Ana Milán: “Hubiera preferido que me mataran en 'Bea'”
Ana Milán está de moda. Tras triunfar en “Yo soy Bea” con su doble personaje de Sandra de la Vega y Sonsoles, así como en “Camera café” con la implacable Victoria de la Vega, la actriz alicantina se embarca en “Física o química”, una de las grandes apuestas de ficción de Antena 3 para 2008. En la presentación de esta nueva serie, Vertele.com ha hablado con ella:
- “A veces pienso que, en vez de actuar, debería montar una mercería” - “Una mirada mía paralizará a la clase de alumnos entera” - “Se me puso la carne de gallina cuando me despedí de Bea” - “Me fui de Bea porque, a veces, una retirada a tiempo es una victoria” - “Me hubiera gustado que me mataran en ”Yo soy Bea“ - ”El último día de “Bea” fue como ir a cenar sabiendo que lo vas a dejar con tu novio“ - ”Soy el talismán de “Física o Química”, como me dice Carmen Machi“ - ”Vomito con “Escenas de matrimonio” - “No trabajaría nunca con José Luis Moreno” - “Lo único bueno de Moreno es que da de comer a compañeros”
¿Cómo están siendo estas primeras semanas de grabación?
Maravillosas, aunque reconozco que los primeros días lo pasé fatal. Cuando empiezo un trabajo lo paso mal y me pregunto que por qué no mejor me dedico a montar una mercería, o algo así. Vamos, que al principio pienso que no lo voy a hacer bien, que éste no es mi sitio…
Anteriormente había trabajado con Nuria González, ¿qué pensó cuando se enteró de que iban a coincidir en la serie?
Pegué un grito de alegría. Agarré el móvil y la llamé en cuanto lo supe. Habíamos participado las dos en “5mujeres.com”.
¿Cómo va a ser la relación de ambas en la serie?
De dos compañeras de trabajo que llevan mucho tiempo en la profesión y se tienen un respeto muy grande.
Háblenos de su personaje
Olimpia está casada con Félix, el profesor de música, y no están pasando por su mejor momento. Su matrimonio no va mal pero no tiene mariposas en el estómago -caso del 70% de los matrimonios-. Como profesora, sabe que tiene que atar en corto a los estudiantes porque si no se le suben a la chepa. Una mirada suya paraliza una clase entera. No le gusta ser tan dura pero sabe que lo tienes que hacer. Ha aprendido que esos adolescentes, si les das la mano, te muerden el hombro.
¿Cree que eso ocurre cada vez más en los colegios?
Sí, y no sé por qué. Todos tenemos que saber que hay gente por encima de nosotros que manda porque tiene 40 años. La veteranía es un grado y nadie puede llegar a un profesor y vacilarle e insultarle. Si un niño hace eso, ¿qué va a hacer cuando tenga un jefe? Crecer respetando es muy importante.
¿Esas situaciones se van a reflejar en la serie?
Claro. Además, unos profesores irán de ‘guay’ y no les funcionará, mientras que otros serán más duros, como Olimpia.
El pasado lunes se emitió el último capítulo de “Yo soy Bea” en el que aparecía usted, ¿cómo lo vivió?
No pude verlo. Me da mucha impresión pensarlo, se me pone la carne de gallina.
¿Improvisó la frase final que dijo su personaje?
Sí, después de que Sandra de la Vega diera las acciones a Bea, cerré la puerta y dije: “Estos dos no se van a olvidar de mí... ¡Bueno, de mí quién se va a olvidar!” (entre risas). Uno de los directores me dio permiso para que me marcara lo que quisiera y salió eso.
¿Cómo recuerda su paso por “Bea”?
Maravillosamente bien. Quiero bastante a mucha gente de allí. No a todos, claro, porque hay gente que me cae mal (risas), pero del 95% tengo un gran recuerdo.
¿Alguno en especial?
Adoro haber trabajado con José Manuel Seda, Miguel Hermoso, Mónica Estarreado, Ruth Núñez, Roberto Correcher, Alejandro Tous… Me lo he pasado francamente bien.
¿Cómo vivió el éxito de la serie?
Es como cuando compras un coche. El primer día alucinas y al mes lo ves en la calle como si nada, te acostumbras. Pero, al principio, te parece alucinante hacer un 30%, un 37%…
¿Y cuando llegaron al 40%?
Un día, dije a Alberto Carullo que cuando apareciera Sandra de la Vega haríamos un 40% de cuota y me dijo: “Ojalá, pero no creo”. Me aposté con él que si lo conseguíamos me iba a regalar orquídeas. Cuando apareció Sandra, hicimos un 40% y tuvieron la elegancia de mandar orquídeas a todo el mundo… Cosa que me ofendió porque la apuesta era mía (risas).
¿Cree que la gente tenía un especial cariño por sus personajes?
Muchas veces que me cruzo con gente por la calle y me miran y me sonríen. Si supieran lo feliz que me hacen… Hay una ternura hacia mí muy grande porque en esas sonrisas es como si me dijeran: “Joder, qué buenos momentos me has hecho pasar”.
¿Y qué piensa usted?
Me muero de gusto. Uno se hace actor para eso. Me parece un orgullo absoluto, un privilegio que haya pasado lo que ha ocurrido con “Bea”. El personaje de Sonsoles y Sandra no tenía ni principio ni fin, eran absolutamente prescindibles, no se sabía si se iba a quedar y de repente ocurrió el milagro... La gente te coge de la mano y te lleva a su casa.
A veces parecía usted la protagonista de la serie…
La protagonista siempre ha sido Ruth.
Pero sus personajes no eran unos secundarios cualquiera…
Sí, es verdad que fue así. Sería absurdo negarlo, pero sin el resto de compañeros tampoco tenían mucho sentido los papeles que yo hacía.
¿Por qué se fue entonces?
Pues porque lo que tenía que hacer ya estaba hecho. Y a veces una retirada a tiempo es una victoria.
¿Eligió el final de sus personajes?
No, lo hicieron el maravilloso equipo de guionistas. Me hubiera encantado que me mataran, que Diego me hubiera cortado lo frenos del coche el día en que Gonzalo me pidiera que me casara con él… Yo es que soy muy dramática. Pero he de reconocer que el final que me dieron es muy bonito.
Es un final abierto, ¿Podría volver?
Claro que podría volver. Como siga así, la serie no acabará.... Nunca se sabe lo que puede pasar.
¿Cómo fue el último día de rodaje?
Fatal. Era como ir a una cena sabiendo que lo vas a dejar con tu novio. Llevaba la noche anterior muy mal. Estuve un año y medio todos los días en ese trabajo. Es una sensación que cuesta, no es fácil.
¿Está viviendo su mejor momento profesional?
Estoy disfrutando mucho. Qué más se puede pedir. Sobre todo porque sé que hay actores y actrices que no encuentran su oportunidad. Siempre he sido una mujer con mucha suerte.
¿Va a traer la suerte a esta serie?
Seguro, soy su talismán, como me dice Carmen Machi.
¿Ha hecho alguna apuesta sobre la audiencia de “Física o química”?
Sí, estoy convencida de que hará un 22% en el estreno y se mantendrá entre el 20.7% y el 23.4%.
Cuidado, no vaya a ser como Ana Obregón al pronosticar la audiencia de su serie…
La Obregón cometió la estupidez de decir que iba a hacer un 40% y eso sólo lo hace Sandra de la Vega (risas).
EL TEST DE VERTELE
Un programa o serie de televisión que le guste:
“Sé lo que hicisteis…”, me flipa. Patricia es íntima amiga mía y Ángel, conocido. Los adoro. Me parece un programa como la copa de un pino.
Un programa o serie de televisión que no le guste:
“Escenas de matrimonio”, vomito. Me parece contraproducente que la gente aprenda a reírse desde el insulto. Me parece violencia de género, barato, mal hecho… No me gusta Moreno, ni cómo trata a la gente, ni lo que hace. Lo único bueno que tiene es que da de comer a compañeros. El resto, malo.
¿Por que cree que triunfa “Escenas de matrimonio”?
No lo sé. Además no lo quiero saber.
Su trabajo del que se sienta más orgullosa:
“5 mujeros.com”.
Un programa que no presentaría jamás:
Depende de si tengo que comer o no, como todo el mundo. Pero creo que haría pocos productos del señor José Luis Moreno, aunque fueran buenos.
¿Ha tenido alguna mala experiencia con él?
Hay tanta gente que conozco a la que ha hecho sufrir que, con eso, me basta.
Un programa de la infancia del que guarde mejores recuerdos:
“El coche fantástico” me parecía total. Y me daba mucha grima “Pipi Calzaslargas”, me parecía horrible.
Una manía o superstición que tenga antes de ponerse delante de una cámara:
Estoy llena de manías: Pongo el despertador en hora capicúa; siempre me levanto con el pie derecho; si me toca alguien que me cae mal, me limpio la zona por si acaso; nunca cojo la sal en la mano; nunca paso por debajo de una escalera.; antes de salir al escenario me santiguo con la mano derecha y pienso en mi hijo Marco... Hubo una etapa en que antes de salir al escenario decía: “Cuñaaao” (risas).
Un famoso/a de televisión al que admire:
Me encanta Jesús Vázquez. Trabajé con él en “La Central” y tiene el don de ceder el protagonismo en el momento justo, además del gusto que da verle en pantalla, que te ponen un primer plano y se te ponen las hormonas en fila. No hay manera de no quererlo. Por otra parte, si tuviera que elegir un actor, sería Ernesto Alterio.
Un directivo de televisión al que admire:
Me gusta mucho la dirección de Telecinco porque son muy elegantes. Me gusta Revaldería, Carullo… Tienen un hueco para escuchar y eso está muy bien. Y admiro mucho a Ana Rivas, de Antena 3, porque me parece una de las directivas más interesantes que hay en el panorama televisivo actual. Empezó como guionista y ha pasado por todos los escalones hasta llegar donde está.