Lydia Lozano se ha sincerado sobre su experiencia en La familia de la tele. Una experiencia que acabó rápido y mal, tras solo un mes y medio en las tardes de La 1, pero cuyo mal resultado no pilló por sorpresa a la tertuliana. Ella misma se ha encargado de explicar por qué en el podcast Me mola mazo, donde reconoce que advirtió a sus compañeros de Ni que fuéramos Shhh de lo difícil que iba a ser trasladar a TVE su forma de hacer televisión. Sin embargo, lamenta que ninguno le hiciera caso.
“Yo les dije a Valde [David Valldeperas], Belén [Esteban] y [Kiko] Matamoros: 'Televisión Española es un terreno muy muy duro. Hay mucha línea roja. Tú no puedes hablar como si estuvieras en una privada'. Yo avisé a todos, pero todos pasaron de mí”, asegura la tertuliana, que a diferencia de sus compañeros, ya sabía lo que era trabajar en la actual TVE, pues hasta abril estuvo colaborando en Mañaneros.
De hecho, dice que allí se dio cuenta de algunas dificultades que tendría después La familia de la tele: “Al tercer día [de LFDLT] nos decían '¡pero moveros, moveros!'. Pero en TVE los cámaras no se mueven, y yo lo sabía porque por las mañanas me movía en Mañaneros y el cámara le daba la bronca al director: '¡Que Lydia no se mueva, que yo no me muevo!'”.
“El público de La 1 no es el de 'Sálvame'”
Cuenta Lydia que “a partir de” ese momento, los cámaras “empezaron a moverse” por el plató de La familia de la tele, pero que dio igual: el final del programa estaba escrito desde el principio. Básicamente, porque evenían de hacer “los que nos daba la gana” en Sálvame y NQF y repetir eso en TVE no iba a “ser fácil”, como se acabó demostrando: “Éramos cinco, seis, siete caballos desbocados que nos metían en una cuadra”.
Por tanto, bajo su punto de vista, La familia de la tele quedó rápidamente visto para sentencia. Solo quedaba poner la fecha a la despedida. “La agonía que he pasado en este programa no la he vivido en mi vida”, afirma al respecto Lozano, que a lo largo de su carrera ha estado presente en el final de muchos programas. Entre ellos, el del propio Sálvame, cuyo espíritu dice que sigue vivo, pero que no tiene cabida en la televisión pública: “Yo creo que el público de La 1 no es el público de Sálvame, ya está. ¿Estamos muy estigmatizados? Pues sí”. Por eso, habla claro sobre lo que sintió cuando terminó La familia de la tele: “Yo estaba deseando que se acabase”.
Ahora, la periodista está en paro, con ganas de desconectar y, llegado el momento, con la intención de volver a trabajar en televisión. Por ahora, Lydia contempla desde la comodidad del sofá el trabajo que hacen otros. Por ejemplo, sus sucesores en Telecinco. De Tardear señala que “ha evolucionado a ser más Sálvame” y de De Viernes, que le “cuesta mucho verlo” porque el Deluxe era el programa que más le gustaba hacer dentro del universo Sálvame. De hecho, apunta sobre su actual relevo en la noche de los viernes que “tendría que tener a un poligrafista” y “a frikis de 2 a 2:30h”, como tenía el programa presentado por Jorge Javier Vázquez.