Carlota Corredera, contundente: “Hablar de feminismo me ha costado mi puesto en Mediaset y en la tele”
En los últimos meses, Carlota Corredera ha hablado con profusión del punto de inflexión profesional que supuso para ella Rocío. Contar la verdad para seguir viva. Sin embargo, no había sido tan contundente como en sus últimas declaraciones públicas.
Con motivo del estreno de su podcast, titulado Superlativas, la periodista valora el hecho de que acabara quedando fuera de la primera línea de Mediaset un año después de conducir la docuserie sobre Rocío Carrasco, en la que esta acusó públicamente a Antonio David Flores, su exmarido, de haberla maltratado física y psicológicamente y de haber puesto a sus hijos en contra.
“Yo sé lo que pasó y por qué no estoy ahí, pero eso hay que preguntárselo a Mediaset. A lo mejor yo soy la primera pieza que no encaja en eso que llaman código ético”, afirma en una entrevista a El País, al ser preguntada por el hecho de que quedara fuera de pantallas en buena parte de 2022.
La gallega se refiere al nuevo reglamento aprobado por el Consejo de Administración de Mediaset en enero, y que ponía fin a prácticas habituales hasta el momento, como las que tenían que ver con las manifestaciones políticas en programas, así como el abandono de tertulias o las críticas a espacios de la misma cadena. Eso ya tuvo consecuencias directas en Sálvame, pues vio limitada la capacidad de Jorge Javier Vázquez de significarse políticamente, como había acostumbrado a hacer especialmente en los últimos años.
“Me ha costado mi puesto en Mediaset”
Hay que recordar que, una vez puso fin a la etapa dentro de Sálvame, en marzo de 2022, se anunció que se trabajaría en un nuevo proyecto para ella dentro de la casa. No obstante, Corredera no volvió a presentar ningún formato hasta comienzos del curso siguiente: fue ¿Quién es mi padre?, espacio de breve andadura por el prime time de los sábados y no continuó tras las entregas pactadas.
Corredera, que ya reflexionó sobre “las cosas atroces” que hicieron en Sálvame durante buena parte de su trayectoria, también medita sobre lo que ha supuesto para ella pasar de directora a presentadora y, con ello, a convertirse en una cara famosa. Y es ahí donde lanza un nuevo y contundente comentario dirigido a Mediaset.
“Pasé de ser una persona anónima a otra muy conocida. A que se convirtiera en titular lo que dices, lo que haces, lo que engordas. He aprendido a digerirlo gracias a la terapia y a mi entorno, pero no me puedo arrepentir de algo que he elegido voluntariamente, de haber podido hablar en horario de máxima audiencia de la violencia de género y de feminismo”, afirma, y añade: “Aunque me ha costado mi puesto en Mediaset y en la tele”.
“Gestionamos mal el programa”
De hecho, considera que fue un despertar “empezar a ver el mundo con perspectiva de género” a raíz de Rocío. Contar la verdad para seguir viva. Recuerda que en Sálvame se comenzó a hacer pedagogía. “El entretenimiento tiene la misma responsabilidad social que los informativos. Los mensajes que lanzamos sobre los cuerpos, sobre las relaciones, los enfoques en las entrevistas…”
De hecho, hace autocrítica sobre cómo se trabajó el contenido de Rocío... en el espacio de las tardes. “Gestionamos mal el programa. Teníamos una información importantísima que transmitir, y se trató como un tema del corazón cuando no lo era. Debimos dejar hablar solo a los expertos y a las expertas, porque en algo así no puede haber bandos. Los derechos humanos no se cuestionan”, opina.
Corredera considera que el inicio de la decadencia en audiencias del programa no estuvo ahí, ni en la llamada telefónica de Irene Montero tras el primer episodio del formato documental: “Lo que de verdad hizo bajar las audiencias de Telecinco fue dejar de emitir Pasapalabra”. En noviembre de 2021, Sálvame recibió un premio del Ministerio de Igualdad por visibilizar formas de violencia de género desconocidas para buena parte de la audiencia por visibilizar formas de violencia de género desconocidas para buena parte de la audiencia.