YouTube asegura que sólo rentabiliza vídeos autorizados
La plataforma de vídeos online perteneciente a Google, YouTube, ha asegurado hoy que sólo rentabiliza las piezas de aquellos proveedores “titulares de los derechos de propiedad intelectual”, con los que tenga acuerdo para la explotación publicitaria de las vídeos alojados en el portal.
“Para nosotros todos los vídeos tienen copyright”, ha afirmado la responsable de Alianzas Estratégicas de YouTube en España, María Ferreras, durante un desayuno informativo en el que se explicaron los mecanismos utilizados por la plataforma para la protección de los derechos de autor y de otros, como el de la infancia o de privacidad personal.
“YouTube hace mucho más de lo que obliga la ley”
En este sentido, Ferreras recalcó que su compañía “hace mucho más de lo que obliga la ley” ya que la filosofía de Google es “ofrecer herramientas de control a todos aquellos que quieran utilizarlas”.
Uno de estos sistemas empieza por la acción de la propia comunidad de “youtuberos”, que pueden denunciar -en este caso marcar- un determinado vídeo que, por ejemplo, muestre contenido sexual explícito o infrinja los derechos de autor, y que la solicitud les llegue al equipo de YouTube, que revisa la pieza antes de eliminarla del portal.
Asimismo, mediante el envío de un correo electrónico, los proveedores de contenido, como el caso de las cadenas de televisión, pueden enviar la relación de las URL de aquellos vídeos de su propiedad que hayan sido publicados sin su consentimiento. A este respecto, Ferreras añadió que el portal no elimina nada a menos que se lo indique el propietario de los derechos, ya que YouTube “es sólo un proveedor de hosting (alojamiento web)”.
Sistema de Vídeo ID para las cadenas de TV
En el caso de las cadenas de televisión o productores de una cantidad considerable de contenido, Ferreras indicó que el portal de Google ha desarrollado un “sofisticado”, “exclusivo” y “gratuito” sistema, denominado Video ID, en que el que la compañía californiana ha invertido cerca de dos años de investigación.
“La herramienta permite identificar parcial o totalmente los vídeos que se suben a YouTube, a partir de un fichero de referencia”, dijo Ferreras. Previamente, el portal llega a un acuerdo con el dueño de los contenidos, que se guardan en una base de datos privada.
“En el caso de una serie, cuando un usuario intenta subir esa misma serie o tres minutos de la misma, el sistema trocea el vídeo que entra y lo compara imagen a imagen con el vídeo de referencia de la base de datos”, explicó.
Ferreras destacó la “efectividad” y “automatismo” del sistema, ya que detecta piezas que están parcialmente incluidas en otra completa, vídeos totales o editados o, incluso, grabaciones a la pantalla de una televisión.
“Encontrar el equilibrio entre usuario, derechos de autor y distribución
A partir de los resultados, el portal “aplica la política que ha adquirido el dueño del contenido”. Según Ferreras, Google “está obsesionado” con encontrar un equilibrio entre el usuario, los derechos de autor y las opciones de distribución, de ahí que “se le de al propietario el derecho de elegir qué es lo que quiere hacer con ese vídeo que el sistema detecta como suyo”.
“Puede eliminarlo, hacer un seguimiento del vídeo -tracking-, o monetizarlo, es decir, ingresar dinero”, enumeró.