Mariló Montero defiende la “libertad” de Gonzalo Miró en RTVE: “¿Qué norma prohíbe a un presentador dar su opinión?”
Mariló Montero ha sido la protagonista en clave televisiva de la última semana, principalmente tras su paso del martes 9 de septiembre por La Revuelta y su sonado debate político y sobre RTVE con David Broncano. Una polémica sucedida mientras concursa en MasterChef Celebrity, programa de la televisión pública, y de la que se ha encargado de hablar en platós de otras cadenas.
Pocos días antes de todo esto, el jueves 4 de septiembre, Montero tuvo la oportunidad de hablar con los medios especializados en el FesTVal de Vitoria, en el marco de la presentación del formato de cocina. Un momento que los periodistas, incluidos los de verTele, aprovechamos para preguntar a Mariló por su opinión acerca de la actual RTVE y también del salto de su excompañero Gonzalo Miró, que deja Espejo Público precisamente para presentar el magacín Directo al grano en La 1. Aunque sus palabras fueron bastante diferentes.
La presentadora de televisión valoró el momento actual de la cadena pública como “de recuperación”. “Está terminando de cruzar el desierto del Gobi”, apuntó, recurriendo a Telecinco para ejemplificar con un canal que todavía lo está atravesando. Cuestionada sobre si la ve politizada, fue más prudente que en su visita a La Revuelta: “La política está en todos los medios de comunicación, y es verdad que hay una crítica actualmente de que hay muchos periodistas que quizás estén abocados bastante a algún partido político”, deslizó.
En ese sentido, Mariló Montero también fue preguntada por el salto de Miró, con quien ha tenido varias disputas televisivas en Antena 3, a presentador de RTVE. La colaboradora televisiva se mostró “encantada” por la oportunidad de su ya excompañero, y destacó la “libertad” que puede seguir teniendo ahora también en la pública: “Los programas de entretenimiento son libres de poder verter las opiniones que consideren” (...) “¿Cuál es la norma para prohibirle a un presentador que dé su opinión?”, apuntó.
Marilo, ¿cómo te han engañado para acabar en MasterChef?
No ha sido un engaño. Ha sido un argumento cabal de alguien que sabía que podía hacer este proyecto y satisfacer la experiencia de forma mutua. Es decir, Macarena Rey me invitó hace tiempo a entrar en MasterChef y fue una conversación sincera en la que creí en ella plenamente. A mí me gusta ponerme en manos de buenos directores y directoras que te cuidan y que hacen una magnífica televisión.
Y ahora que lo has vivido, ¿ha sido tal y como te lo vendió Macarena Rey?
Es que las experiencias vitales están vestidas de sensaciones. Tienes que confiar plenamente en la persona que te lo está vendiendo, y yo confío plenamente en Macarena.
O sea que no te ha decepcionado la experiencia...
En absoluto me ha decepcionado, todo lo contrario. En realidad dije: “¿Por qué he tardado tanto tiempo en decir que sí?”.
¿Y por qué has tardado tanto?
Pues porque tenía mucho trabajo. Combinar MasterChef con otros trabajos es prácticamente imposible. Y tenía que encontrar quizás el momento. El momento en todos los sentidos, el momento profesional, el momento vital. Y esa conversación con Macarena fue determinante.
Los programas de entretenimiento son libres de poder verter las opiniones que consideren
¿Y te lo pensaste por el hecho de volver a Televisión Española? ¿Regresar a TVE te causaba algún tipo de sentimiento?
Yo entro en Shine y es verdad que MasterChef es Televisión Española, porque nace y sigue aquí. Pero estar en TVE también es algo natural en mí, en la carrera que yo hice. Yo he estado ocho años haciendo la mañana de La 1 con éxito y tengo un magnífico recuerdo de aquella época. Entonces te puedo decir que ha sido un regreso confortable, agradable, satisfactorio.
Como periodista, ¿cómo valoras en general la situación de TVE?
En los medios valoramos mucho los desiertos que suelen cruzar algunas cadenas de televisión determinado tiempo. Y ahora mismo Televisión Española podemos decir que está terminando de cruzar el desierto del Gobi, digamos que ya está saliendo. Un desierto en el que puede estar entrando, o incluso puede que esté dentro ya, Telecinco. Entonces, en esa balanza de éxito, creo que TVE ahora está en el momento de su recuperación sin duda alguna.
¿Tú la ves politizada?
Digamos que la política está en todos los medios de comunicación, y es verdad que hay una crítica actualmente de que hay muchos periodistas que quizás estén abocados bastante a algún partido político. Efectivamente eso se está criticando.
¿Qué te parece el fichaje de Gonzalo Miró, con quien has estado compartiendo plató en 'Espejo Público', ahora como presentador de La 1?
Estoy encantada con que Gonzalo haya conseguido por fin tener su propio programa, porque era lo que a él le apetecía. Lleva muchísimos años trabajando como colaborador y le apetecía tener su propio proyecto. Lo comparte con Marta Flitch, a quien yo sustituí en Todo es Mentira, y estoy contentísima por los dos, porque es un proyecto pensado para ellos. Sé que Oscar Cornejo tiene la intención de darlo todo en ese proyecto. Y estoy feliz por Gonzalo, le vamos a echar de menos en Espejo Público porque me gustaban los debates con él, y me consta que a él también conmigo. Es un excelente amigo y estoy encantada con que tenga este proyecto y esta oportunidad.
¿Podrá seguir posicionándose tanto como hacía antes, en Espejo Público?
Él tiene la libertad de posicionarse hacia donde quiera.
¿Como presentador incluso?
Yo creo que sí, evidentemente. ¿Por qué no va a opinar? No va a ser el único que opine en la televisión desde la atalaya de tener tu propio programa para opinar. Depende del formato. Hasta un presentador de un Telediario puede opinar según cómo haga la edición de ese informativo, pero Gonzalo Miró no tiene ese compromiso periodístico. Él es un colaborador, entonces claro que puede hacerlo según el proyecto que hayan diseñado. ¿Cuál es la norma para prohibirle a un presentador que dé su opinión?
Pero siendo en la televisión pública, no debe funcionar igual que en las privadas.
Que yo sepa no es un informativo. En una cadena pública es verdad que las opiniones ideológicas pueden ser más hirientes, pero tal y como están las cosas, yo lo que a una TVE como tele pública le pido es que los informativos sean ecuánimes. Ahora, los programas de entretenimiento son libres de poder verter las opiniones que consideren. Y como él mismo dice, esto es una oferta y tú tienes el mando a distancia que, como decía Paolo Vasile, es el modo más democrático para hacer la lectura televisiva que tú prefieras hacer. Puedes ver La 1, La 2, Antena 3, la Cuatro, Telecinco... La que te dé la gana.
Y tú, que también sueles mojarte políticamente, ¿crees que tendrías hueco en esta TVE?
Eso tendrá que decirlo José Pablo López.
¿Qué tal te llevas con él?
Comí hace muchísimos años una vez con él y me pareció un tipo encantador. Pero no he vuelto a tener contacto con él. Yo creo que ha tenido un desarrollo profesional, que recuerde en Telemadrid, donde dio muy buenos resultados. Está en TVE y está dando muy buenos resultados.
¿Puede ser MasterChef la puerta de regreso definitiva a TVE con un proyecto o programa propio?
Ah, pues sí. A todos los directores y productores les digo que estoy a la escucha como Gonzalo Miró, que quiero programa propio. [Risas]
¿De verdad quieres tu propio programa?
No, no estoy buscando. Yo sé que el titular de que quiero mi propio programa de televisión es muy goloso, pero eso entra dentro de la naturalidad. Yo llevo trabajando en esto 40 años, y ya tengo 60. Si sale programa, sale. Pero yo tengo mi trabajo y soy feliz con lo que hago. Trabajo en la tele, en la radio, en el periódico, tengo mis empresas... Tengo mi vida profesional hecha. Y evidentemente me gusta la televisión, me apasiona. Si sale, sí, pero no es oficialmente un llamamiento de un S.O.S.
¿Qué aprendizaje has sacado de tu experiencia en MasterChef?
Yo creo que el principal reto fue que yo pasé muchísimos nervios, que nunca paso nervios delante de una cámara o ante el público. Y no podía dormir de los nervios que tenía en la boca del estómago. No me los quitaba de mañana ni tarde ni noche. Y era sencillamente porque yo estoy acostumbrada a estudiar mucho para luego dar una buena conferencia o hacer una buena crítica o un buen artículo en la prensa.
Y esto es al revés, yo no sé hacer un huevo y entonces me invitan a hacer un plato en tiempo récord con unos ingredientes que normalmente no sabes cuáles te van a dar. Y tienes que hacer una joya vanguardista. Y cuando lo has hecho sin haber estudiado, es cuando corres a estudiar. Es al revés. Yo estudio para hacer lo mejor de mí y entonces me piden lo mejor sin haber estudiado. Es a la inversa. Y eso a mí, si no domino esa situación, si no la controlo, me genera muchos nervios. Pero muchos, ¿eh? De no dormir.
¿Cómo llevas a día de hoy las críticas?
Las críticas son como el amor. El amor y las críticas son necesarias en la vida, pero necesitamos un amor sano y unas críticas igualmente sanas.
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