'Traitors' acabó en Antena 3 con una intensa final de juego y estrategias, y un giro inesperado para entregar su premio

El final de 'Traitors España' en Antena 3

Paula Hergar / Redacción verTele

26 de junio de 2025 01:28 h

La primera edición de Traitors en Antena 3 -y la primera de anónimos en nuestro país- llegó a su desenlace este miércoles, 25 de junio, con un último capítulo plagado de tensión. “Sólo queda confiar”, titularon este octavo episodio, que arrancó con un asesinato en el Monasterio y terminó con la victoria, quizás, más inesperada.

AVISO: SPOILERS del octavo (y último) episodio de 'Traitors'

Como es habitual en el formato, la entrega dio inicio con el clásico desayuno en el que todos descubren quién ha sido asesinado o asesinada la noche anterior por los traidores. Tras mucho debatirlo en el cónclave, Carlos y Paula decidieron eliminar a Lucía, uno de sus mayores apoyos en el juego y una 'aliada' en el bando fiel a la que sacrificaron por estrategia de cara a las mesas redondas que, a la postre, serían definitivas para la consecución del premio.

De este modo, los fieles Juan, Marhya y Charo y los traidores Carlos y Paula iniciaron la última jornada en Traitors descubriéndose a si mismos como los 'supervivientes' en la final. Cabe recordar que, en capítulos anteriores, el traidor más veterano había reclutado a su amiga con el objetivo de convencerla para desterrar a Anuska, su madre y también jugadora (fiel) en el programa. Sin embargo, acabó contando su secreto -que eran madre e hija- a Juan y Lucía como otro giro estratega que terminaría por ser clave.

El último juego que recuperó el botín completo

Tras el desayuno, y con los cinco finalistas ya ubicados y dando vueltas a sus teorías de cara al juego final, Juanra Bonet les propuso una última misión en la que, de superarla, podrían ganar el dinero perdido en juegos anteriores y acumular así el mayor botín posible para el premio: 50.000 euros.

Con el reparto de tareas, las veteranas Marhya y Charo se quedaron con un encargo fijo -abrir unos baúles y montar un gran puzzle- mientras que Juan, Carlos y Paula fueron los responsables de recorrer un gran escape room para recolectar las distintas series de números que permitirían a sus compañeras abrir los mencionados cofres. Un juego en equipo que tuvo un pequeño giro que puso en alerta a los traidores, y que pudo contribuir a que algún que otro fiel echase el ojo a sus amigos.

Y es que en un golpe de guion, Bonet alertó a los concursantes que la última llave para abrir los baúles la tenía un traidor. Una frase que sorprendió a todos, y que les llevó a rebuscarse en los bolsillos con una mayor tensión, evidente, para aquellos que sí tenían una cara oculta. La llave la tenía en su interior una estatua de Judas, si bien eso no lo averiguaron hasta poco después.

El giro inesperado que alzó a sus ganadores

Ya con el botín completo, Juan, Marhya, Charo, Carlos y Paula se enfrentaron a la última mesa redonda de la edición con el propósito de desterrar a Marhya. Charo lo hizo continuando con la estrategia que había marcado todo su concurso, señalar a la escritora, mientras que los demás siguieron su instinto para descubrir que la mujer de la que muchos sospechaban era fiel.

Sin embargo, antes de irse, la mujer puso sobre la mesa una teoría que sirvió a sus compañeros fieles de cara al desenlace, ya que señaló de manera directa a Carlos y Paula como traidores, con argumentos relativamente sólidos. Algo que ayudó también a un Juan que ya sospechaba de su amigo desde que le confió el secreto de Paula y Anuska.

El fiel, en un golpe de estrategia, decidió hablar abiertamente en la mesa de la trama familiar para ver la reacción de su protagonista, que lo negó, y no sólo terminar solidificando todas sus sospechas, sino infundar también a Paula el miedo de que podía ser traicionada por su compañero de juego en el momento final.

Llegados a este punto, Traitors inició el juego final: una reunión entre Juan, Charo, Carlos y Paula en la que todos iban votando ronda a ronda si querían seguir jugando o se acababa el juego, con una norma clara: si cuando decidiesen acabar quedaba todavía un traidor entre ellos, los fieles perdían.

Así las cosas, y sin exponer ya sus argumentos, todos levantaron sus pizarras y se descubrió el giro de la edición: todos, incluida Paula, desterraron a Carlos. Una traición que no muchos esperaban y que dejó al gran traidor del juego fuera de la competicióm. “Llegué siéndolo y me voy siéndolo: traidor”, dijo antes de marcharse.

“Llevo siendo traidor desde el día 1, me he cargado a compañeros y la última mesa todos contra mí. Ahora por lo menos que gane Paula”, reaccionó el desterrado ante las cámaras de Antena 3.

Sin embargo, aún quedaba una última votación y, con ella, un último giro. Y es que pese a que Juan había comentado con Paula que confiaba en ella más que en Charo, este también había hecho lo propio con su compañera de vagón y estaban decididos a unir fuerzas votando a la joven.

Así, Charo y Juan señalaron a Paula y la traidora fue eliminada tras su traición a Carlos. En ese momento, los dos fieles descubrieron su condición en un momento cargado de emoción que les llevó a ser conscientes de que el juego había terminado con ellos dos como ganadores de los 50.000 euros del premio. El juego lo ganaron los fieles.

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