Ángela, la ganadora de 'MasterChef' que 'comparte' su premio y pasa de polémicas: “Dentro es otra película”
La lista de ganadores de MasterChef tiene un nuevo nombre: el de Ángela, que este lunes se alzó con la victoria en la 12ª edición del talent culinario de La 1. La valenciana se impuso a María en el duelo final e hizo bueno su presagio, pues se presentó al casting tras sentir que ella iba a ser la sucesora de Eneko en el palmarés del programa. “Me apunté en el mismo momento en que lo sentí. Y lo he seguido sintiendo durante el programa. Es algo místico que sentía que era para mí”, asegura en su conversación con verTele.
Una vez entró en las cocinas, la valenciana se convirtió en el “caballito ganador” de Jordi Cruz. Una etiqueta que no rechaza, sino que agradece con la máxima satisfacción. “Me siento muy afortunada de haber sido su caballito ganador y de que haya pensado que puedo llegar lejos”, comenta sobre su relación con el juez catalán, del que aprecia que se fije “en gente que cree que puede desarrollarse y que puede dar más de sí de una manera diferente”.
No fue así en el caso de Tamara, con quien Jordi protagonizó una de las polémicas más sonadas de la historia reciente de MasterChef. Para Ángela, sin embargo, la marcha de su compañera -que fue la gran ausente de la final- y controvertida reacción del chef a su decisión fue algo “natural”: “Desde dentro es otra película diferente porque ves a dos personas que dan su opinión. Tamara tenía todo el derecho a decir que no estaba a gusto con el programa; se había dado cuenta de que no le gustaba y todo el mundo se puede arrepentir de apuntarse a algo. Y Jordi le dio su opinión. Nosotros lo vimos como algo natural”.
Como natural fue el acuerdo al que llegaron Ángela y María antes de jugarse la victoria final. Ambas pactaron que la ganadora usaría parte de su premio para pagarle a la otra el Máster en cocina: técnica, producto y creatividad del Basque Culinary Center (San Sebastián), que MasterChef solo concede a la vencedora junto a los 100.000€ de premio en metálico. “Creo que las dos nos lo merecemos y estoy encantada de darle a María la diferencia y poder estudiar juntas. Es un sueño”, afirma Ángela sobre tan deportivo gesto.
¡Enhorabuena por la victoria, Ángela! Por fin puedes desvelar el secreto y decir que eres la ganadora de 'MasterChef 12'. ¿Qué se te ha hecho más largo, el silencio que has tenido que guardar desde que acabó la grabación o el silencio que guardó Pepe Rodríguez antes de decir tu nombre?
No, no, lo más largo ha sido este tiempo teniendo que estar callada y sin poder decirle nada a la gente que quiero, sin duda. A mí se me nota todo en los ojos y he tenido mucha cara de mentirosa (ríe).
Hablando de estar callada, te han llegado a definir como una “líder silenciosa” por tu paso por el programa. ¿Tú te definirías así?
Nunca hubiera utilizado esas palabras, pero sí que es verdad que me gusta ser líder cuando se trata de algún cocinado. Me encanta organizar una cocina, y creo que se me nota. De hecho, creo que mis compañeros lo han percibido igual. Hemos sido una piña. No sé, es una etiqueta que no me disgusta.
Sobre todo por la palabra 'líder'.
Claro, claro, esa es la que más me gusta de las dos palabras (ríe).
También se han referido a ti como el “caballito ganador” de Jordi Cruz. ¿Por qué crees que ha sido así? ¿Cómo ha sido tu relación con el juez, tu favorito durante el programa?
Al final, Jordi se fija en gente que cree que puede desarrollarse y que puede dar más de sí de una manera diferente, así que estoy superfeliz de que se haya fijado en mí, de que haya visto talento y desarrollo. Me siento muy afortunada de haber sido su caballito ganador y de que haya pensado que puedo llegar lejos.
Has dicho antes que los concursantes habéis sido una piña. De hecho, tu perfil ha sido más conciliador y menos polémico que otros. ¿Crees que te ha venido bien para disfrutar más la experiencia del programa?
Cada uno es como es y yo soy una persona cero conflictiva. Siempre estoy de buen rollo, me tomo los problemas como algo bastante banal e intento sacar el lado bueno a todo. He sido así en el programa, y creo que me ha favorecido porque, cuando ha pasado algo malo o he hecho algo mal se me ha pasado enseguida y he sabido aprender de los errores, Además, que he ido a disfrutar. Es un concurso y, pase lo que pase, tienes que llevarte algo positivo porque, si no, es un rollo. Y en la vida, igual.
Pese a que no eres conflictiva, has presenciado momentos tan incómodos como el de la marcha de Tamara y la posterior reacción de Jordi Cruz. ¿Cómo viviste ese momento desde dentro?
Desde dentro es otra película diferente porque ves a dos personas que dan su opinión. Tamara tenía todo el derecho a decir que no estaba a gusto con el programa; se había dado cuenta de que no le gustaba y todo el mundo se puede arrepentir de apuntarse a algo. Y Jordi le dio su opinión. Nosotros lo vimos como algo natural. Vimos a alguien que se dio cuenta de que aquello no era lo suyo y que estaba feliz con su decisión. Y nosotros, como compañeros, también.
¿Y cómo lo viste desde fuera? ¿Te sorprendió que después de la emisión Jordi y Tamara aparecieran juntos en un vídeo?
La verdad es que no me sorprendió tanto ver el vídeo. Son personas que no se llevan mal, Tamara lo dijo. No, no me sorprendió ese vídeo. Lo vi como algo natural, como algo que yo he vivido en MasterChef, que es verlos juntos.
También está el caso de Samya, de la que mucha gente ha cuestionado su nivel para llegar a la final. ¿Tú cómo lo ves?
El día que Samya se clasificó para la final fue, sin duda, la mejor de la prueba. No creo que ningún compañero tuviera ninguna duda. Ha tenido una gran evolución del primer día al último. Ha sido una compañera increíble, así que me ha encantado que haya sido finalista conmigo.
La evolución es una virtud que se valora mucho en 'MasterChef' ¿Tú cómo te has visto en este apartado? Te lo pregunto, sobre todo, a nivel mental por la exigencia que caracteriza al programa.
Soy una persona muy competitiva y estoy acostumbrada a trabajar bajo presión, así que esto me ha parecido algo más, un reto. Es una competición exigente, como lo son todas las competiciones, pero yo cada día he disfrutado más. Al final, esta exigencia es necesaria para poder mejorar. Pero vamos, me quedo más con la diversión que con la exigencia del fondo.
De hecho, se te vio tranquila cuando te cortaste el dedo. No sé si pretendías transmitir calma, aunque estuvieses sufriendo por dentro, o si de verdad estabas tranquila aun sabiendo que te iba a dejar con menos tiempo para el cocinado.
No, a mí el dedo me daba igual; yo estaba pensando en cocinar, en que no se parase el programa y en seguir. Quería demostrarle a la gente que mi dedo estaba perfectamente y que no tenían de qué preocuparse. Luego estaba fatal, me dieron ocho puntos; pero ya está recuperado. En ese momento ni me dolía. Estaba con tanta adrenalina que estaba encantada.
A lo largo del programa te han pasado ésta y otras muchas cosas. Ahora que ya ha terminado tu paso por 'MasterChef', ¿qué le dirías a la Ángela que estaba a punto de entrar por primera vez en las cocinas?
Se me ha percibido como una persona muy segura de mí misma, pero claro he dudado en muchos momentos aunque lo haya exteriorizado tanto. A esa Ángela le diría que si sigue su intuición y su corazón en las cosas que le gustan, siempre sale bien. Que se deje de miedos y a por todas, que da igual lo que piense la gente.
Tras ganar el programa dices que ya has cumplido el sueño de tu vida, que era apuntarte a 'MasterChef'. ¿Cómo ha sido tu camino hasta llegar al casting de la 12ª edición? ¿Lo intentaste otras veces y no te cogieron o esta era la primera vez que te lanzabas a la aventura?
No lo había intentado nunca antes, aunque lo llegué a pensar muchas veces. Sin embargo, sentía que no era mi momento. Pero, de repente, un día vi el anuncio de “¿quién será el próximo MasterChef 12?”, un hueco entre todos los ganadores y dije: “Esa voy a ser yo”. Y lo sentí. Me apunté al casting en el mismo momento en que lo sentí. Y lo he seguido sintiendo durante el programa. Es algo místico que sentía que era para mí.
Es decir, que durante el programa no hiciste 'click' y a partir pensaste que podías ganar, sino que tú ya te viste siendo la ganadora antes incluso de entrar en el programa.
Sí. No es que me viera, es que lo sentía. Es difícil de explicar. Era un sentimiento que hacía que quisiera esforzarme más porque, claro, tenía dentro de mí esa magia de pensar que iba a ganar. Luego he dudado en muchos momentos, por supuesto, pero si escuchaba a mi corazón pensaba que sí iba a ganar.
Llegaste a 'MasterChef' después de 11 ediciones, a lo largo de las cuales el programa ha evolucionado mucho. De hecho, en los últimos años ha sido muy recurrente el comentario de que 'MasterChef' ya no es solo un programa de cocina, sino también un reality. ¿Cómo te has sentido tú con esa parte, la más ajena a un concurso de cocina?
Para mí, desde dentro, MasterChef ha sido puro talent de cocina. Piensa que nosotros grabamos y cocinamos durante muchas horas, así que casi todo ha sido cocinar. Ahora bien, esos momentos que la gente puede ver como reality, para nosotros eran un descanso, una risa y un momento para reírnos con nuestros compañeros y desconectar a veces de la cocina, que también es importante para coger fuerzas y seguir cocinando. Vamos, que yo dentro lo he vivido muy bien, no he estado incómoda en ningún momento. Lo he vivido como un supertalent de cocina con momentos de risas.
Y también de deportividad, porque creo que parte de tu premio lo vas a compartir con María para que las dos podáis hacer el Máster de cocina que a ti, como ganadora, te regala el programa. ¿Cómo surgió ese acuerdo?
Íbamos las dos en un coche, porque nos estaban llevando a comprar comida, y recuerdo que dijimos: “Qué pena la segunda. No nos apetece hacer pastelería [el tipo de máster que recibe la segunda clasificada], queremos hacer un máster completo”. En ese momento nos miramos y las dos pensamos a la vez: “¿Y si nos lo pagamos la una a la otra, gane quien gane, y así vamos felices?”. Y así fue. Creo que las dos nos lo merecemos y estoy encantada de darle a María la diferencia y poder estudiar juntas. Es un sueño.
Y después del máster, ¿qué? ¿Por dónde quieres que pase tu futuro?
Después de la decisión que tomé apuntándome a MasterChef ya decidí que mi vida iba a cambiar, así que ahora me reitero en mi idea de dedicarme a la cocina. Tengo que hacerlo con calma, estudiar bien, disfrutar de este proceso de aprendizaje y no correr. Pero sí, tendréis noticias mías (ríe).
Por último, ¿cómo ves tu relación con la televisión tras haber pasado por 'MasterChef'? ¿Te ves en el futuro en otro formato relacionado con la cocina o te gustaría ampliar horizontes?
He ido a la televisión porque me encanta la cocina y porque MasterChef es un talent de cocina, así que nunca le diría que no a todo lo que tenga que ver con la cocina. Un programa de otra cosa que no sea cocina no me interesa. No es para mí.