'Dog House', la emocionante mezcla de servicio público y rendimiento que RTVE puede convertir en otro 'Grand Prix'

Chenoa, con Fish y su nueva familia en 'Dog House'

Marcos Méndez

El proyecto de Dog House se conoció oficialmente de una forma curiosa. A principios de mayo, RTVE actualizó su listado de producciones externas, y reflejaba una novedad: un programa con ese nombre encargado a la productora Boxfish. Su presupuesto era de 1.621.902 euros. Nada más se sabía.

Horas después, ese mismo día 8 de mayo, la cadena pública anunció el formato mediante una nota de prensa: con el objetivo de poner el foco en la adopción de perros, el programa abriría las puertas de un albergue donde profesionales y voluntarios trabajan cada día para encontrar familias ideales para ellos. Como aval, ser la adaptación de un formato ya emitido en otros ocho países. Y como aliciente, a finales de ese mismo mes se anunció que la presentadora sería Chenoa, alargando su vínculo con RTVE tras The Floor, y mientras encabeza OT para Amazon Prime Video.

Siendo totalmente sincero, quien esto escribe pensó entonces: “Nos va a gustar a los que queremos a los perros, y poco más. Será un test de verano baratito [sí, 200.000 euros por capítulo para el prime time lo es] y aprobable por su buen fondo y mensaje, sin más”. Y resulta que se ha convertido en el único formato que he hecho por ver durante mis vacaciones, y durante este verano. Pero más allá de lo personal, hay razones menos subjetivas que también permiten alabarlo, sobre todo tratándose de La 1.

Una noche de liderazgo para La 1 de RTVE

Con poco tiempo de producción (a principios de mayo estaba aún en fase de casting y se estrenó el 15 de julio), Dog House se presentó como un formato redondo, bien acabado y, sobre todo, con una estructura episódica que es sencilla y verdaderamente cumple con la vocación de servicio público que siempre se le pide a RTVE. En este caso, además, resultando competitiva.

En sus cuatro entregas emitidas hasta la fecha, Dog House se ha situado sobre el 10%, llegando a ser líder con las dos últimas. Este martes 12 de agosto ofrece la quinta, enfilando ya su recta final ya que constará de ocho entregas. Si la programación no cambia, se despedirá el martes 2 de septiembre, para dejar libre su hueco al inicio de temporada de RTVE.

Audiencias de 'Dog House' en La 1 de RTVE:

  • 15 julio: 9% y 788.000
  • 22 julio: 10.7% y 606.000
  • 29 julio: 12.4% y 905.000 (líder)
  • 5 agosto: 10.7% y 767.000 (líder)
  • MEDIA PROVISIONAL: 11% y 793.000

Emoción y también educación

Ante todo, Dog House es un programa que emociona con las historias tanto de los “dueños” -triunfo de su departamento de casting-, como de los perros -dejando claro que para ellos también es un momento importante, en muchas ocasiones tras sufrir traumas causados por los humanos-. Buena muestra de que sus historias conectan con el espectador es que no sólo hay alegría al ver un perrete y comprobar cómo encuentra una familia, sino también enfado porque una mujer devuelva a un perro porque pierde demasiado pelo para que ella lo limpie.

Pero no se vale simplemente del comodín de enseñar perros en televisión, sino que resulta educativo. El programa explica con naturalidad todo el proceso de adopción, en el que no sólo los humanos “piden” qué tipo de perro quieren, sino que los expertos del albergue (que ya sean reales o guionizados funcionan a la perfección) son los que piensan en el animal para que se pueda adaptar bien.

Para alguien no acostumbrado a ese proceso, resulta duro e incluso cruel ver cómo un perro conoce a una familia pero al no mostrarse cómodo acaban devolviéndole al refugio y haciendo el encuentro con otro perro. Pero lo que Dog House enseña es que eso es preferible a que no haya un encaje: no sólo la familia elige al perro, también el perro debe elegir a la familia. Siendo televisión ese baño de realidad resulta doloroso de ver, pero el formato apuesta por la naturalidad y así se gana la confianza del espectador.

Su estructura sencilla es un acierto: Chenoa recibe a los invitados, pasan por una recepción que sirve para presentarlos, hablan con los expertos sobre cómo son y qué perro buscan, los expertos se reúnen para pensar en qué animales del albergue podrían encajar, se producen los encuentros y, si son satisfactorios, Chenoa aparece con una correa para despedirles mientras se marchan paseando por primera vez juntos. Así, varios casos por cada programa, con ritmo y sin caer en “rellenos” innecesarios.

Los expertos, y el papel de Chenoa

El hilo conductor son las familias y los expertos. Las familias, como decimos con buen trabajo de cásting para seleccionar casos de todo tipo. Los expertos, creíbles al pensar lo primero en los perros y a su vez explicar sus historias y cómo van los procesos. Televisivamente, funcionan especialmente bien durante los encuentros, que ellos “comentan” mientras ven las actitudes de familias y perros a través de las cámaras y explican qué pasa y cómo deberían hacerse.

En ese sentido, se nota la mano de la productora. Boxfish fue creada por exresponsables de Warner que crearon un sello propio con 'los tróspidos' de Quién quiere casarse con mi hijo, que luego han sabido heredar en otros formatos como Bake off. Esa dirección y montaje con vídeos rápidos, intercalando comentarios y momentos de los expertos y de las familias de forma similar a First Dates (también de Warner IPTV), y la voz en off de Chenoa lo convierten también en un formato divertido y ameno, sumando cierto humor a su emotividad intrínseca.

La presentadora, Chenoa, ejerce más bien como maestra de ceremonias al recibir a los invitados, al conocer a los perros que se les van a presentar, y al despedirles ofreciéndoles su primer paseo, además de esas intervenciones puntuales como voz en off. Realmente es un papel no tan principal como podría pensarse antes de ver el programa, pero que ella acepta e interpreta de maravilla, resultando especialmente convincente cuando tiene que improvisar por las reacciones de los perros, o los comentarios espontáneos de las familias.

Una nueva cita fija como el 'Grand Prix'

En verano, cuando el consumo televisivo disminuye de forma notable, es habitual que las cadenas testen nuevos formatos, habitualmente con la idea de darles continuidad en temporada alta. Pero con Dog House, lo que RTVE puede haber encontrado es una nueva cita fija veraniega como el Grand Prix.

Si tras 18 años vuelve a resultar difícil imaginar una noche de verano sin el Grand Prix con Ramón García y la nueva vaquilla (de hecho, esta temporada cuenta por victorias sus entregas emitidas), Dog House puede -e incluso debería- ser renovado y convertirse en un fijo de estas fechas veraniegas, cuando más abandonos de perros se producen. Podría ser sólo para demostrar que aún quedan por encontrarse formatos de servicio público, pero en su caso es que también ha logrado conquistar a la audiencia. El combo más deseado por RTVE.

Etiquetas
stats