Adrián Gordillo, el actor que dio vida a 'El Mecos', el mejor amigo de Jonathan en la serie Aída, ha reaparecido en Telecinco para contar la precaria situación en la que se encuentra actualmente. “No estoy abajo, estoy en el infierno. Lo estoy pasando fatal. No tengo ni para comer”, asegura en declaraciones concedidas a Álex Álvarez, reportero del programa de El tiempo justo.
“El éxito llegó muy pronto. Tenía todo: los mejores restaurantes, las mejores discotecas, las mejores y amigos amigos, dinero… todo”, afirma el intérprete, que con 13 años participó en el cortometraje Sueños, de Daniel Guzmán, ganador del Goya en 2003. Ahora, con 36 y un hijo de 4 años al que cuidar, Gordillo se ve sin nada, con solo “dos yogures” en la nevera y apenas “tres euros en el bolsillo para pasar el mes”, según Álvarez, y una habitación de 15 metros cuadrados compartida con su hermano como hogar.
“He pasado de tener seis películas, series y proyectos a que no me llamen ni para una prueba (...) He pasado de estar en la cima siendo uno de los protagonistas de Aída a estar arruinado”, lamenta Gordillo, cuya vida empezó a torcerse en 2020 con la muerte de su madre. A los tres años le siguió la de su padre y, hace apenas unos días, la de su abuela materna. Estas pérdidas le llevaron a ahogar sus penas en el mundo de la noche, donde se rodeó de malas compañías y tomó el camino directo a la ruina. Ahora, Gordillo está “completamente roto” y en una situación desesperada, según Álvarez: “Después de la entrevista me pidió si podía invitarle a cenar porque no tenía para comer”.
El intérprete retomó su célebre personaje de 'El Mecos' en la película de Aída, Aída y vuelta, que se va a estrenar el próximo 30 de enero. En total, participó en seis días de rodaje y se embolsó 1.000 euros por cada uno de ellos. Desde entonces, su teléfono no ha vuelto a sonar: “Ni un WhatsApp, nadie que piense que tengo un hijo y que estoy arruinado”. De ahí que aproveche su intervención en El tiempo justo para lanzar un grito de ayuda: “Trabajo de lo que sea: mozo de almacén, albañil, fontanero, actor… me da igual. Yo quiero trabajar para poder salir adelante. Quiero ayuda”.
“Nunca me vi haciendo una entrevista diciendo que estaba arruinado, pero ha pasado”, concluye el actor. “Es, sin duda, el testimonio más duro que me ha tocado escuchar”, reconoce a su vez Álex Álvarez.