Joaquín Prat es, en realidad, la gran apuesta de Mediaset para esta temporada televisiva con El tiempo justo, su nuevo magacín vespertino que tiene como difícil misión lo que no consiguió su “jefa” Ana Rosa Quintana con TardeAR: reflotar las tardes de Telecinco. Y decimos 'en realidad' porque, nuevamente en su carrera, parece que le llega por ser el 'comodín' del grupo, algo ante lo que se resigna (“tengo que asumir que esta es mi realidad profesional”) y al mismo tiempo valora: “Bendito 'comodín', que me sigan utilizando de comodín durante muchos años, que la vida está muy cara”.
El presentador atiende a verTele antes del estreno de su nuevo programa, que como ya hemos analizado tras ver su debut sigue la fórmula habitual de los magacines de Unicorn Content, y celebra que le ha venido “en el momento perfecto”, a la vez que reconoce: “Yo lo único que quiero es asentarme ya de una puñetera vez, y asentar un producto televisivo” y añade entre risas: “Si yo lo único que quiero es tener trabajo a estas alturas, de verdad”. Una bipolaridad que él asume por su forma de ser: “A veces me revelo, pero tienen la suerte de que me revelo poco”.
Pese a que su productora reconoció que la política en la tarde no funciona, El tiempo justo la tendrá como una de sus piezas fundamentales, lo que Prat afronta sin miedo: “A mí me encanta hablar de política, pero no la puedes cagar, y es muy fácil cagarla hablando de política”. La misma naturalidad con la que zanja si alguna vez se ha sentido distinto, dentro de Unicorn, por defender posturas no tan conservadoras: “No sé si existe una línea editorial, pero yo no lo he percibido así”.
Sobre la dificultad de las tardes, no se esconde al reconocer que “lo ve jodido” y ponerse como objetivo “por lo menos los dos dígitos” de audiencia, aceptando su misión: “A ver cómo narices conseguimos nosotros revertir la tendencia”. Joaquín Prat nos habla también de su nueva rival Marta Flich, de su nueva rival y amiga personal Sonsoles Ónega, y hasta de la vuelta a Mediaset de Lydia Lozano. Y de cara al futuro, no oculta que le gustaría vivir un poco más tranquilo: “Dentro de unos años, un prime time que me permita vivir...”.
'El tiempo justo' se presenta muy estructurado, dos partes diferenciadas, la primera con tres mesas, la segunda muy definida... ¿El orden es necesario, o en televisión puede coartar un poquito la espontaneidad?
El orden es la disciplina que uno tiene que tener, en un programa de televisión, para que no cunda el nerviosismo. Lo maravilloso de la tele en directo es que ese orden muchas veces salta directamente por los aires en función de la actualidad. O sea, todo es muy bonito, muy estructurado, pero a lo mejor dentro de dos meses resulta que una cosa no funciona y salta por los aires. Aunque no es la intención, claro. Pero el orden es lo que te da la base para empezar a funcionar. Y lo que hace que todo salte por los aires sería la actualidad.
Si Pedro Sánchez convoca elecciones, pues la actualidad definida como de crónica negra, que podríamos decir, salta por los aires. Y el corazón también, y nos dedicamos a la política. ¿Que los reyes anuncian la disolución de su matrimonio, el cese de la convivencia? Pues obviamente todo salta por los aires. ¿Que hay una tragedia, Dios no lo quiera, como la del pasado 29 de octubre en Valencia? Pues todo lo demás salta por los aires. Pero es un poco la base para que todos estén en su sitio y en su parcela y no cunda el nerviosismo y haya un arranque, al menos, que arranquemos con una cierta tranquilidad. Luego ya el director tiene lo que tiene.
Puede sorprender que el programa se presente con la política como uno de sus puntos centrales, porque Xelo Montesinos, al hacer balance de 'TardeAR' cuando aún estaba Ana Rosa, dijo que habían comprobado que la política por las tardes no funciona. ¿Por qué ese cambio?
Hombre, el año político es apasionante. Vamos a intentar que nos funcione, porque a mí me encanta. Es un contenido que me encanta abordar, pero es muy exigente. A mí me encanta hablar de política, pero no la puedes cagar y es muy fácil cagarla hablando de política. Tiene un componente en redes que provoca la crítica, incluso el insulto, toda la exacerbación. O sea, paga poco la política en televisión, pero a mí me encanta y creo que es necesario. La idea es esa. Veremos si luego cala. Oye, a Risto le va muy bien.
Y hablando de política, dices que te encanta, ¿te has sentido alguna vez el presentador “distinto” en Unicorn y en Mediaset? A veces tienes unas opiniones menos conservadoras, e incluso te han hecho confrontar con tertulianos o con compañeros.
Es que yo opino libremente, y tengo la suerte de que trabajo en una cadena en la que no me han censurado. La única censura que me pongo es la autocensura. Nunca me han llamado, nunca han descolgado el teléfono para decir 'esto no' o 'esto sí'. No sé si existe una línea editorial, pero yo no lo he percibido así, porque siempre me han dejado expresar mis opiniones libremente. Si existe una línea roja, yo creo que todos la tenemos bien clara con respecto a lo demás. A veces cuando opino, opino mucho más desde las tripas que desde el cerebro. Y afortunadamente las tripas solo se me revuelven muy de vez en cuando, porque si no, acabaría con una úlcera.
A mí me encanta hablar de política, pero no la puedes cagar, y es muy fácil cagarla hablando de política
A nivel personal, para ti implica un cambio a las tardes. ¿Te gusta? ¿Lo ves como más confianza con programa propio y más tiempo, o preferirías seguir en la mañana con ‘Vamos a ver’?
Yo creo que ha venido en el momento perfecto. Después de todos los cambios que hubo, cuando Ana Rosa se va a las tardes y yo me quedo con Vamos a ver toda la mañana, con un programa que después del de Terradillos íbamos desde las 10:30 hasta las tres de la tarde... Cuatro horas y media de directo, de lunes a viernes, yo creo que era el programa que más horas de directo tenía en televisión. De lunes a viernes, porque luego Fiesta los fines de semana también hace cuatro y media o cinco horas. Pero era un reto importante. Yo lo único que quiero es asentarme ya de una puñetera vez donde quiera que esté, pero asentarme. Y asentar un producto televisivo.
¿Tiene que haber también un cambio de tono en un presentador de las tardes respecto a uno de las mañanas, o no es para tanto?
Yo no lo voy a tener. Yo voy a seguir siendo como soy. Ya hice Cuatro al día, que cuando yo entré hacíamos un 2% de share y cuando me marché hacíamos una media de 6%. Voy a ser el mismo que en Cuatro al día, y no voy a hacer cambio de tono. Que no sabría cómo se hace eso, la verdad.
Estas dos últimas respuestas hablan de tu versatilidad. Cuando se fue Sonsoles ya te hiciste cargo del programa, el adiós de Carme Chaparro también te llevó a las tardes de Cuatro, y ahora te encomiendan las de Telecinco. ¿Te sientes un poco “comodín”?
[Ríe] Es que... a las pruebas me remito. Pero esto es lo que hay. Uno tiene que asumir su realidad profesional igual que tiene que asumir su realidad personal. Si tú eres una persona que no sirve para estar en pareja, no estés en pareja. Si eres una persona que le gusta estar en pareja vas a buscar, a pesar de los fracasos, constantemente a esa persona que tú crees que te complementa perfectamente. Pues en lo profesional es lo mismo. Yo tengo que asumir que esta es mi realidad profesional, creo que ya ha habido muestras más que evidentes de que es así. Salí de Ana Rosa cuando salía Carme, me fui de Cuatro al día cuando salía Sonsoles, me fui de Ya es mediodía para hacer Vamos a ver cuando se iba a Ana Rosa, y ahora llego otra vez a la tarde. Pues esto es lo que hay.
[Ríe] Si yo lo único que quiero es tener trabajo a estas alturas, de verdad. Es lo único que sé medianamente hacer. Y encima tengo el enorme privilegio y la suerte de poder hacer lo que me gusta. Bendito “comodín”, que me sigan utilizando de comodín durante muchos años, que la vida está muy cara.
Tengo que asumir que esta es mi realidad profesional, creo que ya ha habido muestras más que evidentes de que es así
¿Al final eres un poco, entiéndeme, un “mandado”, y haces lo que te piden?
Sí, soy un mandado. A veces me revelo, pero tienen la suerte de que me revelo poco. Al final dices: bueno, venga, ya está. Yo soy asalariado, y lo que te dice la empresa. Esto es lo que hay. Te dicen: pues mira, ahora vas a hacer esto, ¿y cómo vas a decir que no? También digo que no me dijeron “vas a hacer las tardes”, me dijeron, y esto siempre ha sido así en Mediaset: “¿Quieres hacer las tardes? Pero primero déjanos que te expliquemos cuál es nuestra idea para las tardes contigo”. Y a partir de ahí, en cuanto terminaron con esa explicación, dije que sí, que adelante. Me pone todo.
Al día siguiente me despedí del espectador de Vamos a ver y me fui de vacaciones, y de verdad que he desconectado completamente. Me negaba a estar en mis vacaciones pensando en el desafío de la tarde. Me lo auto impuse como condición para poder disfrutar de los míos.
Y hablando de ese desafío, ¿tú cómo lo ves? Está claro que la tarde es el gran caballo de batalla: llegas tú, también RTVE con otro magacín como 'Directo al grano', está Sonsoles que lidera con apenas un 10%. ¿Tú lo ves como que aquí es más fácil destacar?
Yo lo veo jodido. Porque también está Risto muy fuerte, y Más Vale Tarde que están omnipresentes... Y están las novelas, que atrapan, vaya si atrapan. Son consumos televisivos vespertinos muy asentados y muy bien cimentados. A ver cómo narices conseguimos nosotros revertir la tendencia. Pues esa es nuestra misión. ¿Cómo lo vamos a hacer? El planteamiento ya lo hemos dicho, pero realmente la puesta en práctica hasta que no empecemos no lo vamos a saber. Por ganas, ilusión, esfuerzo y dedicación no va a ser. Pero vamos a empezar a pedalear y a ver si nos podemos poner en cabeza del pelotón.
¿Has hablado con Marta Flich? Por ser excompañera en Mediaset.
Tengo una excelente relación con Marta, a la que veía por los pasillos de los camerinos. La adoro. Y adoro también a su pareja, a Edu Galán. Tengo una excelente relación con ellos, aunque no he hablado con ella.
¿Y con Sonsoles Ónega? Por ser tu amiga.
Sonsoles es mi amiga, he hablado con ella y voy a volver a hablar con ella [ríe]. La he dicho que nos queremos mucho, pero que ella quiere ganar y yo también. Es normal. Si nos vamos a llevar muy bien y nos queremos. Porque es que a Sonsoles la conozco desde hace 35 años. Los padres de Sonsoles y mis padres eran amigos. Sonsoles es una de las mejores amigas de mi hermana, esto lo he repetido muchas veces. Tenemos una relación excelente, a día de hoy: nos vemos, cenamos, conoce a mi pareja, conoce a mi hijo, conozco a sus hijos, conozco a su pareja... Pero lo que los dos sabemos, que tampoco da falta decirlo: yo quiero ganarte a ti, y tú me quieres ganar a mí. Si quieren enfrentarnos, lo tienen claro.
¿Y con Lidia Lozano? Ha vuelto a Mediaset en 'De Viernes', y se romoreó que pudiera sumarse a 'El tiempo justo'.
No, a El tiempo justo no viene. Alberto Carullo lo desmintió de manera categórica en la rueda de presentación. Tampoco era un nombre que se ha planteado en ningún momento, yo nunca lo había escuchado. Me fui a grabar la promo del programa, y cuando volvía vi el coche y me dijeron “es que vamos a grabar una promo porque vuelve Lidia Lozano”. Y yo: ¡¿Que vuelve Lidia Lozano?! ¡No me jodas! “Sí, sí, vuelve Lidia Lozano”. ¿A dónde? “A De Viernes”. Bienvenida sea. A Lydia le tengo mucho cariño. Me alegro de que vuelva, sinceramente. Además siempre ha sido muy muy cariñosa conmigo. El cariño de los compañeros uno se lo gana.
Hombre, a ver... por lo menos los dos dígitos para empezar, ¿no?
Hablemos de las audiencias. ¿Te pones un objetivo, ese 10% que mete en la pelea del liderazgo?
Hombre, a ver... por lo menos los dos dígitos para empezar, ¿no?... Por lo menos los dos dígitos. Pero viniendo de la experiencia de Cuatro al día, ahí sí que lo tengo todo muy domado.
Y de cara al futuro, ya dices que tú lo que quieres es asentarte, pero ¿te sigues viendo en magacines, o te gustaría un salto definitivo al prime time, por ejemplo?
Pues en verano estuve con Jesús Vázquez y con Roberto, y me decían: “Coño, tú eres muy versátil. ¿Por qué no pruebas otras cosas?”. Pues porque me pone el directo, y yo no sabría hacer un programa grabado. De hecho, he hecho algunos en Mediaset, y no acabo de... No sé. Me gusta el directo. Y un concurso en directo pues es complicado de hacer. La verdad ahora mismo, con el con el toro que tengo delante, no estoy para pensar en otras cosas.
Pero también digo una cosa: dentro de unos años, un prime time que me permita vivir... Uno semanal, dos a lo sumo. Que me permita vivir, cubrir gastos y tener más tiempo para mí... pues me encantaría. Pero eso ya no desde el punto de vista profesional, es más un tema personal. Oye, pasar más tiempo en Baleares, con el niño ya criado, haciendo su vida, entrando, saliendo, y yo disfrutando un poquito más de la vida y trabajando un par de días por semana, pues eso sería un anhelo para de aquí a 10 años si sigo en la tele. Eso sí que me gustaría. Eso sí me haría ilusión.
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