Así graba 'Supervivientes All Stars' la vida de los concursantes: nos infiltramos en Playa Uva para ver su realidad

Adrián Ruiz

Honduras —
18 de septiembre de 2025 09:00 h

“Manda Honduras”. Con esta premisa que Cuarzo impulsó a comienzos del año pasado, cuando tomó el relevo de Bulldog TV en la realización de Supervivientes, la productora liderada por Juanra Gonzalo encara la estructura de producción del reality, que emite actualmente su segunda edición All Stars en Telecinco. Un foco total en los Cayos Cochinos que obliga a multiplicar esfuerzos por captar y trasladar al espectador todo lo que ocurre en las playas en las que se encuentran los concursantes y en las que verTele se ha podido 'colar' para comprobar la realidad de las condiciones en las que viven los protagonistas de esta aventura.

En mitad de esta inmersión profesional, que nos ha permitido ver todo lo que ocurre tras las cámaras durante las galas, conocer la versión del programa sobre las protestas que paralizaron su estreno de temporada y incluso ser testigo directo de un Conexión Honduras accidentado por la lesión de Fani y la llegada de una tormenta, este medio ha podido también infiltrarse entre el equipo de Supervivientes All Stars para 'espiar' desde una de sus barcas a los robinsones y pillarles en sus labores rutinarias.

Desde el mar, y con cierta sensación de estar invadiendo su televisada intimidad, nos adentramos en Playa Uva, una de las múltiples playas del Cayo Menor que se convierte año tras año en el escenario principal del formato. Con absoluta discreción y riguroso silencio, nos aproximamos prudencialmente a los participantes, que se encuentran dividos en dos zonas en función de su destreza en el anterior juego de localización, el cual les lleva a vivir durante los siguientes siete días en áreas de diferentes prestaciones o facilidades.

Navegando esas cristalinas aguas del Caribe, como se puede ver en el vídeo de verTele que acompaña a este artículo, nos encontramos en primer lugar a Playa Caos, un lugar algo hostil, con pocos recursos y limitada zona de playa, donde Elena y Carlos tomaban un baño mientras charlaban con una Gloria Camila que, desde la orilla, colocó su atención en estos fugaces foráneos que la observabábamos desde el horizonte. Unos metros más alejados de ellos, en su 'campamento', Alejandro Albalá conversaba con Iván González y Jéssica Bueno mientras eran grabados por una cámara.

Enseguida descubrimos la gran distancia a la que ambos equipos hacen su día a día, separados por una enorme valla recubierta de palmas secas a la que se pueden acercar de forma esporádica para hablar con sus compañeros. Al otro lado del 'muro' hallamos Playa Armonía, mucho más extensa en arena y con más comodidades, donde sorprendimos a Tony Spina lavando su ropa al tiempo que Noel Bayarri trataba de lanzarnos un saludo que, por supuesto, no devolvimos para no romper su aislamiento.

Al fondo, vimos a Rubén Torres tumbado dialogando con Miri ante otra cámara y nos sorprendimos ante la ausencia de una Adara y una Fani a las que, segundos más tarde, visulmbramos a lo lejos pescando en las rocas junto a un cámara en tierra y otro cámara buzo para recoger las imágenes de ambas bajo el agua. En definitiva, una imagen cotidiana en la isla que, superado el impacto inicial, nos hizo entender que lo que vemos por televisión en el reality es un muy buen reflejo -aunque con algunos entresijos y secretos que desvelaremos a continuación- de lo que se palpa realmente sobre el terreno.

Cayo Menor, el 'hogar' de los 'Supervivientes'

Playa Uva ha sido uno de los escenarios recurrentes de Supervivientes durante su larga trayectoria en Telecinco, desde que en el año 2007 Honduras se convirtiese en anfitrión del formato. Desde entonces, el país centroamericano ha acogido dieciséis de las últimas diecisiete ediciones del reality -todas menos Supervivientes 2009, que se mudó excepcionalmente a Nicaragua- y ha ubicado su aventura en los exóticos Cayos Cochinos, un conjunto de 15 islas y cayos de gran diversidad natural.

Concretamente, en uno de ellos: Cayo Menor, el segundo de mayor tamaño de este archipiélago que, al margen de la fundación que lo gestiona y que tiene su base científica en su interior, no está habitado. A lo largo de su perímetro, el cayo dispone de numerosas playas que Supervivientes ha ido utilizando en base a sus necesidades y en base a las necesidades de la versión italiana del programa, ya que cuando coinciden en el calendario ambas adaptaciones, tienen que ponerse de acuerdo -todo un reto para los equipos de producción- para la distribución de las mismas.

Así, esa Playa Uva en la que ha arrancado Supervivientes All Stars se encuentra relativamente a pocos metros -apenas unos cinco minutos en barca- de Playa Juegos, la playa en la que el reality realiza habitualmente sus pruebas de líder -con la icónica Noria Infernal fija en la orilla-, sus retos de recompensa y sus juegos de localización. Pegada a Playa Juegos, adentrándose mínimamente entre la vegetación, se ubica el mini 'hub' de producción de Cuarzo, con estancias integradas en el paisaje para talleres, comedor, sala de control y, como no, la mítica Palapa.

En otra de las puntas de ese lateral del cayo, a unos cinco minutos andando por el interior del mismo, hallamos la explanada del helipuerto que últimamente ha albergado también algunas pruebas de gran envergadura y a las que Playa Juegos se le quedaba algo pequeña. En el lado opuesto de la isla se distribuyen otras zonas que también han sido 'hogar' de Supervivientes, ya sea para destierros, visitas o unificaciones, como Playa Coco, Playa Dos o Playa Cabeza de León, una de las más vastas del territorio. Se trata, por tanto, de una gran variedad de ambientes (con características muy peculiares en cada uno de ellos) que dan al programa, en una superficie bastante reducida, múltiples opciones para desarrollar sus tramas.

Las dotaciones de los 'Supervivientes': ¿De qué disponen?

En Supervivientes, tanto en sus ediciones regulares como en sus All Stars, las dotaciones son similares en el punto de partida de la aventura: no disponen de comida y los alimentos que necesitan ingerir tienen que conseguirlos por sí mismos, con unas estrictas limitaciones y restricciones tanto en pesca como en recolecta de frutos de los árboles.

Con el paso de las semanas, si superan algunas pruebas y objetivos, puden obtener porciones de arroz o lentejas de forma muy limitada: apenas 30 gramos de arroz y 20 gramos de lentejas por persona y día en el caso de habitar la playa de mejores prestaciones, y solo arroz en el caso de estar en la peor. Lo mismo para las latas de conservas (algún guiso, lentejas, atún...) que, de vez en cuando, se ganan en la competición: cinco latas para un grupo y para el otro solo dos.

Una descompensación entre las playas Caos y Armonía que se hace también evidente en las diferentes dotaciones instrumentales que se les proporciona: “Unos tienen un kit de pesca premium, con tantos anzuelos, y los otros tienen solo dos anzuelos; una playa tiene una olla más grande, una sartén más grande y una lona para cubrirse de la lluvia y la otra no...”, enumera Ángel Ludeña, director de Supervivientes, en palabras a verTele.

En lo que coinciden en ambas playas es en la disposición de dos barriles: uno de agua ilimatada para mantenerlos hidratados en el día a día y otro de ese famoso isotónico del que tanto han hablado los participantes que, en ese caso, sí que tienen limitado. También a ambos grupos se les proporciona el mismo pack básico de higiene y cuidados: crema solar, materiales para higene dental, repelente para mosquitos, papel higiénico, etc.

Además, durante nuesta visita a Honduras logramos resolver una de las preguntas más repetidas: ¿Dónde hacen sus necesidades los participantes? Pues bien, cada grupo dispone de una letrina escondida entre las palmeras, de cuyo mantenimiento se encarga producción en una tarea, tal y como nos comparten, nada agradable para sus empleados.

Así graba 'Supervivientes' todo lo que pasa en Playa Uva

En esa idea, como dice Juanra Gonzalo, de que “manda Honduras”, Cuarzo redobla esfuerzos en la playa para intentar conseguir contenido suficiente para sus tres galas semanales, sus dos emisiones en access prime time y su tira diaria con el resumen del día a día de los concursantes. “Siempre vamos muy largos en escaleta a nivel de vídeos. Metemos en escaleta 40 vídeos sabiendo que van a entrar 25, pero preferimos elegir sobre la marcha el material que mejor funcione y ver cómo está funcionando con ellos”, nos explica Ángel Ludeña antes de explicar cómo es la grabación de Supervivientes en el 'campamento' de los partcipantes.

Según el responsable, Supervivientes se graba durante las 24 horas del día. Para ello, hay un equipo de reality con turno matinal, que se traslada a las 4 de la madrugada en barca desde el hotel de la producción a Cayo Menor para iniciar su jornada de grabación a las 6 de la mañana y permanecer junto a los robinsones hasta las 17:30 horas de la tarde. Ese equipo consta de cuatro cámaras, cuatro técnicos de sonido, cuatro redactores, un inspector de playa y un inspector de seguridad, todos habitualmente divididos entre las dos zonas (Caos y Armonía).

El equipo de reality de turno nocturno es mucho más reducido, sin redactores en la playa pero con cámaras y técnicos de sonido captándolo todo. “De noche depende de las necesidades: cuando son muchos concursantes metemos más, cuando están hacia el final que son menos pues metemos menos. Lo vamos un poco ajustando”, cuenta Ludeña, que quiere romper el mito de que a veces suceden cosas importantes pero “no había cámaras” que lo registren. “Si estamos todos en una sala y hay cuatro equipos, pues evidentemente yo puedo hacerle un comentario a alguien y que no lo pille la cámara, pero lo principal de la playa está siempre grabado y contado”, defendió el responsable.

Algo que no se ve por televisión y que muy pocos conocen es que en Playa Uva hay una caseta técnica, también camuflada entre los árboles, que sirve como lugar donde el equipo de reality puede cambiar las baterías o las tarjeas de las cámaras. En esa caseta se ubica también el inspector de playa encargado de atender, por un lado, a las necesidades de los concursantes y, por otro, a las necesidades del propio equipo.

Esta persona es la única que puede hablar con los participantes, ya que los redactores, cámaras y sonidistas lo tienen estrictamente prohibido: “Ni siquiera se saben sus nombres, no tienen ningún tipo de interaccion con ellos. Los redactores son espectadores de lo que está pasando y se encargan de partearlo y traerlo aquí”, sentencia Ludeña, dando cuenta de cómo se preserva el aislamiento de los concursantes para que su aventura sea lo más pura posible.