“Carrera al altar”, último reality show americano basado en el amor
Las cadenas de televisión de EE.UU. continúan apostando fuerte por el “amor” como hilo conductor en sus formatos de telerrealidad. La última prueba es Race to the altar, que se estrena en la NBC el próximo 30 de julio. En este caso, la cadena ha optado por saltarse todo el clásico proceso de flirteo y cortejo previo entre solteros -clave en formatos anteriores como The Bachelor o Joe Millionaire-, e ir directamente a parejas ya formadas. La cadena seleccionará a seis parejas comprometidas. Éstas tendrán que superar una serie de pruebas físicas y mentales que pondrán a prueba su amor y su habilidad para trabajar en equipo. Cada semana se elimina a una de ellas hasta que sólo quede una, que obtendrá como premio una lujosa boda. El programa, presentado por la modelo y periodista deportiva Lisa Dergan, contará con la ayuda del experto en la planificación de bodas y eventos Colin Cowie. “En la mayoría de reality shows, los concursantes son humillados, pero este es distinto, porque tiene un sentido del estilo”, ha comentado sobre el concurso Cowie. Durante el transcurso del programa, las parejas competirán entre sí por conseguir todos los elementos típicos de una boda, como los anillos, las tartas, el catering, etcétera. No estamos hablando de un programa barato. Una boda media en Estados Unidos cuesta alrededor de 18.000 a 20.000 euros, dependiendo de la localización, pero las que planifica Colin Cowie –se suele encargar de cuatro al año- no bajan del millón y medio de dólares. Es decir, el premio para los ganadores no es una boda, sino una boda con Colin Cowie. El prestigioso organizador de enlaces matrimoniales pondrá toda su experiencia en el diseño de bodas de lujo al servicio de la pareja vencedora: su trabajo será, como el del exagerado asesor de la película El padre de la novia, conseguir todos los elementos imaginables para una boda de ensueño: las flores más impresionantes, la mejor cubertería de plata o china, manteles de seda fina, anillos de diamantes...; y como colofón, una increíble luna de miel.