TVE despide a Ángela Rodicio
El motivo del despido son las irregularidades en la gestión económica en la corresponsalía. El despido, firmado por la propia corresponsal, cierra el expediente abierto por la cadena, según una nota oficial de RTVE. El portavoz de los vocales del PSOE en el Consejo de Administración, Miguel Ángel Sacaluga, relató que Rodicio había llegado a un acuerdo para devolver el dinero que supuestamente se había llevado de forma irregular (alrededor de 40.000 euros) y abandonar Televisión Española. Sin embargo, los servicios jurídicos de la cadena recibieron una notificación de los abogados de la periodista asegurando que no había podido reunir el dinero, motivo por el que finalmente se le ha despedido. Televisión Española apartó de sus funciones a Rodicio a finales del mes de diciembre, tras detectar irregularidades económicas en las cuentas de la delegación de la cadena pública con motivo de una auditoría ordinaria. Ángela Rodicio llevaba trabajando en TVE desde el año 1989, y ha sido corresponsal en varios conflictos bélicos, como la primera Guerra del Golfo, Sarajevo, Oriente Próximo y la guerra de Irak. En Jerusalén llevaba desde el 15 de agosto de 2000. Rodicio, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, había trabajado anteriormente en 'La Región de Murcia', el 'Faro de Vigo' y 'La Voz de Galicia'. En televisión, además de para TVE también ha realizado trabajos para la BBC y la CNN. El expediente de despido El expediente que ha servido de base para el despido, filtrado al diario “La Razón”, considera suficientemente acreditado que Rodicio, «ha dispuesto de fondos de la empresa de forma irregular y para uso particular por importe total de 36.147,20 euros». Esta cifra ha sido dividida por la Dirección de Personal de forma que 16.667,02 euros corresponden a pagos efectuados de agosto a diciembre de 2003 (tiendas de ropa, joyería, artículos de regalo); 8.404,43, al saldo que debería figurar en la cuenta de la caja de la corresponsalía y que, según las verificaciones efectuadas por el personal de TVE desplazado a Jerusalén, carecía de fondo alguno; y 9.075,75, a otros pagos realizados entre enero y diciembre de 2003 justificados por la corresponsal como gastos de producción y que, según la investigación, son «pagos particulares (empresas de antigüedades, regalos, etc.».
Uno de los conceptos más utilizados por Ángela Rodicio en las facturas que justificaban los gastos es el referido a las sucesivas reparaciones del coche blindado de la delegación, un Land Rover de 1994, que, según el testimonio del conductor del vehículo, Haled Abu Laban, recabado por la letrada de TVE en dicha corresponsalía, Betty Nulman, «no recibió ningún tratamiento en ningún taller de arreglos». Es más, recuerda que «una vez el automóvil no se encendía, le cambié la batería en el parking de la oficina en el edificio JCS y la corresponsal responsable, Ángela Rodríguez, no aceptó reintegrarme el costo del arreglo, como 1.760 NIS» (pago en moneda local). Averías inexistentes La investigación de TVE ha podido, así, comprobar que las facturas justificadas como «Arreglo aire acondicionado coche blindado», «Cambio batería coche blindado», «Revisión coche» y «Caja de cambio» corresponden en realidad a pasminas en la boutique Thehearne&Bear de Londres (800 euros), Giorgio Armani en Roma (1.468 eruos), Hotel Senator en Roma (681 euros) y la boutique de Cartier en el aeropuerto de Fiumicino en Roma (1.057 euros).
En la exhaustiva investigación llevada a cabo por TVE, se contactó con el cámara AbHamud, a quien Rodicio atribuyó determinados pagos entre enero y mayo de 2003 (ver gráfico) por trabajos en Cisjordania, y que manifestó que sólo trabajó con ella una vez en 2002.
Por su parte, la administrativa de la corresponsalía, Jessica Lasky, reconoció a los investigadores de TVE que «muchas veces me pedía (Rodicio) que buscara nombres para ponerlos como invitaciones en restaurantes, las cuales ella firmaba después». Y recuerda también que «cada vez que veía un gasto personal de ella me decía que ella pondría el dinero en la caja que ella manejaba y le escribiría a España que se trata de un gasto personal».
En sus alegaciones, la ex corresponsal de Jerusalén entiende que la documentación que sirve de base a las acusaciones se ha obtenido mediante la vulneración de su derecho a la intimidad, al acceder a los movimientos personales de su tarjeta a través de internet, y recuerda que en plena investigación de su gestión contable, depositó 10.000 dólares ante el Cónsul General de España, supuestamente con la intención de reintegrarlos en la caja de la corresponsalía.