Ficción

“K Street”: nace la ficción en tiempo real

El próximo 14 de septiembre, la televisión por cable HBO, la cadena de moda, la de más éxito, emitirá el primer episodio de una nueva serie K Street. Ha sido bautizada con este nombre porque corresponde al de la calle de Washington, capital federal de los Estados Unidos, donde tienen oficina la mayoría de “grupos de presión” que intenan influir en las decisiones del Gobierno Federal. K Street quiere ser una propuesta rompedora, novedosa, inaugurando un género que se ha definido ya como “ficción en tiempo real”. Detrás de este invento está el de un ilustre director de cine, Steven Soderbergh, productor también de la serie. ¿En qué consiste la ficción en tiempo real? La “ficción en tiempo real” pretende estar íntimamente pegada a la actualidad. El despacho de consultores donde se desarrollará la acción es imaginario, pero los asuntos sobre los que trabajarán los actores serán tomados de la actualidad diaria, la que reflejen los medios de comunicación. Los protagonistas, en algunos casos, interpretarán su propio papel en la vida real. Las cámaras recorrerán los restaurantes de Washington que frecuentan los parlamentarios y entrarán en el Congreso para captar la vida en los pasillos, despachos y las discusiones auténticas que allí se desarrollen. Los espectadores estadounidenses podrán reconocer a sus representantes políticos, que serán figurantes, voluntarios o involuntarios, de la nueva ficción. El círculo se completa con los actores, que serán a menudo auténticos profesionales del derecho, de la economía o de la política que interpretarán su propio papel en la vida real. Por ejemplo, K Street contará en su reparto con una de las parejas de “moda” de Washington, la formada por la republicana Mary Matalin, hasta hace poco consejera del vicepresidente Richard Cheney y por el estratega preferido de Clinton, el demócrata James Carville, conductor de un programa de debate político de la cadena CNN. Los episodios serán grabados semana a semana Para no alejarse de la actualidad más cercana, los episodios no serán grabados con antelación a su emisión. Está previsto que sea filmado de lunes a miércoles, con técnicas de reportaje; que se monte el jueves y el viernes y que sea emitido los domingos por la noche, con lo que se consigue que refleje la auténtica actividad informativa semanal. Steven Soderberg es un reconocido director que representa un lujo para la televisión. Ganó con 26 años la Palma de Oro en el Festival de Cannes con la película, estrenada y aplaudida en España, Sexo, mentiras y video, en la que creó un estilo narrativo propio que ahora quiere respetar. Soderbegh sustituirá en K Street el sexo por la política y correrá el riesgo de no ser premiado con buenas audiencias televisivas. El espectador americano está acostumbrado al gran espectáculo que ofrecen diariamente todas las cadenas y a este experimento de HBO le tocará sustituir el sexo de la película de Soderbergh por la aburrida, a veces, vida diaria del Congreso de los Estados Unidos, donde se discuten asuntos que muy a menudo no tienen ninguna relevancia social. Pero si la apuesta les sale bien, HBO puede hacer “historia” y contribuir a la evolución de este anquilosado mundo de la televisión. No hay que olvidar que el programa comienza en vísperas de la campaña presidencial de 2004, con un polémico Presidente de los Estados Unidos que –según las encuestas- ha perdido buena parte de su popularidad por su actuación en la guerra de Irak. HBO es una cadena creadora de “modas televisivas”. Lo hizo con Sexo en Nueva York y lo repitió con Los Sopranos. Y, desde el cable, ha obligado a las grandes cadenas generalistas masivas a cambiar sus criterios y su programación.

* Fuentes: Le Monde y HBO

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