Como adelantó Sandra Barneda en el Debate de las Tentaciones del pasado domingo: “La hoguera de las chicas es la más delirante de la historia del programa”... y así fue.
La nueva entrega de La isla de las tentaciones 9 arrancó donde había acabado la última: con las imágenes que Gilbert no pudo ver - por saltarse las normas del programa- pero sí lo hicieron sus compañeros.
Al descubrir las continuas infidelidades de Claudia con Gerard, en situaciones totalmente sobrepasadas, los novios no pudieron dejar de alucinar: “Creo que ella ha venido como soltera”, “¿en qué momento no eres consciente de que lo va a ver tu pareja?”, “creo que Gilbert va a agradecer el castigo para no ver esto”, comentaban sin cesar.
Ante tal humillación hacia su amigo, todos se pusieron de acuerdo y pidieron una hoguera de confrontación a la presentadora: “Es la primera vez en la historia que los compañeros convocáis una hoguera de confrontación para vuestro compañero, con todas sus consecuencias. Se lo trasladaré a Claudia y deberá escoger”, informó.
Al comunicárselo a Gilbert, este agradeció el gesto, pero no lo compartió, ya que no veía necesario pedir explicaciones a su novia, con la que ya le había quedado claro sus sentimientos.
Una hoguera con la pesadilla de Almudena y la huida de Mayeli
La primera en descubrir que su novio había culminado su infidelidad fue Helena, que vio a Rodri totalmente desatado con Olatz, besándose en el jacuzzi. Los nervios fueron tales que se escapó de la hoguera corriendo a la villa, pero sin éxito. Tuvo que volver, lamentando que era “oficial que su novio le había metido los cuernos, y que necesitaba una explicación por su parte”.
Continuó Claudia a la que Barneda informó que estaba castigada sin ver las imágenes por saltarse las normas. Por lo que las vieron el resto, descubriendo que Gilbert se había besado con otra soltera: “Es que él no es así, no me lo creo, pensaba que lo iba a ver llorando, que me quiere, que yo lo sé”, decía la novia aturdida.
Pero la escena más desgarradora llegó con Almudena al ver que su Darío, después de 11 años, se besaba con otra mujer, tapado bajo un cojín. Se caía al suelo desconcertada, intentando gritar sin voz y pidiendo explicaciones a la presentadora: “Sandra me quiero ir, no lo reconozco. Siento que estos 11 años han sido una mentira, que estoy enamorada de la persona incorrecta”, repetía llorando.
Las compañeras intentaban calmarla asegurando que ya no creían en el amor después de eso. Almudena seguía totalmente rota: “Yo creía en el amor, que no me iba a fallar, que no me nace mirar a otra persona como le miro a él. No está pensando en mí, parece que venía a esto”. Se rompía por completo, gritaba, blasfemaba: “No va a encontrar una mujer como yo en la vida”. Hasta que se la tuvo que llevar el equipo para atenderla con un ataque de ansiedad.
Al regresar, Barneda intentó transmitirle ánimos: “Necesito que seas fuerte, por supuesto que vas a salir de esta. Nunca se acaba el mundo”. Se puso a llover y la presentadora señaló que “el cielo había empezado a llorar” ante el desgarrador panorama.
Y aún quedaba ver cómo Mayeli confirmaba sus peores presagios: Álvaro le dio la cita a Érika. De la rabia rompió la tablet: “Qué hijo de puta, ya no tengo novio”. Salió corriendo, pidiendo marcharse del programa y a mitad de camino se tiraba al suelo: “¿Por qué me hace esto? Solo pienso en irme de aquí cuanto antes”, repetía.
Sandra tuvo que dar explicaciones a su suegra
Por su parte, Sandra vivió “la peor noche de su vida” por dos razones: la primera fue escuchar a Juanpi explicar a las solteras que había sido infiel a su novia anteriormente. Algo que ella no sabía. “Me cago en tu puta madre, yo respetándolo y él follando por ahí. Llevo meses engañada”, decía entre lágrimas de rabia.
La segunda razón fue la llegada de su suegra a la hoguera, a la que tuvo que darle explicaciones de su propia infidelidad. El programa le puso imágenes de su conexión con Andrea y ella explicó que había sido lo que había sentido.
Intentó hacerle entender que su hijo se había portado peor con ella, pero la madre no la comprendió y acabó llorando: “Siento hablarte mal, pero hace media hora que me he enterado de que tu hijo me había sido infiel y yo había seguido con él”, acabó diciendo Sandra a su suegra, tras su peor encontronazo. .