Los Javis recordaron la serie con la que “discutieron mucho” y la solución que descubrieron para “trabajar en pareja”

Los Javis, en 'El Hormiguero'

Paula Hergar

Javier Ambrossi y Javier Calvo visitaron El Hormiguero para promocionar La Mesías, su última serie que se estrena este miércoles en Movistar Plus+. Que ya hemos visto en verTele! y escrito la crítica confirmando que se trata de su obra más oscura y perturbadora.

“Nos hemos hecho mayores haciendo esta serie. Hace dos veranos que pensamos en sus escenas, se me está yendo la vida con esta serie” bromeó Calvo. Mientras Ambrossi definía la producción con sus propias palabras: “Igual que La llamada fue un musical a nuestra manera, Paquita Salas una comedia a nuestra manera, y La veneno un biopic a nuestra manera.... La mesías es un acercamiento a un thriller y drama familiar a nuestra manera”.

Para concretar más en el argumento, el director explicó que con ella no pretenden molestar a la iglesia, más bien lo contrario: “La serie habla de la libertad de creer. Es una reflexión sobre el fanatismo”.

Momento en el que recordó sus propios traumas infantiles: “Yo he ido a un colegio religioso y como persona LGTB que te señalen desde pequeño que tus deseos son pecado y dan asco, no me lo he quitado de encima. Aún no tengo una relación sana con el sexo porque tengo mucha tormenta interior (...) Lo que te pasa en la infancia lo arrastras toda la vida. La serie habla de eso, de la posibilidad de la sanación del trauma”.

Javier Calvo: “Es fundamental saber en qué es mejor el otro”

Pablo Motos quiso saber cómo es trabajar en pareja haciendo una serie. A lo que Calvo respondió recordando cómo han evolucionado juntos: “Durante la temporada 3 de Paquita discutíamos bastante, después en Veneno y La Mesías no discutimos nada”.

Seguidamente, Ambrossi hizo autocrítica: “Al principio, cuando empezamos a trabajar juntos, cuando él brillaba en algo yo quería hacerlo más. Entonces eso no le daba espacio ni a el ni a mí. Poco a poco me di cuenta de que tenía que centrarme en lo que yo tenía bueno, en creer en lo que yo hacía bien. Estar más con los actores, figurantes, ideas más globales... yo tengo una mente más macro y él es más detallista. A partir de ese día le admiré más a él y empecé a brillar yo, a la vez que aprendí lo que quería aprender”.

Calvo concluyó: “El secreto de trabajar en pareja es que es fundamental saber en qué es mejor el otro y en vez de competir, atesorarlo. Aprender del otro, dejar que brille y dar espacio a lo que sabe hacer uno mismo”.

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