El espectáculo del descanso de la Superbowl fue tan espectacular como sus expectativas. Lady Gaga protagonizó el montaje televisivo más caro de la historia, y sorprendió al mundo entero con su despliegue.
Empezando desde los cielos, “volando” hasta el campo y luego recorriéndolo sobre las pasarelas que se habían montado en tiempo récord, a la cantante le dio tiempo a demostrar su espectacular voz mientras hacía acrobacias, bailaba, tocaba el piano y se cambiaba hasta tres veces de vestuario y dos de maquillaje.
Para acabar el show, un guiño al fútbol americano, subiéndose a lo alto de una plataforma y saltando “al vacío” para atrapar un balón. Así “desapareció” dejando una enorme ovación en el estadio.