Susanna Griso: “Basta ya de criticar a Carbonero con saña, es casi una lapidación, todos tenemos errores”
Susanna Griso cierra este viernes su sexta temporada al frente del magacín matinal Espejo Público para ceder el testigo a Sandra Daviú y Roberto Leal, que se harán cargo del programa durante los meses de verano.
La presentadora catalana pone punto final a uno de sus cursos más exitosos; el programa ha crecido más de 2 puntos respecto a la anterior etapa y ha protagonizado uno de los pulsos más reñidos con su principal rival, El programa de AR (Telecinco). “Este 2012 ha sido nuestro año, porque desde enero, salvo los dos meses que coincidió con el auge de GH, hemos sido líderes”, comenta a Vertele.
Ana Rosa Quintana defiende que su programa sigue siendo líder en el cómputo global de curso, desde septiembre (16.8%), frente al 15.4% de Susanna Griso. Y es que Espejo Público ha experimentado el mayor crecimiento a lo largo de este 2012, hasta el punto de terminar líder en junio (16.1%) y ser el único magacín que rebasa el 16% de share.
Tanto desde Mediaset, como la propia Ana Rosa, explican la evolución positiva del programa de Antena 3 al tiempo que dedica a los sucesos, “un 44% del mismo”, según el dato que aportó hace unos días Quintana. Griso lo desmiente. “A mí no me gusta analizar lo que hace la competencia ni medir el porcentaje de tiempo que dedican a cada tema”, opina. “Nuestra composición del programa no ha variado. No tenemos más sucesos que antes. Además, nuestra parte más fuerte es la que dedicamos a hablar de economía”, detalla.
La presentadora de Antena 3 repasa con Vertele la temporada que ahora termina, reconoce que “el año pasado recibió una oferta de otra cadena” y sale en defensa de Sara Carbonero: “Ya basta, no es justo que se la trate con tanta crueldad. La ironía inicial, que puede estar bien, ha terminado en una especie de lapidación que no me gusta”, afirma. “Tampoco comparto las críticas que han hecho otros periodistas”.
Cierra la temporada con 15.4%, 2.2 puntos más que la anterior, ¿ha sido su mejor curso?
Sin duda ha sido uno de los mejores, porque ha habido mucha información y porque hemos tenido una progresión muy ascendente, sobre todo en este 2012, que ha sido nuestro año porque prácticamente desde que comenzó hemos sido líderes.
La mayoría de programas pierden cuota debido al aumento de la oferta de canales, ¿cuál ha sido la clave para que “Espejo” haya invertido esta tendencia?
Es algo que incluso a mí me sorprende, porque vivimos un tiempo donde la fragmentación de la audiencia cada vez es mayor. La explicación que yo doy es que ha sido un año en el que han ocurrido muchas cosas, el público ha demandado más información que nunca y nosotros se la hemos dado.
Esta es su sexta temporada, ¿cree que es una carrera de fondo y que es ahora cuando el público les ha premiado?
Yo creo que sí, y eso que hubo serias dudas cuando empezamos. La televisión funcionaba a base de formatos clásicos y era un riesgo hacer un programa contenedor que dependiera directamente de Informativos, muy pegado a la actualidad. Era algo nuevo y muchos dijeron que no iba a funcionar.
Ana Rosa ha dicho recientemente que “estamos obligados a no dormirnos en los laureles”... ¿cree que ha puesto nerviosa a la competencia?
La competencia nos hace mejores a todos y la batalla televisiva siempre ha estado muy reñida. Desde que comenzamos en Espejo Público hemos apostado por dar información durante casi cuatro horas, mientras otros programas tenían primero una tertulia política y luego hacían un magacín clásico. Sin embargo, desde hace ya unos años obligamos a Telecinco a mover pieza, prescindieron de La mirada crítica y adelantaron El programa de Ana Rosa para que empezara a la misma hora que Espejo público, a las 9:00 horas. En TVE también hicieron cambios.
Dice que la guerra televisiva siempre ha estado reñida, pero lo cierto es que este año ha superado en numerosas ocasiones a Ana Rosa Quintana...
Sí, nosotros prácticamente hemos ganado desde enero salvo los meses que coincidió con auge y final de Gran Hermano. La verdad es que no suelo entrar mucho en la batalla de las audiencias pero la evolución de este año ha sido muy positiva.
Telecinco y Ana Rosa Quintana explican que la subida de audiencia de “Espejo público” se debe a que ustedes dedican el 44% del tiempo a los sucesos, ¿es cierto este dato, es su principal sección?
A mí no me gusta analizar lo que hace la competencia ni medir el porcentaje de tiempo que dedican a cada tema. Yo por sucesos entiendo que son noticias de información donde caben temas como juicios, estafas, crímenes... es la vida. Además, tenemos un equipo de investigación del que estoy muy orgullosa. También dedicamos tiempo al corazón, pero siempre muy vinculado a la actualidad: hemos hablado del caso Nóos, el juicio de Ortega Cano...
¿Cree que sin ‘sucesos’ hubiera su programa hubiera tenido el mismo dato?
Nuestra composición del programa no ha variado. No tenemos más sucesos que antes. Lo que tenemos es información sin bloques, hemos roto con las secciones. Además, nuestra hora más fuerte es la primera, donde lideramos con un tiempo que casi dedicamos por completo a hablar de economía.
¿Pensó alguna vez que la economía iba a ser la parte más competitiva de su programa?
No, y eso que yo trabajé en esa sección en mis anteriores trabajos. Nosotros éramos los aburridos, los ‘gafotas’ y ahora somos imprescindibles. Reconozco que vivo obsesionada con la prima de riesgo (risas).
¿Qué mira primero por las mañanas, el índice de la prima de riesgo o la cuota de audiencia del día anterior?
(Risas) La prima de riesgo porque sale antes, a las 8:00 h; la audiencia se retrasa unos minutos más.
¿Cuál ha sido el momento más difícil de la temporada?
Me costó mucho la entrevista que hice a Ruth Ortiz, porque fue un momento muy complicado. Como madre, no podía dejar de empatizar. Ella estaba destrozada, pero tuvo una dignidad impresionante. Fue todo muy rápido, nos concedió la entrevista, me fui a Huelva por la tarde y esa misma noche volvimos con la cinta y tuvimos que dormir en la furgoneta.
¿Y el más divertido?
Tengo la sensación de que ha sido una temporada muy dura pero sí ha habido situaciones cómicas, cuando han coincidido gente variopinta y tienes la sensación de que el plató se ha convertido en una especie de camarote de los Hermanos Marx.
Hay dos momentos que quedarán grabados para la historia, la conexión de Ruiz Mateos y la llamada Isabel Pantoja, ¿cómo lo recuerda ahora que ha pasado el tiempo?
Han sido los ‘hits’ de la temporada (risas). Lo de Pantoja fue inesperado y muy sorprendente porque accedió a hablar cuando le propusimos seguir con la entrevista cuando el programa había acabado, y la verdad es que entró al trapo en todo. La conexión de Ruiz Mateos sabía que iba a ser complicada pero fue más dura de lo que pensaba.
¿Pensaba que esa entrevista iba a ser el detonante del divorcio de Pantoja con Telecinco?
No me atrevo a decir tanto, pero sí era evidente que iba a tener repercusión porque tenía un contrato con Telecinco y aún así quiso hablar con nosotros.
¿Ha pensado cuántas temporadas más va a seguir madrugando al frente de “Espejo público”?
No lo sé... prefiero no pensarlo, aunque ya me he acostumbrado a levantarme tan temprano porque me encanta mi trabajo y sé que en otra franja no podría hacer un programa como este. Soy una privilegiada.
¿Ha recibido alguna oferta de otras cadenas en los últimos meses?
La recibí el año pasado, que era cuando terminaba mi contrato con Antena 3, pero preferí seguir aquí.
¿De qué cadena?
Por cortesía no lo voy a decir.
Hace poco publicamos una noticia referente a una fiesta en la que coincidió con Paolo Vasile en la que vieron el partido España-Portugal, ¿habló con él?
Estuve poco tiempo, no tuve ocasión de ver a Paolo Vasile, saludé a Tringalli, pero me fui al rato porque había quedado con unos amigos.
¿Ya han pensado en las novedades que traerá “Espejo público” tras el verano?
Estamos trabajando y todos tenemos deberes para este verano. Habrá sorpresas.
¿Nuevos colaboradores?
No me refiero a eso exactamente, porque nos gusta tener las manos libres y a veces cuando tienes colaboradores fijos te pueden atar.
¿A qué se va a dedicar en vacaciones?, ¿desconectará del trabajo?
Debería, pero no me atrevo porque estos meses van a ser muy intensos informativamente hablando, por eso me voy una semana más tarde de lo habitual. Seguiré al tanto de todo y en Twitter también, por supuesto, aunque intentaré no escribir tanto (risas).
¿Alguna vez ha tenido alguna polémica en Twitter?
La verdad es que no. Pero hace unos días hice un comentario sobre la celebración de los jugadores de la Selección y en el momento de escribir el ‘tuit’ ya sabía que me iba a caer alguna crítica y rápido me convertí en Trending Topic (risas).
¿Qué opina de todas las críticas que ha recibido Sara Carbonero en Twitter?
Yo creo que ya basta. Lo que empezó siendo una broma divertida, con algún comentario ingenioso en #GraciasSara derivó casi en una especie de Inquisición. Las cosas tienen su justa medida, la ironía está bien, pero a muchos se les ha ido de las manos. No es justo que se la trate con tanta crueldad, hay saña y, además, con ella se usa una vara de medir que no se es válida para otros. No sé si es envidia o qué es. Me molesta cuando algo termina casi en una lapidación. Yo diría a Sara que se blindara, aunque sé que es muy complicado con todo lo que le está cayendo.
Sin embargo, estas críticas también han llegado en los últimos días procedentes de periodistas consolidados, como Àngels Barceló o José María García, ¿está de acuerdo con ellos?
No me sumo a esas críticas. Sara Carbonero es joven, lleva poco tiempo trabajando y no es nada fácil. Además, todos cometemos errores. No hay que olvidar que Sara ha retransmitido un acontecimiento que ha tenido cuotas del 80% share, tiene muchas lupas a su alrededor y eso condiciona mucho.