Telecinco inicia el rodaje de “la mayor producción para televisión de la historia”
Hoy se inicia en Túnez el rodaje de Imperium, coproducción europea de Telecinco, KirchMedia y Lux Vide, que lleva a cabo un recorrido por la historia del Imperio Romano a lo largo de cinco siglos, siendo, según la cadena privada, la mayor producción para televisión de la historia con un presupuesto que supera la cifra de 125 millones de euros. Esta producción de corte histórico, que constará de seis capítulos, retratará la vida y trayectoria política de los grandes gobernantes romanos Julio César, Augusto, Nerón, Tito y Constantino, así como la cruenta guerra entre bizantinos y godos por el control de Roma. Diversas localizaciones en el desierto tunecino acogerán el rodaje de “Augusto”, capítulo protagonizado por los actores españoles Juan Diego Botto y Elena Ballesteros (Periodistas) y por los internacionales Peter O’Toole, Charlotte Rampling, Vittoria Belvedere, Benjamin Sadler, Ken Duken, Russell Barr y Massimo Ghini. O’Toole encarna a Augusto, una persona enigmática que se convirtió en el hombre más poderoso de su época. Seis periodos claves en la historia del Imperio Romano en seis episodios Imperium recreará a lo largo de seis entregas los momentos más gloriosos y trágicos del Imperio Romano, que conquistó numerosos territorios en Europa, Asia y África convirtiéndose en la civilización más poderosa del mundo. Julio César En el año 59 A.C., Roma se encuentra inmersa en una sangrienta guerra civil. Las masas enfurecidas nombran a César cónsul. Éste y el general Pompeyo parecen ser las dos únicas personas capaces de controlar la situación. Sin embargo, en las fronteras del Imperio Romano las tribus teutónicas amenazan al pueblo galo, aliado de Roma. Tras arrasar a las hordas germanas y suscitar el odio de los galos, Julio César se autoproclama emperador de Roma. Augusto Tras el asesinato de César a manos de Bruto, el caos gobierna el Imperio Romano. El joven Octavio y sus amigos sueñan con restaurar el poder de César y crear una Roma unida. Este capítulo retrata las figuras históricas de Cicerón, la intrigante Cleopatra, el impulsivo Marco Antonio y el enigmático Octaviano, que se convertiría en el poderoso emperador Augusto. Nerón En el año 39 D.C., el emperador Calígula ordena en medio de una fiesta una lucha a muerte entre gladiadores. Agripina, la hermana del emperador, le reprocha su decisión, por lo que él la destierra de Roma. Nerón, el hijo de Agripina, crece en una corte degenerada. Cuando Calígula es asesinado, Agripina regresa a Roma, confía la educación de su hijo al filósofo Séneca y se casa con el emperador Claudio. A los 17 años, Nerón es coronado emperador, un monstruo que en uno de sus momentos de locura mandó quemar la ciudad de Roma. Tito Los generales Vespasiano y Tito guían a las legiones romanas para acabar en el año 70 D.C. con la revuelta de los judíos en Judea. José, un zelota, es hecho prisionero y poco después se gana la simpatía de ambos militares. Tito es un soldado profesional famoso por sus victorias, pero que goza de escasa popularidad entre la gente. Sin embargo, en el año de la destrucción de la ciudad de Pompeya es proclamado emperador. Constantino En el año 308 D.C. cuatro hombres reclaman la herencia de Diocleciano y el poder sobre Roma. Las armas se desenvainan y la batalla decisiva enfrenta a Maxentio, que adopta el símbolo del sol en sus estandartes, y a Constantino, que enarbola la cruz de Cristo. Es la primera vez que en la historia de Roma tiene lugar una batalla en el nombre de la religión. La cruz prevalece en la contienda y Constantino decide acabar con la persecución de los cristianos y traslada a Bizancio la capital del Imperio Romano. La batalla por Roma Tras la muerte de Teodorico, el rey de los godos y gobernador de la península itálica, su hija Amalasunta hereda en el año 526 D.C. el reino de Roma. Por primera vez, el destino de la ciudad eterna recae en las manos de una mujer. La reina educa a su hijo según la cultura romana, iniciativa que enciende el odio de su pueblo. La muerte prematura de su hijo incrementa la oposición de la nobleza goda contra ella y finalmente Amalasunta es exiliada. Justiniano, el emperador de Bizancio, defiende la unión del Imperio Romano y estalla una cruel guerra entre bizantinos y godos.