Iker Jiménez se sentó junto a Risto Mejide en Viajando con Chester, tras el estreno de su nueva temporada la pasada semana en Cuatro, con la entrevista a Emiliano García-Page.
Los dos presentadores se desplazaron hasta un búnker antiaéreo de la Guerra Civil de más de 2.000 metros cuadrados que ha permanecido oculto durante 70 años, para tener su charla envuelta en un halo de misterio.
En esa línea, el presentador de Cuarto Milenio empezó desvelando al publicista que justamente esos temas son los que menos audiencia le dan a su programa: “El misterio todavía da mucho recelo y mucho miedo a nuestro cerebro más primitivo (...) Los temas de misterio y de miedo son los que menos audiencia nos dan. Los que menos”.
Algo sobre lo que el propio Iker había hecho número: “Hay temas en los que la gente desconecta, y he hecho hasta un estudio: el demonio, lo oscuro, las apariciones... Me dan menos audiencia”.
Más allá de los citados temas, Risto le preguntó por su programa durante la pandemia, la repercusión que generó su cobertura de la DANA y sus valoraciones sobre figuras como Donald Trump y Elon Musk. Para acabar con la aparición de Carmen Porter que se sumó al sofá, bromeando con que su relación tan larga es “el misterio mejor guardado”.
Al ser una de las pocas entrevistas que da Jiménez, aprovechó Risto para preguntarle hasta por su ideología política: “Facha para mí es un orgullo. ¿Qué es facha? Yo tampoco lo sé, hay gente que dice que cosas muy normales son de facha. Lo que no soy es comunista porque he estudiado el comunismo y tengo gente que lo ha vivido”.
Confirmó ser de derechas con algunas aclaraciones: “Hay cosas muy de derechas que tampoco comparto. Hay visiones sobre los roles de la gente por su procedencia, el clasismo, el trato a la mujer (que creo que hay menos) pero no acabo de entender, una especie de hooliganismo por ser español y tener un perfil...”.
Características que él aseguró no compartir: “Yo no juzgo a nadie por su raza, por su procedencia, creo en el esfuerzo, en el trabajo, y que parte de nuestro dinero tiene que ayudar a los desfavorecidos, pero eso no tiene que crear un odio a quien da trabajo”, zanjó.