Quédense con su cara y su nombre porque pronto podríamos verla codearse con Naomi Campbell y Gisele Bundchen en las pasarelas de todo el mundo. Adrianne Curry, famosa por sus andares estirados y su desinhibida rebeldía, ha sido coronada como “La nueva top model de America” en el concurso de mismo nombre que acaba de concluir en la cadena UPN. Cuando la cortina se abrió para descubrir su rostro en la pantalla como el de la ganadora, Curry tuvo que aferrarse a una de las finalistas para mantener el equilibrio y no caer al suelo, según una información de E! Entertainment Online que resumimos a continuación. Esta camarera de 20 años residente en Joliet (Illinois) jamás imaginó que ganaría America’s Next Top Model, un concurso que ha buscado durante 10 semanas a la mejor modelo del país con el sistema de Operación Triunfo. Se trata de uno de los pocos reality shows estrenados este verano que ha tenido buena acogida entre el público y -según informa la revista Medialife- el único que ha ido ganando espectadores progresivamente. Programado los martes a las 21.00 horas, una “franja muerta” para la UPN donde han sido cancelados hasta cinco programas desde 2001, America’s Next Top Model ha otorgado a la cadena su mejor audiencia en esa franja desde 1997, con una media de 4,5 millones de espectadores. UPN está tan satisfecha con los resultados que ya ha encargado una segunda edición. El premio para Adrianne Curry es una portada en la revista Marie Claire, un contrato con la firma de cosméticos Revlon y ser representada por la agencia Wilhelmina Models. Fama de “machorra” y luchadora Su victoria no sólo le ha pillado por sorpresa a ella –estaba convencida de que ganaría su compañera Elyse Sewell, que quedó tercera-, sino también a la audiencia. Durante el transcurso del programa, la presentadora y productora ejecutiva, Tyra Banks, se ha dirigido a Curry como un “poco marimacho a la que había que pulir”. De hecho, Curry sólo ganó una de las pruebas del programa, que incluían una sesión de fotos (con serpientes, un “ardiente” modelo masculino e incluso desprovista de ropa), desfilar sobre una pasarela, maquillarse (de día y de noche) y vestir prendas de alta costura. Irónicamente, Curry resultó vencedora en esta última prueba, que consistía en poner a prueba su feminidad relacionándose con cuatro aristócratas franceses. Pero está claro que los espectadores veían en Curry a una luchadora. En una edición del programa, fue víctima de un desagradable caso de intoxicación alimenticia que casi le hizo saltarse una prueba y poner en peligro su continuidad en el concurso. Pero Curry hizo lo imposible por llegar a tiempo, con claros síntomas de enfermedad, y soportó las duras críticas del jurado del concurso: la propia Tyra Banks, Janice Dickinson (“la primera modelo del mundo”), Beau Quillian –editora de moda de Marie Claire- y Kimora Lee Simmons –directora creativa de Baby Phat-. Un jurado “perverso” y rivalidad entre aspirantes El miembro del jurado más “cruel” –el equivalente a Pilar Tabares en Operación Triunfo o Simon Cowell de American Idol-, ha sido Janice Dickinson, quien llegó a decir de una de las aspirantes que “parecía que se había fugado de un manicomio” o “una mutilada con pene”. La acción ha girado en torno una lesbiana amante de la loción hidratante, la afroamericana Ebony Haith, y el trío de devotas cristianas formado por Robin, Kesse y Stewart. Como en cualquier reality show que se precie, la rivalidad entre las participantes estaba a la orden del día. Curry declaró al finalizar el concurso: “Lo siento, pero Kesse y Shanon son sinceras, seres humanos auténticos que tienen verdadera fe en el Cristianismo, pero Robin es la mayor hipócrita que he conocido en mi vida”.