos sociedades
La Autoridad Antimonopolio italiana ha pedido la división en dos sociedades de la televisión pública Rai, una dedicada a “la obligación de servicio público general” y la segunda, a las emisiones de “carácter comercial”. En un informe sobre la situación del mercado televisivo italiano, el organismo insiste en que esta división debe realizarse antes de la anunciada salida a Bolsa de una parte del capital de la RAI (al menos el 20%), prevista para la próxima primavera. Según el organismo garante de la competencia, la primera sociedad debería financiarse única y exclusivamente con los ingresos que reporte el impuesto de licencia televisiva (canon), mientras que la segunda se financiaría por los ingresos publicitarios. Esta división, que supondría la revisión de la actual normativa en materia de servicio público de la radiotelevisión, sería una solución similar a la adoptada en países como el Reino Unido para garantizar la eficacia de la televisión estatal, señala el informe. Para la sociedad con carácter comercial, continúa Antimonopolio, sería “deseable” o bien la salida a Bolsa de su capital o bien la definición de reglas de gestión que garanticen un “efectivo control de las operaciones de la dirección”.
La privatización parcial de la Rai, anunciada el pasado septiembre por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, responde a uno de los puntos de la reforma del sistema televisivo aprobada por el Parlamento en abril pasado.
Esa ley establecía además la obligación de desarrollar la tecnología digital, de modo que haya cubierto la totalidad del territorio italiano a finales de 2006, algo que ha sido respaldado por Antomonopolio.
En este sentido, el organismo insiste en que para impulsar este desarrollo es necesario estimular la competencia entre las plataformas para la transmisión de la señal televisiva digital. Por otra parte, el informe señala que sería “deseable” que la sociedad pública Auditel, encargada de medir las audiencias televisivas, fundamentales para los ingresos publicitarios, pase a ser controlado por un gestor privado que no tenga intereses en el sector.
