Andreu Buenafuente no pudo incluir en su monólogo de la semana pasada en Futuro imperfecto (La 1) ninguna referencia al Caso Koldo que ha puesto en jaque al Gobierno de Pedro Sánchez. El escándalo había estallado horas después de la grabación del programa, así que este no pudo más que emitir un rótulo en el que se justificaba esa llamativa ausencia. “Rogamos a los políticos que respeten nuestro calendario de producción”, ironizó el equipo de Buenafuente. Anoche, el showman catalán se quitó la espinita.
“¿Cómo estáis? ¿Bien o como Pedro Sánchez?”, bromeó nada más salir al escenario, desde el que anunció que pronto recibiría la visita de su mujer, Silvia Abril, con un propósito desconocido: “Soy otro ejemplo de persona que no sabe lo que trama su persona de máxima confianza”. Otro 'azote' al presidente del Gobierno por los supuestos negocios .
Comenzaba así un monólogo lleno de “corrupmor”, concepto que él mismo acuñó para referirse al “humor sobre la corrupción”. “Suena a Chiquito de la Calzada”, admitió.
“¿Qué pudo pasar?”, preguntó el presentador, haciéndose el sorprendido por la imputación de Ábalos, Koldo y Santos Cerdán. “Con la confianza que inspiran estas tres personas... es verdad que no se podía sospechar, sobre todo en el caso de Koldo. ¿Quién iba a pensar mal de alguien que acumula denuncias, multas y condenas por cargos de agresión como portero de un club de alterne? ¡Había que ser desconfiado!”, exclamó con todo el sarcasmo posible.
Después se proyectó sobre el escenario la famosa fotografía de Ábalos, Koldo y Santos Cerdán en un evento del PSOE, imagen que podría ser de “una campaña de ropa, concretamente de Mango”, bromeó Buenafuente. Y acto seguido empezó a sonar La Mordidita de Ricky Martin, cantada esta vez por el trío de la discordia.
“Sigo alucinando. Con la cantidad de condenas que ha habido y el daño que han hecho, que haya políticos que sigan cayendo en estas prácticas... Creo que se lo toman como un reto, les gusta el morbo, ver si les pillan o no”, comentó el humorista antes de dar otra 'cornada' al presidente del Gobierno por un detalle de esta trama que resulta asombroso: el bar en el que se negociaban algunos de los amaños está delante del Palacio de Justicia de Navarra: “Esto demuestra que puedes tener la corrupción en frente y no verla. Es lo que se llama 'El síndrome Pedro Sánchez'”.
Sobre la última comparecencia del presidente desde la sede del PSOE, en la que Sánchez advirtió que eran las cinco de la tarde y aún no había comido, Buenafuente se mostró tajante: “Le faltó decir: 'Con el hambre que tengo y me habláis de mordidas'”.
No obstante, el showman pronosticó que puede darse una curiosa paradoja si cae el Gobierno: “Estamos viendo cómo el PP pide la dimisión de Sánchez por los mismos motivos por los que echó a Rajoy. Y lo piden sin reírse. Se podría dar el caso de que el partido que llegó al Gobierno echando al partido anterior con una moción basándose en la corrupción cayera por corrupción dejando paso al partido anterior, que tiene pendientes 28 juicios por corrupción”.