La UER dejó sin hablar a Martin Österdahl en la final de Eurovisión 2025 tras los abucheos del año pasado
El productor de Eurovisión 2025 no hizo este sábado, durante la gran final del festival, el pequeño discurso que suele pronunciar antes de que comiencen las votaciones. Martin Österdahl, a quien popularmente se conoce como “el señor de Eurovisión”, se mantuvo en silencio durante toda la gala.
El año pasado fue abucheado por facilitar la participación de Israel a pesar de la dura ofensiva que el Gobierno de Benjamín Netanyahu mantenía sobre Gaza, donde por aquel entonces ya habían muerto 35.000 personas. Anoche, con más de 50.000 víctimas en territorio palestino, Israel volvió al escenario de Eurovisión envuelta en una fuerte polémica, pero en esta ocasión no hubo oportunidad de pitar al productor del festival porque este prefirió mantener un perfil bajo.
Antes de que comenzaran las votaciones, las presentadoras de la gala saludaron a Martin Österdahl para que confirmara si ya estaban disponibles los datos. Acto seguido, las cámaras enfocaron al productor, que se encontraba, como siempre, en su propio palco, y mostraron su gesto de aprobación. No dijo ni una sola palabra, simplemente levantó el pulgar para indicar que ya se habían recibido todas las puntaciones de los jurados nacionales.
“Tenemos un resultado válido, como nuestro productor ejecutivo nos indica”, explicaron las anfitrionas del evento. Doce segundos estuvo en pantalla el máximo responsable del macroevento.
Es tradición que Martin Österdahl autorice el inicio de las votaciones con ese breve anuncio de que los resultados están disponibles y son válidos, sin embargo, en la edición de 2024 recibió una fortísima pitada por parte del público y es posible que este año haya preferido no tomar la palabra para evitar otra situación como esta.
La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha evitado hasta el último momento debatir sobre la participación de Israel en Eurovisión. Tras la petición de varias televisiones públicas, entre ellas RTVE, el organismo ha aceptado sentarse a hablar del tema “a su debido tiempo”.
Mientras tanto, la última edición de Eurovisión ha estado empañada de nuevo por la presencia israelí, motivo de protesta dentro y fuera del estadio en el que se ha celebrado la gala. A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, la organización ha podido contener las protestas entre las delegaciones y entre el público. De hecho, incluso ha conseguido que RTVE no hiciera mención a la guerra durante la gala –como sí hizo en la semifinal–, aunque la cadena pública española sí emitió un mensaje pidiendo “paz y justicia para Palestina” justo antes de que comenzara la retransmisión.
