Pablo Ibáñez, más conocido por el público como El Hombre de Negro, se ha lanzado a una inesperada nueva etapa televisiva, rompiendo su hieratismo y soltándose como concursante en Bailando con las estrellas. El que fuera colaborador de El Hormiguero forma parte de un plantel muy competitivo, pero él tiene que claro su objetivo: “Estoy viendo que puedo ser un buen bailarín y que voy a ganar”, dice con seguridad.
Asegura que el motivo para aceptar la oferta de Gestmusic no fue para romper con su imagen ya tan reconocible: “El personaje que he hecho es parte de mí, y hay mucho de mí en él”, afirma, aunque sí deja claro que habrá sorpresas: “El público va a conocer caras que no conocía de mí”.
En cuanto a sus puntos fuertes y débiles, también llaman la atención sus respuestas: “El latino, aunque parece que no, no se me da mal, pero mi rollo es el vals vienés”, cuenta. En cambio, aún no se ve cómodo con el rock'n'roll: “Demasiada locura, demasiado movimiento”.