'La conexión' de Lara Álvarez se estrenó en La 1 con todos sus “enchufes” correctos, pero con falta de tensión
Este miércoles, 25 de junio, La 1 estrenó La Conexión con Lara Álvarez. Lo hizo ocupando el hueco de The Floor, en un intento de heredar su buena inercia y lanzando dos entregas seguidas que se alargaron hasta pasada la madrugada.
Curioso título La Conexión para un programa que, sin embargo, “conecta” poco con el espectador por una falta de emoción en todos sus ingredientes. Y es que, la adaptación del formato neerlandés The Connection hecha por Satisfaction Ibertia es totalmente correcta, pero sin gracia.
Al concurso le falta corazón, risas, emoción, tensión e incluso nervios que, seguramente los sintieron los concursantes, pero al espectador no le llegaron, porque cuando en la edición se antepone la perfección a la espontaneidad, a los titubeos e incluso a algunos fallos, se prioriza la robotización y se “recorta” el alma.
“Es un trepidante quiz show” aseguraron en la presentación del programa ante la prensa, pero no lo es. Es un concurso al uso, sin sorpresas, con todo bien medido y con pocas cosas que aportar, televisivamente hablando.
Todo lo contrario que ocurre con Lara, alguien con tanto que aportar y tan pocas oportunidades. A Lara la conocemos todos tan bien que estamos deseando que explote en cualquier momento: que baile, que cante, que se emocione con los concursantes, que ría con el equipo de detrás de cámaras... esperamos cualquier cosa de una espontaneidad que siempre suma. Que sabemos que está a ahí y a la que, una vez más, no le sacan brillo.
Una pena que, con un perfil como el que tiene Lara (de los que no hay tantos), la limiten a ser un busto parlante. Una pena que con la oportunidad de hacer un nuevo concurso, nada de lo que haya en él tenga sabor a “nuevo”.
Así es la mecánica de 'La Conexión'
La competición comenzó con cinco concursantes que tenían una conexión entre ellos. Tras eliminar a uno de ellos, cuatro participaron en las siguientes rondas.
En las cuatro primeras, los concursantes respondieron a preguntas de cultura popular y curiosidades basadas en vídeos, fotos, etc. Todas las respuestas de esas cuatro rondas condujeron a la conexión final, un único concepto que las enlazaba todas.
En la última ronda, Valentín se quedó a solas con Lara y todas las respuestas que se habían dado durante la noche. En solo tres minutos tuvo que adivinar la conexión entre ellas: Almodóvar, era la respuesta que no acertó. Aunque se clasificó para la final en la que optará a los 40.000 euros de premio.